Las vacaciones de Rose y Chris estaban llegando a su fin. Por lo que se prepararon para poner en orden todo. Antes de regresar a sus rutinas.
Como en la semana anterior, ya tenían preparada la cesta con frutas y verduras, para los pequeños Thirvians. Los cuales ya no necesitaban esperar a la noche para aparecer. Junto con el alimento, también esperaba la planta, que Sofía, con tanto amor, había entregado, para ayudar.
A través de un portal se hicieron presentes, por lo que Rose, presentó a quienes serían sus futuros cuidadores.
—Él es James—dijo, señalándolo —y él es Patrick. Ambos serán los que les proveerán alimentos mientras nosotros no estemos.
—Gracias —dijeron los pequeños Thirvians.
—Hay algo más que quiero regalarles—susurró Rose, mientras les entregaba la pequeña maceta con la misteriosa planta—. Esta planta se llama Purificalinum. Fue traída por los Klat'ka a la tierra. Dicen que tiene el poder de alimentarse de toxinas y de energía negativa, generando oxígeno. Quiero que la conserven —murmuró Rose, de forma optimista.
—¿Estás segura? Todo perece en nuestro planeta —dijo el más pequeño, con tristeza.
Liraeth se hizo presente. Sus ojos brillaban con una luz antigua, cansada pero inquebrantable.
—Nada florece si uno se resigna a ver morir su bosque —susurró—. Que esta pequeña vida sea un recuerdo de lo que fueron… y una promesa de lo que aún pueden ser. Mientras una sola raíz se aferre a la tierra, los Thirvians no estarán perdidos.
Todos asintieron, despidiéndose de sus nuevos amigos.
Con todo en orden, era hora de despedirse de todos y volver a su realidad.
—Nos veremos dentro de un año o hasta que podamos tomarnos algún día de descanso —expresó Rose, despidiéndose de ambos.
—Nos veremos —murmuró el Hacker.
—Hasta dentro de un año —gritó Chris, chocando sus manos con ambos.
—Adiós—susurró James, muy tiernamente, a Ashley—. Voy a extrañarte —su tono ligeramente melancólico, ella se parecía mucho a su pequeña hija.
—Te extrañaré —susurró Ashley, abrazándolo suavemente.
—Si Paco vuelve, asegúrense de tener carne o no podrán sacárselo de encima —gritó Rose de forma burlona, haciendo que ambos se miraran, incómodos.
Horas de viaje después ya estaban nuevamente en la Organización. Alpha reunido ya los esperaba.
—¿Qué tal esas vacaciones? —preguntó Ragnar, efusivamente.
—Mi mamá tiene un oso —gritó Ashley, haciendo que Rose, le tapara la boca rápidamente, mientras Chris, le hacía señas para que se callara.
Todos rieron, pero Rose, seria, le recordó.
—Ashley, ya hablamos de esto.
Ella no tuvo tiempo de reaccionar cuando Nora y Maskedman se hicieron presentes.
—Hola, pequeña —exclamó Nora
—Hola, Nora, ¿me extrañaste? — expresó Ashley, abrazándola.
—Mucho —susurró ella, con un tono dulce, los demás, por su su parte, solo observaban.
—Ok, deben irse —ordenó Maskedman, frío y cortante.
—Adiós, mamá, adiós, tío Chris —dijo rápidamente, dándoles un beso.
—Tío Chris —bromeó Dante, de forma burlona, haciendo que el grandullón, comenzara a querer golpearlo, en forma juguetona.
Todos rieron.
—¿Así que tienes un oso? —preguntó Ilan, curioso. Rose rió.
—Así es y unos amigos duendes de otra dimensión —comentó ella con un tono irónico.
Todos lo tomaron como chiste, haciendo bromas entre ellos. Chris, por su parte, se quedó callado.
—Necesito contarles algo, pero antes debo hablar con la Organización —dijo ella, dirigiéndose directamente a la oficina de Incógnito.
Este no se encontraba, seguía ausente por asuntos familiares. En su lugar estaba Maskedman.
—Necesito hablar con Incógnito —murmuró Rose, fríamente.
—No se encuentra —escupió él, aún más frío.
—Ok, hablaré contigo. Quiero que la Organización me rinda cuentas —exclamó Rose molesta.
Chris, junto a Alpha, por su parte, ingresaban en la oficina también.
—¿Y de qué debemos rendirte cuentas? —preguntó Maskedman con cierta ironía.
—Estuve investigando sobre mi origen. Y llegué hasta CERNA, la antigua predecesora de ARCOS y de esta misma Organización.
Maskedman se quedó petrificado, mirando fríamente a Chris, el cual no intercedió, dejándola continuar.
—Bien, tú ya lo dijiste, predecesora. No tiene nada que ver con la actual Organización.
—Puede ser, pero quiero descartar culpables. Quiero saber si la Organización tenía conocimiento de la experimentación y de la existencia de los Sujetos R.
Maskedman se quedó callado. Al mismo tiempo que la pantalla principal de la oficina, generaba imagen. Era Incógnito, quien, al parecer, había escuchado todo.
—Rose, bienvenida nuevamente. Yo
responderé todas tus preguntas —exclamó de forma sarcástica, mientras Alpha, simplemente observaba.
—¿La Organización tenía conocimiento de que todos los miembros de Alpha son en realidad Sujetos R? Que somos el resultado de un experimento.
Alpha, detrás de Rose murmuraba entre sí.
Habían escuchado que Rose y Chris lo eran, pero ¿ellos?
—¿Cómo que todos los del equipo Alpha somos Sujetos R? Preguntó Ilan furioso detrás de Rose
—¿De dónde sacaste esa información? —preguntó Incógnito, burlándose.
—¿Quieres que te lea todo el informe, además del porcentaje de Klat’ka que tiene cada uno de nosotros?
—¿Qué? —gritó Leo.
—Espero que tengan una buena respuesta o volaré todo el lugar —gritó Ragnar, furioso.
Incógnito se quedó callado.
—¿No vas a hablar? —preguntó Rose, desafiante—. Perfecto, porque yo sí quiero hacerlo —murmuró, comenzando a leer los nombres, uno por uno—. De doscientos nombres, solo once fueron viables, ¿verdad?
Sujeto R 00: Kim Yuna treinta por ciento Klat’ka —la oficina quedó en silencio.
—¿Quién es ella? —preguntó Dante, intrigado.
—No te preocupes, lo averiguaremos —susurró Chris, molesto.
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Editado: 07.07.2025