Habían pasado días desde que Rose partió y James no tenía noticias de ella. No era lo pactado y eso lo aterraba. No contestaba a su comunicador y no daba señales de vida. Pero lo que más le preocupaba era esa extraña opresión en el pecho. Esa, que ni siquiera lo dejaba dormir.
Oyó a Paco intentar salir, rascando insistentemente la puerta y se levantó. Se veía inquieto y asustado, pero no entendía por qué. Al abrir la puerta, vio a Horus caminar hacia él con prisa. Se veía igual de inquieto que Paco, poniéndolo en alerta. Tomó su mano con las enormes fauces y delicadamente lo llevó hacia el bosque.
Caminó por un par de minutos y a lo lejos lo que vio, lo destrozó. Era Rose. Estaba tendida en el suelo, vestida solamente con una bata blanca manchada de sangre. Inconsciente y sola en el lugar. Corrió a su encuentro, pero ella no reaccionaba. Tomó su pulso, estaba viva y respiraba. La cargó mientras su corazón se detenía ante los acontecimientos. Ahora todo tenía sentido para él. Esa sensación cobraba sentido.
Al entrar por la puerta, Patrick se petrificó. La bata era de ARCOS. Lo sabía, porque fue como vio vestida a su madre la última vez que la abrazó para dejarla ir.
Se comunicó rápidamente con Leo.
—¡Necesito que Chris venga a la cabaña ya! —gritó histérico, mientras con James, trataban de limpiar a Rose.
—¿Qué sucede? —preguntó Leo somnoliento.
—Rose está herida.
Leo se levantó rápidamente de su cama.
—Me comunicaré con Chris y Michael —exclamó cortando la comunicación.
Salió de la habitación y vio a Dante en su puerta, frotándose los ojos mientras Ashley le hablaba aceleradamente.
—Mi mamá está en peligro —repetía ella completamente fuera de sí.
—Prepara a todo Alpha, Rose está herida —gritó Leo despertando del todo a Dante, quien corrió a vestirse.
—Tranquila, Ven conmigo. Vamos por tu tío —murmuró, golpeando las puertas de los demás.
Maskedman también apareció en el pasillo, molesto por la interrupción de su sueño.
—Nadie va a sacar a mi hija de aquí —exclamó con furia, tomando el brazo de Ashley de forma brusca.
—Te ordenó que me sueltes —gritó ella, mientras un halo de energía salía de su corazón hacia todas direcciones. Haciendo que Maskedman como si fuera un encantamiento, la soltara para luego quedar petrificado.
Todos se quedaron callados.
—Rose necesita a su hija ahora, está herida —murmuró Leo llevándose a Ashley y haciendo que todos se apresuraran a seguirlo.
Rato más tarde, luego de que Dante se quedara a cuidar a las niñas Huang, Chris, junto al resto de Alpha, Michael y Ashley descendían a las afueras de la cabaña.
Ella ya estaba consciente, pero en estado catatónico. En posición fetal, no hablaba, no se movía, simplemente observaba a la nada.
Ashley entró furiosa en la cabaña, pero James y Patrick le cortaron el paso.
—Muévanse —gritó furiosa.
Patrick se apartó sin chistar, pero James mantuvo su postura firme.
—No. Primero quiero que la revise un médico. Siéntate en el sofá hasta que Michael haga su trabajo —le ordenó firmemente, haciendo que ella soltara un llanto lleno de angustia.
Él se mantuvo serio, pero la abrazó fuerte; sabía perfectamente lo que la jovencita sentía. Michael, nervioso, tomó su equipo y entró a la habitación, cerrando la puerta tras él.
En la caja negra, lejos del lugar, en donde el pequeño John era criado por Nora, las cosas tampoco estaban tranquilas.
John estuvo varios días inconsciente en donde no se movía, solo respiraba agitado y ahora se mantenía en estado catatónico al igual que Rose.
Nora, preocupada, abrió comunicación con Maskedman.
—Debes venir. Despertó, pero se mantiene en esa posición como si tratara de protegerse —murmuró Nora, llena de angustia.
—Creo que tiene que ver con Rose. Está herida, no sé nada más. Pero tengo conocimiento de que no se sabía nada de ella desde hace días —murmuró analizando las imágenes de la cámara de vigilancia.
—Así como Ashley está enlazada con su madre de una forma que aún no puedo entender, él puede que esté unido, de igual manera —continuó observando que el pequeño repetía algo en voz baja.
—¿Qué dice?—preguntó intrigado.
Nora se acercó para oír mejor.
—Quiero ver a Chuck —susurraba repetidamente, como si fuera controlado por algo externo a él.
—Dice que quiere ver a Chuck —exclamó Nora para luego notar cómo el niño, al intentar tocarlo, comenzaba a gritar histérico.
Se apartó horrorizada.
—Necesita un médico —balbuceó para ser interrumpida por Maskedman.
—Llamaré a Michael.
—¿Llamarás a su propio padre? —preguntó Nora, de forma irónica.
—No tenemos opción —exclamó cortando la comunicación.
Abrió una nueva para comunicarse con Michael, quien en la cabaña, trataba de cubrirse de la ira del apéndice de Rose. Ella no dejaba que nadie se acercara.
James entró junto a Ashley y cuando vio a su pequeña, volvió a petrificarse. Quedó inmóvil, con su mirada perdida.
—Mi amor —susurró James de forma calmada, tomándola suavemente por los hombros—. Volvamos a recostarte en la cama —murmuró recibiendo ayuda de Ashley.
—Mami, estoy contigo —susurró la jovencita llena de amor, aunque dentro de ella estaba destrozada por lo que veía.
—¿Pueden traer a Chuck? Quiero ver a Chuck —murmuró Rose, con su mirada perdida.
James asintió, mientras el comunicador de Michael sonaba, haciendo que él se retirara de la habitación.
Afuera todo Alpha esperaba nervioso las novedades.
—Necesito que traigan a Chuck —gritó James, sobrepasado por todo, recibiendo apoyo de Chris a su lado. Quien palmeó su hombro.
—Tómate, un descanso. Yo estaré con ella hasta que llegue Chuck —murmuró mientras James, asentía con su cabeza en automático.
Entró en la habitación, mientras Ashley a su lado solo lloraba acariciando su mejilla. Al acercarse Chris, ella levantó la manta que cubría a su mamá. En sus muslos y trasero tenía marcas de manos plasmadas en su piel como moretones. Además de golpes y cortes. Volvió a cubrirla mientras limpiaba sus lágrimas.
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Editado: 09.10.2025