La calma seguía siendo el disfraz favorito del caos. Rose lo sabía, aunque no podía evitar sentirse inquieta en esas semanas donde todo parecía haberse detenido.
Últimamente, sus sueños se habían vuelto extraños. No con palabras ni advertencias, sino con símbolos: una puerta con forma de ojo, una cadena rota, el reflejo de una llave que no tocaba ninguna cerradura, pero sobre todo, el anciano de blanco.
No sabía quién era, pero parecía estar siempre presente, incluso cuando ella descansaba. Al despertar, esas imágenes quedaban grabadas en su mente como ecos difusos.
Sin explicaciones, Rose se obligó a volver al Codex. Abrió el capítulo 2:
Capítulo II: La Mente, Puente Entre la Materia y el Espíritu.
Había mucho que leer. Y muchas cosas que procesar. Comenzó con su lección, decidida a seguir ese camino, que aunque incierto la atraía como si de magnetos se tratara.
“La mente no es tu enemiga, ni tu dueña. Es una herramienta poderosa capaz de dirigir la energía que atraviesa tu cuerpo y responde a la voluntad de tu espíritu.
Aquello que piensas, vibra. Aquello que imaginas, existe en el plano sutil. Por ello, cuidar la mente es cuidar el cauce de tu energía.
La mente puede ser refugio o prisión. Su estado determina el rumbo de tu existencia.”
Esas palabras hicieron mella en ella, pero aun así, prosiguió:
El Poder del Pensamiento y la Palabra
“Cada pensamiento es una semilla. Cada palabra, un hechizo. Lo que pronuncias y repites en tu interior moldea tu energía y afecta todo cuanto te rodea.”
Abajo, como siempre, una pequeña anotación:
Recuerda:
Evita palabras que te debiliten.
Honra tus emociones sin que te dominen.
Sustituye la queja por agradecimiento.
No pronuncies contra otros aquello que no desearías para ti.
Lo que sale de tu boca vibra en el aire, y esa vibración regresa.
Las anotaciones parecían muy personales, pero encajaban en ella. Continuó con su lectura:
Los Miedos: Sombras que Opacan la Luz
“El miedo no es enemigo, sino maestro. Señala las zonas donde no has puesto aún tu luz. Evadirlo solo lo fortalece.
Obsérvalo. Pregúntale qué te quiere mostrar. Solo enfrentando las propias sombras se despeja el puente hacia lo sutil.
Cuando un miedo sea nombrado, comienza a perder poder.”
Higiene Mental
“Así como limpias tu cuerpo, debes limpiar tu mente. Los pensamientos ajenos, las emociones densas, las memorias del pasado pueden enrarecer tu campo.”
Esta vez, las anotaciones eran diferentes:
Prácticas simples para ello:
Respiración consciente: tres inhalaciones lentas y profundas cuando el caos amenace.
Escritura libre: suelta en papel todo lo que pesa. No lo leas, solo libéralo.
Visualización de luz: cierra los ojos e imagina una esfera luminosa sobre tu cabeza descendiendo a través de ti.
“La mente tranquila permite al espíritu manifestarse.”
Definitivamente, éste capítulo era muy intrigante para ella. Con voz decidida, dijo para sí:
—Debo intentarlo.
Mientras preparaba su respiración para intentarlo, una leve sensación recorrió la estancia. Como si el ambiente se hubiera tornado más denso. El aire dejó de fluir con naturalidad, y un zumbido sordo –apenas perceptible– vibró bajo sus pies. Era como si el espacio mismo contuviera la respiración. Rose se detuvo. No sabía si era su mente jugando con ella, o una advertencia velada. Algo no se sentía bien.
Fue entonces que el pitido de la alarma rasgó el silencio a las 03:17.
Una intrusión digital había roto la quietud de la base. Pero esta vez, no era un enemigo de carne y colmillo, era uno hecho de datos y sombras.
Rose se preparó y se dirigió inmediatamente a la sala de operaciones.
Al llegar, una comunicación estaba en curso; ingresó junto a Alpha y Maskedman, observando como simples espectadores. Solo Incógnito permanecía de pie frente a la gran pantalla central, las manos cruzadas detras la espalda.
La imagen apareció: un hombre mayor, rostro curtido, uniforme gris sin medallas. Sobre su pecho, una sola sigla: ARCOS.
—Incógnito —saludó sin cortesía—. Informe.
La transmisión tenía un retardo mínimo, pero la tensión en la sala se podía cortar.
—Objetivo localizado —respondió Incógnito, apenas girando su torzo hacia Rose, sin nombrarla—. Sin incidentes.
El director de ARCOS asintió.
—La prioridad es su traslado al nodo Epsilon. No se compartirán más detalles a personal no autorizado.
Maskedman apenas frunció el ceño. Alpha intercambió una mirada incómoda con Rose.
El director añadió:
—Recuerde, Incógnito… su papel es de contención, y captura… —se detuvo un segundo— el fugitivo debe llegar vivo para interrogación.
Un silencio denso se apoderó de la sala.
—Entendido —fue todo lo que Incógnito dijo.
La pantalla se apagó. Durante varios segundos nadie habló. Solo se escuchó el zumbido de los monitores. El logotipo de ARCOS quedó proyectado en la pared.
Rose observó con incredulidad, por primera vez en una misión, su criatura era humana. Nadie comentó nada; permanecieron en silencio.
—Equipo Alpha, tomen sus posiciones mientras hablo con Maskedman– dijo Incógnito con voz fría.
Rose observó la mesa y pensó, por fin estábamos todos. El Equipo Alpha, reunido.
Ragnar completamente recuperado ya estaba listo para volver a las misiones. Rose posó su atención en él, estaba feliz de que volviera al ruedo pero, algo había cambiado en él. Así que decidida le habló
—Bienvenido soldado, nos alegra que volvieras— dijo Rose animada, pero atenta a su reacción.
Leo siguió sorprendido
—¿Cómo te sientes? —preguntó.
—Me siento listo para patear traseros… y si incluye explosiones, mejor aún.
Todos rieron al unísono pero Rose simplemente observó
Ragnar, impulsivamente, preguntó señalando a Michael:
—¿Quién rayos es él?
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Editado: 17.06.2025