Tras las rejas del Amor

Capitulo 6

Los días transcurrían en la mansión de Dante con una calma tensa, como si el tiempo se deslizara entre susurros de hojas y el murmullo de conversaciones apenas audibles. Bonnie se encontraba cada vez más atrapada entre la curiosidad por descubrir más sobre Dante y la cautela ante las complejidades de su situación. Las sesiones de pintura se convirtieron en su refugio principal, donde encontraba un respiro temporal de las preocupaciones que la rodeaban.

Una tarde soleada, mientras estaba inmersa en la creación de un nuevo lienzo en el jardín trasero, Dante la encontró entre los arbustos de rosas silvestres.

—Bonnie, ¿te gustaría dar un paseo por los alrededores? Hay un lugar que quiero mostrarte. —dijo, su voz suave pero firme, interrumpiendo la quietud del aire.

Ella levantó la mirada, sorprendida por la invitación pero intrigada por lo que Dante podría tener en mente.

—Está bien. Me gustaría verlo. —respondió ella, guardando sus pinceles y siguiéndolo por el sendero de piedra que serpenteadaba más allá de los límites de la propiedad.

Caminaron en silencio, dejando que el susurro de las hojas y el aroma de la naturaleza los acompañara en su trayecto. Bonnie se preguntaba hacia dónde la llevaría, pero decidió no presionarlo con preguntas. Sabía que Dante revelaría sus intenciones en su propio tiempo.

Finalmente, llegaron a una pequeña colina que ofrecía una vista impresionante del campo extendido más allá. Bonnie se detuvo, admirando la belleza natural que se extendía frente a ella como un lienzo infinito.

—Es hermoso. —murmuró ella, más para sí misma que para él, dejando que el viento acariciara su rostro.

Dante asintió, observándola con atención mientras el sol pintaba sombras y luces en su piel.

—Solía venir aquí cuando era niño. Me gustaba la sensación de libertad que el paisaje me ofrecía. A veces, cuando las cosas se ponían demasiado complicadas en la ciudad, venía aquí a reflexionar sobre el futuro y lo que podría ser.

Bonnie lo miró sorprendida por la vulnerabilidad que había revelado. Era raro ver a Dante en un estado tan tranquilo y reflexivo, lejos de la máscara impasible que solía llevar.

—¿Por qué me traes aquí? —preguntó ella finalmente, su curiosidad superando su cautela, deseando entender mejor al hombre detrás de las sombras y las decisiones.

Dante la miró, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de determinación y nostalgia.

—Porque quiero que entiendas que hay más en mí de lo que ves en la superficie. Las decisiones que he tomado, las acciones que he tomado... No siempre son fáciles, pero siempre tienen una razón, una que deseo compartir contigo.

Bonnie asintió lentamente, absorbiendo sus palabras mientras pensaba en todo lo que había aprendido sobre él desde que llegó a su mansión, cada pieza de información como un lienzo adicional en su percepción de Dante.

—Sé que hay mucho que aún no entiendo. Pero aprecio que me lo hayas contado, que me brindes la oportunidad de conocerte más allá de las apariencias.

Dante sonrió ligeramente, como si estuviera agradecido por su comprensión y disposición a escuchar.

—Gracias Bonnie, por estar dispuesta a escuchar y a intentar comprender lo que soy, lo que intento ser.

Ella asintió, sintiendo que había alcanzado un nuevo nivel de entendimiento con él. Aunque seguía siendo cautelosa, sabía que había algo genuino en las palabras y acciones de Dante, algo que merecía ser explorado y entendido más a fondo.

Caminaron de regreso a la mansión en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos y reflexiones. Bonnie se encontró pensando en las palabras de Dante y en las elecciones que tenía ante ella. Sabía que la vida que había conocido antes de llegar a la mansión de Dante ya no existía. Ahora, su futuro estaba ligado a las decisiones que tomaría en los días y semanas por venir, decisiones que moldearían su destino de maneras aún desconocidas.

Al llegar a la mansión Bonnie se retiró a su habitación para reflexionar en privado, dejando que el murmullo de la noche y la luz de la luna filtrada por las cortinas iluminaran sus pensamientos. Se preguntaba cuánto más podría descubrir sobre Dante y sobre sí misma en este extraño viaje que estaban compartiendo. Pero también sabía que, aunque las cosas entre ellos habían cambiado, seguían siendo dos personas con vidas y experiencias muy diferentes, unidas por lazos que aún estaban por definirse completamente.




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