Claris
Cuando tenía 7 años comenzó mi afán de meter tras las rejas al asesino de mi padre. Hace 13 años mi madre había salido al supermercado y me dejaron con mi padre, al cual escuchaba hablando por teléfono
—Escúchame, ya estoy cansado de que me amenaces tanto, déjame en paz ya, no te tengo miedo puto pendejo —decía y realmente se escuchaba preocupado.
Yo escuchaba todo aunque estaba en el baño, luego tocaron a la puerta muy fuerte sobresaltándome
— Abre imbécil, no sabes con quién te estás metiendo —gritaron, salí fuera para ver qué pasaba y mi padre me miró horrorizado, este solo me agarró del brazo y me escondió en un armario ordenándome hacer silencio, tenía mucho miedo.
Un disparo se escuchó luego de una fuerte discusión, nada bueno había pasado
—papá — exclamé con voz llorosa, salí corriendo a ver a mi padre y ahí en ese instante lo vi, aquel hombre era alto y de pelo castaño, media aproximadamente 1.82 m, nunca lo olvidaría, aún recuerdo su voz gruesa y lo seguí con la mirada hasta que desapareció de mi vista.
—papá dónde estás —dije con voz llorosa
—estoy aquí hija —fui hasta él que estaba herido —necesito que te encierres en el armario y que no salgas hasta que venga tu madre y te saque, no salgas
— te lo prometo, papá, no saldré —no sé si el peligro ya había pasado, pero obedecí a mi padre.
Me di cuenta que a mi padre no le importó morir desangrando en el suelo, lo que le importaba a él era que no me mataran, así que cumplí su promesa y me encerré en el armario nuevamente. Mi madre cuando llegó a casa encontró a mi padre muerto en el suelo, se arrodilló ante él y empezó a llorar, mamá al ver el panorama tan fuerte se enfermó de los nervios y se había olvidado de mí, yo tenía miedo, me quedé en silencio, perdí las fuerzas. Pasó el tiempo, no sé cuanto y aún estaba metida adentro de ese maldito armario, incluso me desmaye del hambre. Mi mamá al fin se acordó de mí y me empezó a buscar por toda la casa
—Claris mi vida, soy yo mamá, ¿estás aquí hija? —al oír su voz abrí los ojos, pedí ayuda a gritos y ella me sacó de mi escondite en medio de lágrimas
Desde de ese día soy claustrofóbica y me hice una promesa que debo cumplir.
Te vengaré padre, encontraré al que nos jodió la vida. Pero la justicia de este país no existe, los policías dijeron que él se había matado ya que el maldito asesino le puso el arma homicida junto a al cadáver, mi madre y mi hermana Jessica lo creyeron, pero yo no les creí nada yo lo vi y lo viví en carne propia. Luego mamá se dio cuenta de que estaba embarazada de nuevo y ahí surgió mi hermanita Rosita, la cual no pudo conocer a nuestro padre. Tiempo después nos mudamos de California a España
Actualidad:
—Waw esto es un verdadero palacio, no una casa — exclamó Wil, uno de mis mejores amigos mirando la mansión en la que estábamos.
—Chicos mirad qué piscina, me imagino las fiestas que hace Alex —exclamé impresionada por el tamaño de esta.
—¿otra vez tu niñita? —el mentado idiota se acercó a nosotros, voltee a verlo, iba solo con un pantalón, su cabello estaba mojado y sonreía petulante
—no vine por ti idiota — expresé pero luego —aunque bueno, necesito que me ayudes —el río y apreté mis puños
—¿en serio la niñita brava pidiéndome ayuda a mí?, tengo que filmar esto —sonríe acercándose más, yo me mantengo sería esperando que me tome en serio —¿Qué quieres de mi niña?
—quiero que me enseñes a pelear así como tú —Alex alzó una ceja para luego estallar en una carcajada
— niñita boba, ¿crees que vas a aprender a pelear igual que yo?
—creo que no me estás entendiendo cachorrito —dije acercándome unos pasos —quiero que me enseñes a pelear mejor que tú
—Waw, es guapa la niñita —sus ojos no se despegan de los míos, parece que estuviera leyendo mi alma.
—¿bueno, la vas a ayudar o no? —interrumpe Rita, otra de mis mejores amigas, Álex deja de mirarme y la mira a ella
—está bien —dice al fin volviendo su mirada a mí —te voy a enseñar, pero necesito que me ayudes también —Ya sabía que no haría nada gratis, resoplo
—¿Qué quieres?
—necesito que finjas por dos semanas que eres mi novia —abro los ojos como platos
—¿qué dices? —estalla Rita —¿crees que Claris va a fingir semejante cosa?, quien crees que es ella?, una prostituta o que pendejo
—cálmate Rita, lo haré
—¿Qué? —chilla mi hermana sin comprender
—lo haré para cumplir la promesa que le hice a mi padre de encontrar a su asesino —expresó mirando los ojos de Álex, este parece sorprendido.
—¿en serio, niñita asesinaron a tu padre?
—sí, pero lo vengaré
— nosotros la estamos ayudando a encontrar al asesino de su padre —comentó Wil tomando mi brazo.
—yo también te voy a ayudar niñita, lo siento mucho —se acerco Alex a mí y me miró con sus preciosos ojos verdes —te ayudaré, no te preocupes, entre todos lo encontraremos
—bueno y cuando empezamos el entrenamiento —pregunté entusiasmada, él rió
—pues mañana mismo necesito que vengas para presentarte a mi madre, te esperaré niñita, ven guapa —agregó guiñándome un ojo, sentí el rubor cubrir mis mejillas
—No te preocupes que yo me encargo de ese detalle —respondió Rita tomando mi mano y nos alejamos de Álex a paso rápido.