Capítulo 3: De regreso en la ciudad

Comenzamos nuestra partida saliendo a la primera parada que es el antiguo Sarita y Pollo Campero nos quedamos acampando para encontrar algunos suministros y también algo de armamento. Todo lo que nos sirva para un combate: viejas tuberías, pedazos de madera, cuchillas, varas metálicas.

Alan enciende una cálida fogatada y Natalia montando los campamentos, creo que esos dos ya tienen química lo puedo ver en sus miradas como tratan de ignorar lo que pasa.

Así que me voy a patrulla y de paso investigare el otro edificio, me llevo mi confiable cuchillo y 9 mm puedo encontrarme un infectado o quizás algún maleante. No sé que paso con la gente de esta área, pero creo que termino en su repentina muerte.

Al entrar veo las paredes que están descoloridas, una de las mayores empresas de comestibles en Guatemala destrozada por este suceso, la mayoría de empresarios se fueron de nuestra tierra para comenzar su comercio en Europa o quizás los otros países de Norteamérica. La ciudad capital es la principal fuente de negocios y economía que mantenía los 22 departamentos, pero la corrupción nos tiene en esta situación. El robo de dinero, las plazas fantasmas, negociar el estado, la seguridad y la educación nos tiene en esta horrible situación al evitar toda esa negatividad estaríamos mejor de lo que estamos, el presidente decidió huir y guiar toda la situación en alguna casa lejos de toda esta masacre, todos matándonos mientras ellos viven augusto con nuestros impuestos que hemos pagados por años.

Este Pollo Campero me recuerda cuando íbamos de viaje con Sky a Esquipulas siempre pasábamos por aquí y pedía una pizza de seis carnes y yo una de champiñones, siempre me contaba que pasaba durante la semana de clases y sobre su mejor amiga, no recuerdo su apellido, pero su nombre era Alejandra, eran inseparables e incluso llegaba a dormir a casa para dormir, eran noches que no podía dormir, pero estaba feliz por mi hija.

Me recuerda a la hermana de Sky, no recuerdo su nombre pero que fue de ella o de Alejandra hay cosas que me gustaría resolver. Sigo inspeccionando el restaurante y veo latas de champiñones, un poco de pollo crudo y algunas verduras que nos servirá para comer. Espero que les encante la lechuga asada.

—Inspeccione el edificio de al lado. Encontré comida — digo.

—Genial, hermano — dice Alan.

Abro una lata de gaseosa mientras le doy un mordisco a mi buen pedazo de carne de perro, si desde que nos llegó este calvario tenemos que comer lo que podamos y me cansa estar comiendo pájaro frito.

—¿Por qué crees que se llevaron a Sky? — pregunta Natalia.

—Fue rescatada de un laboratorio de experimentación— respondo.

—Vaya, eso si es una sorpresa— dice Alan

Aún tengo esa duda del porque estaba en ese laboratorio, Logan la quiere por alguna razón y no sé cuál es. Un experimento fallido o que funciono bien.

—Logan la tiene y voy averiguar el por que la desea tanto— digo.

Esa platica me puso a pensar mucho, pero duermo tranquilamente para mañana, aunque no es lo ideal, pero conozco un lugar en donde podemos ocultar hasta que llegue la noche. La zona roja o más bien la zona 18 era uno de los sectores de la ciudad más peligroso por tanta delincuencia.

Al día siguiente comenzamos nuestro viaje nuevamente con la carretera desechas y con tanto hueco que nunca asfaltaron. Llegamos a los límites de la ciudad por suerte no han colocados puestos los militares, ellos quitan cualquier pertenencia de valor: vehículos, armas, comida son como ladrones, pero están disfrazados con la democracia.

Llegamos al antiguo centro comercial "Portales" se utiliza para negociar bajo la mesa con los militares, se creen que proveen drogas para acabar con la población o para dárselo a víctimas inocentes. Si eres hombres te quitan todo lo que tienes, pero si eres mujer más vale cuidarte y no digamos los niños ellos pueden ser usados como kamikazes, mulas de drogas o reclutarlos para matar.

El centro comercial siempre a esta un poco vacío tenemos que dejar el vehículo estacionado en el interior del Wallmart que está a la par por suerte hay todo está vacío y nada de valor, uno de los escondites perfectos. Caminamos hasta la entrada principal del comercio y entramos tranquilamente para que no traten de robarnos, los bandidos son los problemas más grandes, ellos trataran de matarte a toda costa con tal de sobrevivir como hacemos todos en esta situación.

La entrada está destrozada eran de vidrío y ahora solo son pedazos. El DQ está todo lleno de plantas lo que me parece algo curioso no pueden ser cultivos de marihuana, pero quizás es por las ramas que crecieron en la pared y techo. Al entrar tratamos de ser silencioso nos pueden controlar y también pueden a ver trampas mortales.

Veo todo el lugar y pensar que antes la gente venía para pasar el tiempo con su familia, un par de cuerpos cubiertos por mantas evidencian que fue la peor situación que vivió esta gente.

—Escucharon eso— susurra Alan.

Saco el arma.

Nos escondemos debajo de las escaleras para tener un panorama mejor.

—Militar u hostil— digo.

—Parece ser niños— responde Alan.

Se escuchan disparos que vienen del San Martin.