Trataré de olvidarte

¿Será verdad?

En el cuarto del hotel, que Jorge e Iván compartían, estando ambos acostados y a punto de dormir, el primero dio un salto en la cama hasta quedar sentado en ella por una pregunta que su amigo le había soltado: «¿Qué se siente estar con una mujer?». Completamente anonadado por la pregunta, Jorge no sabía que responder, porque en realidad no tenía idea alguna a que se refería su amigo. Iván era un chico tímido y muy traumatizado, y esa pregunta no era algo para lo que Jorge estuviese preparado.

—No…, no entiendo tu pregunta, Iván. ¿Qué te dijo la señorita Katrina? ¿De qué estuvieron hablando?

—Ella no me dijo nada, y de lo único que hablamos fue de Ignacio y Andrés, que era lo que hacían y por qué no buscaban un mejor trabajo, eso es todo. ¡Ah! Y de que por qué no grabamos unas canciones con ella.

—A qué viene la pregunta, entonces.

—Cuando hablábamos, percibí el aroma de su cuerpo, y algo se estremeció en mí, no sé cómo explicarlo. Tuve miedo, mucho miedo, pero no como el que siempre siento. Este era diferente, y no me sentía amenazado por él. De alguna manera extraña me sentí a gusto. Lo raro es que ella acercó su cara a la mía para señalar a Andrés, y la vi con los ojos cerrados, como si algo o alguien la mantuviese tan cerca de mí. Me asusté y me levanté de la silla. Ella abrió los ojos como si despertara de un sueño, y me pidió disculpas.

»Es una chica agradable, siempre me pedía permiso para tocarme, no quería que me sintiera incómodo, incluso me pidió permiso para darme un beso en la mejilla para despedirse, como he visto que hacen los demás. Le dije que sí, y con el toque de sus labios, me estremecí aún más que antes, el suave y cálido toque de sus labios en mi mejilla, su aroma y lo bien que le olía el pelo me paralizaron. Quería moverme y al mismo tiempo no quería, me gustaba esa sensación, necesitaba seguir sintiendo esa emoción, y ella se quedó congelada a mi lado, tampoco se movía, era como si algo en mí la retuviera a mi lado. El miedo desapareció, solo un estremecimiento dentro de mí me pedía que la tocara, pero no quise hacerlo, no sabía cómo lo tomaría, y cuando estuve a punto de hacerlo, escuche tu voz que me llamabas. Allí recuperé el aliento y me pude alejar de ella. ¿Esto es normal?

Jorge lanzó un leve suspiro, y de su cara desapareció el miedo de lo que Katrina le podría haber dicho a su frágil amigo.

—¡Claro que es normal! Tú eres hombre y ella es mujer, y al parecer se atraen.

—Pero es la primera vez que me pasa algo así.

—Quizás será porque ella es la que ha podido acercarse más a ti, no hace falta explicarte porqué, ¿Cierto?

—¿Tú crees que yo le guste? ¿y si me pide hacer algo más?

—Debes tomar las cosas con calma. En estas situaciones las cosas se dan solas, sin siquiera pensar que están haciendo. Por lo que veo ella sabe cómo tratarte, así que si te pide hacer algo más, como un abrazo o un beso, ella sabrá hacerlo sin que te cohíbas, acaso no lo hizo para darte un beso en la mejilla, ¡¿ah?!

—¿Y si me pide que tengamos relaciones sexuales? Yo no sé nada de eso.

—¡So caballo!, vas muy rápido, ella no te pedirá eso. Sólo tuviste una reacción natural al oler el aroma de su cuerpo. A todos nos pasa.

—¿Me podrías decir que se siente cuando estás con una mujer en la cama?

—Ni que te halen las riendas bajas la velocidad –dijo mientras buscaba algo en la gaveta de la mesita de noche–. ¡Aquí está! Te voy a leer un trozo del libro que estoy leyendo, porque explicártelo de otra manera me sería muy difícil. A ver, a ver,… lo encontré,… escucha cuando le preguntan al personaje que dicen sobre las relaciones sexuales:

«¿Qué es lo que dicen? Que puedes perderte a ti mismo, perderlo todo, todo lo que tienes, el tiempo. Los dos cuerpos están tan mezclados, que no sabes quién es quién, o que es que, y justo cuando la dulce sensación es tan intensa crees que vas a morir, y así lo haces. Y te sientes solo cuando los cuerpos se separan, pero a quien amas sigue ahí. Es un milagro. Puedes ir al cielo y volver con vida, y volver, cada vez que quieras con quien amas.

El hombre bicentenario.»

—No entendí nada. Se escucha muy complicado.

—No lo es. Simplemente te dejas llevar por tu cuerpo, él te guía en lo que debes hacer, y cuando te des cuenta, se están amando uno al otro en el propio cielo, saboreándose, y al terminar, apenas unos segundos que sientes que te mueres, regresas del cielo vivo, tal como dice el libro.

—y por qué dice el libro que te sientes solo cuando se separan, ¿A qué se refiere?

—Hacer el amor es algo simple. El hombre entra en ella, y los cuerpos se juntan, a eso se refiere, y es tanta la emoción que los cuerpos se confunden, no sabes cuál es el tuyo y cuál es el de ella, y el cielo es el lugar donde se encuentran saboreándose el uno al otro. Pero como todo, nada es eterno, llega un momento que debe terminar, no quieres hacerlo, es como si la muerte fuese inevitable, y por unos breves segundos mueres, y agotados, los cuerpos dejan de estar unidos, y sientes como que una parte de ti hubiese sido arrancada de golpe, y al girar tu cara, la ves allí jadeando a tu lado, tan viva como tú luego de morir y regresar viva del cielo. A eso se refiere la metáfora.

—¿y si me pongo nervioso?, ¿y si quiero salir corriendo de allí?

—Tranquilo galán. Ella fue honesta contigo, te preguntó muy astutamente si el grupo quisiera grabar algunas canciones. No creo que ella quiera ir más allá de un simple beso en la mejilla.

—¿y que hago con esto que siento?

—No te hagas el tonto, cómo si no te hubiera escuchado hacerlo antes. Mira, todos los hombres nos emocionamos al ver una mujer, y muchas veces su olor es algo que nos atrae demasiado, aunque para ser sincero, lo primero que le vemos es el cuerpo, tú nos has escuchado cuando hablamos de una mujer que se ve hermosa, y hasta alguno de nosotros se aventura a hablar con ella, y si tiene suerte, no lo vemos hasta el día siguiente. No se te ocurra preguntar por qué, tú sabes bien lo que pasa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.