Narrador: Sofía Bianchi.
Hoy enterramos más que un cuerpo...
Enterramos sueños, planes y una parte de mí misma.
Mi padre, Giovanni Bianchi, fundador de 'Bianchi Marketing Digital', había sido mi todo.
Su sonrisa era mi motivación, sus palabras mi guía.
Yo, Sofía Bianchi, soy su hija, su legado...
Tengo 20 años, ojos verdes como el mar italiano, cabello oscuro y largo, y una sonrisa que heredé de él.
Crecí rodeada de amor, tecnología y marketing.
Mi padre me enseñó todo sobre negocios y vida.
—Sofía, la clave del éxito es la pasión y la honestidad.- me decía siempre.
Me gradué en Administración de Empresas y regresé a la empresa para trabajar a su lado.
Pero la vida es cruel... y ahora él se va.
Me secé las lágrimas mientras el sacerdote hablaba.
Recuerdo mi infancia, lleno de risas y aventuras...
Mi padre me llevaba al parque y me contaba historias de sus viajes.
Me enseñó a amar la vida y a perseguir mis sueños.
La empresa fue su sueño, y ahora es el mío.
Después del funeral, regresé a la empresa, necesitaba distraerme.
Pero nada parecía funcionar, hasta que recordé a mi abuelo.
Mi abuelo, Leonardo Bianchi, padre de mi padre un hombre sabio y fuerte, con un corazón que se volvió de piedra después de perder a su amada esposa, mi abuela.
La muerte de mi abuela lo cambió para siempre, pero conmigo siempre ha sido diferente, como si yo fuera su último vínculo con la felicidad.
Lo visité en su casa, (después de todo debido a su salud no pudo asistir al funeral), un lugar lleno de recuerdos y fotos antiguas.
—Abuelo-lo saludé, abrazándolo fuerte.
—Sofía, mi nieta eres tan fuerte como tu padre- me respondió, su voz llena de emoción.
Hablamos durante horas, recordando a mi padre y planeando el futuro.
Hablamos durante horas, recordando a mi padre y planeando el futuro.
—Abuelo, ¿cómo puedo hacer que la empresa crezca sin él?- pregunté, buscando su sabiduría.
—Sofía, tu padre siempre dijo que la clave del éxito era la innovación y la pasión. No te rindas nunca, tu padre te entreno para que un día sigas con su legado- respondió, su voz llena de convicción.
-—Lo haré, abuelo. Pero necesito ayuda. No puedo hacerlo sola aún soy muy joven, y no quiero cometer errores- admití, sintiendo un nudo en la garganta.
—Ya lo sé, niña. Tu padre también lo sabía. Por eso siempre hablaba de buscar un socio fuerte... alguien que compartiera su visión- dijo, mirándome fijamente.
—¿Alguien como quién, abuelo?- pregunté, intrigada.
—Alguien con experiencia, con visión y con pasión. Alguien que te complemente, Sofía- respondió, sonriendo ligeramente.
Me quedé pensativa, procesando sus palabras.
—Abuelo, creo que sé a quién podría ser- dije, una idea surgiendo en mi mente.
—¿Quién, mi niña?- preguntó, curioso.
—Aleksandr Petrov... He oído que es un inversor astuto y un empresario exitoso- respondí, recordando las historias que había leído sobre él.
—Sí, lo conozco. Un hombre inteligente y ambicioso. Pero también es un jugador, Sofía. ¿Estás segura de que quieres meterlo en tu juego?-me advirtió, su expresión seria.
—Abuelo, no tengo otra opción. La empresa necesita crecer, y no cualquiera puede ser socio de un Bianchi, no cualquiera será mi socio, el es el indicado en lo que a negocios respecta-insistí, decidida.
—Está bien, eres inteligente Sofía, nunca olvides que eres una Bianchi, Confía en tu instinto. Pero ten cuidado con Petrov. No es un hombre fácil de tratar.
—Lo tendré en cuenta, abuelo. Gracias por tu consejo- respondí, abrazándolo fuerte.
- 'De nada, mi niña, recuerda que siempre contarás conmigo para aconsejarte. Ahora ve y haz que tu padre se sienta orgulloso de ti. me dijo, sonriendo.
Me fui de su casa con una sensación de determinación y propósito.
La empresa de mi padre debía crecer, y yo iba a hacer que eso sucediera, con la ayuda de Aleksandr Petrov o sin ella.
Regresé a la oficina, lista para enfrentar el futuro.
Pasé el resto del día revisando documentos y planeando estrategias.
Mi padre siempre dijo que la preparación era la clave del éxito.
—'Sofía, siempre debes estar un paso adelante' me decía.
Y eso era exactamente lo que iba a hacer.
Al día siguiente, me reuní con mi equipo para discutir nuestros planes.
—Chicos, necesitamos crecer. Necesitamos innovar' les dije, mirándolos a todos.
—señorita Sofía, ¿cómo planea hacer eso?-preguntó mi diseñador gráfico, Carlos.
— Buscando un socio fuerte. Alguien que nos ayude a crecer y a innovar.
—¿Alguien como quién, Sofía?-
preguntó Lucía, mi asistente.
—Alguien como Aleksandr Petrov- respondí, mirándolos a todos fijamente.
Hubo un silencio en la sala, como si todos estuvieran procesando la información.
—Petrov... ¿el inversor?- preguntó Carlos, rompiendo el silencio.
—El mismo. He oído que es un hombre astuto y con visión- respondí, asintiendo.
—Sí, pero también es muy exigente- agregó Lucía, frunciendo el ceño.
—Lo sé, pero vale la pena intentarlo, no por nada somos una de las mejores empresas, y emos mantenido nuestro lugar, com ayuda de Aleksandr en poco tiempo nos pocisionaremos como los número uno.
—Estoy de acuerdo, Sofía- dijo Carlos, asintiendo.
—Yo también- agregó Lucía, sonriendo ligeramente.
—Bien, entonces está decidido. Lucía, por favor, investiga todo lo que puedas sobre Petrov Inversiones y su equipo- ordené.
—Ya en eso estoy, Sofía- respondió Lucía, sonriendo.
—Excelente. Carlos, necesito que actualices nuestro portafolio y prepares una presentación impactante. Quiero que Petrov vea nuestro potencial-le pedí.
—Lo tendré listo para mañana- prometió Carlos.
—Perfecto. Entonces, mañana nos reunimos para revisar todo y el lunes nos reunimos con Aleksandr Petrov- dije, mirándolos a todos con determinación.
Editado: 28.09.2025