En una casa, con una hermosa fachada color blanco y un hermoso jardín, ubicada en la orilla del mar, muy muy cerca de lo que es uno de los dos puentes que tiene la isla, dentro de esta casa particular, yacía dentro de ella un hombre con una ostentosa vestimenta, estaba el recostado sobre su cama, llorando desconsoladamente, al lado de la cama estaba un hombre con una capa y un bastón, se veía con más edad que quien lloraba en la cama, este ultimo suspiro para decir a continuación
- Señor, no puede pasar el resto de su vida llorando en esa cama, lleva ya al menos un mes en esta situación, creo yo que es hora de salir de la cama y prepararse para la revancha-
El hombre que estaba en la cama, intento secarse las lagrimas de su cara juvenil, no debería tener poco más de 25 años, se sentó un momento para con una voz rota decir
-Suhoja... ¿Por qué sigues aquí? - sorbió con la nariz los mocos que salían de ella y entonces continuo -Tu trabajo termino cuando fui derrotado en el duelo mágico ¿Por qué no me abandonaste igual a los demás? - después con la voz bastante baja, susurrando algo pero con la intención de ser escuchado -No merezco tener compañía-
Un leve silencio lleno la habitación, cuando Suhoja volteo a abrazar al joven, y entonces fue cuando le dijo con un tono de seguridad y con lagrimas en los ojos
- Joven Sony-e... yo le prometí a su padre que jamas le abandonaría, pase lo que pase, y aun cuando usted ya no sea el rey, yo seguiré protegiendole hasta que mis días en este mundo terminen-
Una tos en la puerta de la habitación rompió el momento, un joven de la misma edad que la de Haru, con cabello azul, y con unos ojos que intimidaban y con un tono frió e imponente exclamo
-Que bello momento, pero seria una lastima que usted se quedara en cama para siempre señor... - Suhoja, casi por reflejo, coloco su bastón en dirección al extraño, que estaba en la puerta, la punta del bastón se ilumino, pues magia comenzó a fluir a ese mismo punto, entonces prosiguió -No te me pongas violento anciano, que no quiero que nadie salga herido - detrás del extraño salio una figura espectral, una bola flotante, con un enorme ojo, tentáculos fragmentados con ojos en las puntas de estas, y un color rojo sangre.
-¿Qué demonios es lo que buscas aquí?- Exclamo con determinación Sony-e, y con un chasquido de dedos, la puerta de la habitación se cerro, y el extraño se quedo sin la capacidad de huir, o eso era lo que el mago pensaba, pues la intención de este extraño personaje, nunca había sido huir.
Con un tono de genuina impresión -Ohh, viejo, eso fue impresionante... Mira, yo vine aquí a ayudarte...- El rey destronado cambio su expresión determinada, por una de interés, y con un movimiento de cabeza le indico que siguiera -Hagamos un golpe de estado y recuperemos la corona para ti, solo necesito que nos des lo que viene en esta lista- y le lanza una lista en la que vienen varias cosas:
-Un barco grande, en el que quepan al menos 60 personas
-Provisiones para al menos un mes ((para 56 personas)
- Dinero de la capital, más de 100 000
-Armas y pociones
Entre otras cosas, eran las que venían en la lista, tras leer la lista con detenimiento, Suhoja, quien aun miraba con desconfianza al extraño, le pregunto en un tono comprensivo
-¿Cual es su decisión señor? -
A lo que Sony-e contesto con una mirada que reflejaba toda la ambición que yacía en su corazón
-hagamoslo, Suhoja, dale a este hombre todo lo que pide-
-¡Pero señor!- Replico el sirviente real
-Pero nada Suhoja, es hora de retomar lo que es nuestro por derecho- dijo con un tono agresivo y prepotente, y con una sonrisa que no auguraba nada bueno, y posteriormente agrego-Oye, ahora que lo pienso, chico... ¿Cual es tu nombre?-
-¿Mi nombre?- dijo el extraño de cabello Azul... -Llámeme Jan... Jan-Denn-
[CONTINUARA]
Editado: 21.11.2018