Travesía [pasajeros #2]

Capítulo 49

Antes de poder responder, algunas balas golpearon parte del suelo, y Owen tuvo que dar un brinco para cubrirse detrás de un par de botes chamuscados que servían muy bien de barricada.

—¡Miren quién llegó! —era Killian, del otro lado de los botes—. ¡El hijo pródigo ha vuelto a la Isla! 

—¿Qué demonios está sucediendo? —clamó Max.

Mas balas golpearon el bote.

—Dame eso —Owen tomó el rifle de Max, cargó el seguro, y se alzó diez centímetros por encima del bote para abrir fuego. Tres disparos fueron suficientes para silenciar a los quisquillosos que tanto se molestaban en querer eliminarlos del Puerto—. Listo. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué están atacando a…?

—Ben recuperó su cuerpo joven —dijo Max con rapidez—. Tomó a James como un títere, le robó su fuerza para vivir, o algo parecido, asesinó a Dianne… 

—¿QUÉ?

—Tiene a un Usurpador en sus filas, ¿los recuerdas? —corroboró Killian, recargando su pistola—. Hocicortos, algunos hombres de mi padre… 

—Hirió a Scott con un raptor en cuanto llegamos a la Isla hace unos días… ¡OH! Y paralizó la Pirámide.

Fue como si un balde de agua helada hubiera caído de repente sobre Owen y de un segundo a otro hubiera sido el despertar de todos sus sentidos.

—¿QUÉ BEN QUÉ…?

—¡Paralizó la Pirámide! Con un simple rasguñó… la dejó quieta. Dylan dice que no se mueve a partir de…

—Claro que no se mueve —Owen volvió a levantarse y a echar un vistazo al Puerto. Menudo caos el que estaba apoderándose de uno de los puntos más vivos de la Isla. El fuego, abrumador, engullendo parte de los túneles y puentes que llevaban del mercado a algunos barcos varados. Tiros por aquí, tiros por allá. Más de tres docenas de cuerpos en el suelo, y también flotando por las aguas—. Ben es un maldito genio.

Claro que lo era. Había hecho su trabajo en la Isla. Había hecho su trabajo en la dimensión real. Aurora no era su plan b. No, claro que no. Aurora era la segunda parte de su plan. Sin duda alguna la había despertado para hacer una especie de trabajo de contrabando mientras él se encargaba de su parte, en la Isla. Mientras Ben había actuado en el Triángulo, la hija de Pandora había creado una serie de homicidios con un objetivo, y sólo uno: general la suficiente energía oscura para poder abrir un portal que no requiriera de la energía del Triángulo. 

Por eso Aurora había matado a tantas personas. No importaba si eran Pasajeros o no. Sólo necesitaba sangre sobre sus garras para generar la suficiente energía y poder abrir portales diferentes a los que Owen hubiera visto en su vida. 

Ben ya sabía que Owen intentaría cortar la raíz del Árbol Milenial. Nada se le escapaba. Tenía todo perfectamente calculado. 

—¿Owen?

—¿Qué? —se había perdido.

—¿Cómo llegaste aquí? ¿Qué está pasando allá?

¿Cómo podía explicarlo? No era el momento, ni la situación requerida, para poder explicar toda la Travesía que se había llevado a cabo.

No sabía qué haría. Había fuego por doquier, los estaban rodeando, y de lo único que estaba seguro era de que tenía que volver al Park Lane. Costara lo que costara.

 

 

James se sostuvo con firmeza justo en el momento donde Selina tomó el timón de la nave, y el barco comenzó a avanzar contra viento y marea en dirección al puerto.

—¿Cómo demonios aprendiste a navegar una cosa de estas? —bramó Scott, desde la cubierta, sujetándose de las sogas que tenía en frente—. ¿Acaso hay cursos intensivos de navegación en la Isla?

—¡Siempre tuvimos este barco escondido cerca del Puerto por órdenes de Owen! —respondió Selina, sonriendo con mucho entusiasmo—. Pensó que algún día se iba a requerir.

—Owen es alguien sabio —musitó James—. Pero eso no responde la pregunta. 

Selina se rió.

—Dylan y yo aprendimos de Geoffrey, hace un año…

—¡Pensé que Geoffrey odiaba a Dylan!

—¡Y lo odia! Pero se somete al líder de la Isla sin importar qué o quién. ¡Cuidado! 

El navío embistió una ola que intentó frenarlos. Cosa que no ocurrió.

Después de separarse, Selina llevó a su grupo hasta la costa, donde sólo ella abordó aquél barco llamado Mary Celeste, supuestamente desaparecido en el Triángulo unos ciento cincuenta años atrás, y con miles de teorías que rodeaban sus navegaciones. A partir de ahí, todos los Pasajeros, junto con Liam y Brad, se distribuyeron a lo largo del Puerto para el momento del ataque.

Liam y Luna estaban en la proa del barco, sujetando algunas cosas con las amarras, y cargando los pocos cañones que, tiempo atrás, Owen se había encargado de pedir prestado al Capitán Geoffrey. Ahora era una fragata de combate. No tan oficial, pero al menos funcionaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.