Travis, el robot humano

002

Narrador: Dafne

Tiempo: Presente.

Fecha: 15/05/2022.

Lugar: Entrada del edificio científico en el que estudiaban.

—Bueno chicos—la señora Agnes estaba mucho más emocionada que nosotros por la excursión—, en el papel que se les dio esta mañana, esta anotado el autobús en el cual van a ir, así que, sin más, les deseo un feliz viaje.

Revise el papel en el cual estaba anotado alguna información sobre el viaje, me tocaba el autobús número tres.

—La viaja está más feliz que nosotros—Dylan me rodeo el cuello con un brazo.

—Dylan deja de llamarla vieja—le quite el brazo de mi cuello—. ¿En qué autobús te toco?

—En el tres, pero soy capaz de colearme por ti mi amor—hizo un gesto con la boca como si me estuviera dando besos.

—A veces pareces mi novio—lo regañe—. Y no, no te vas a tener que cambiar de autobús, yo también estoy en el tercero.

Dylan era un buen amigo, era como un hermano mayor para mí.

Nos conocimos por medio de la universidad, él se me acerco hablamos, y resulto que tuvimos muchas cosas en común.

—Buenos días estrellitas, la tierra les dice hola—Daniela apareció con dos maletas de mano y dos mochilas colgadas en el hombro.

—¿Y a esta que le paso? —Dylan se detuvo mientras observaba la cantidad de maletas que tenía Daniela.

—Ya sabes cómo es Daniela—continúe mi camino mientras que Daniela y Dylan me seguían.

—Bueno, el equipo triple D va a viajar hacia Hajton—Dylan salto de la emoción.

Veamos que sorpresas me trae este viaje.

—Bienvenidos a Hajton—Agnes todavía tenía una emoción sorprendente—, cada grupo será dividido en dos personas por habitación, hombres con hombres y mujeres con mujeres, están a todo su derecho de escoger.

—Y luego se preguntan por qué les salí gay—murmuro Dylan a mi lado.

Estábamos en la recepción del hotel donde nos estaríamos hospedando los dos días que estaremos en Hajton.

—Bueno—me gire hacia mis dos amigos—, supongo que Daniela y yo tendremos que compartir habitación, Dylan, por favor no espantes al chico con el que compartas la habitación esta vez.

Si, Dylan tenia cierto talento para espantar personas, y más sencillamente si eran hombres.

Una habilidad que se le daba lo suficientemente bien.

—¿Cómo que no espante a nadie esta vez? —Dylan se llevó una mano al pecho ofendido—. Perdóname, pero yo soy un encanto de persona, yo no espanto a nadie, las personas se van porque soy mucho para ellos, son dos cosas muy, pero muy diferentes.

—Si claro—Daniela entró en la conversación—, díselo al chico que termino vomitándote en el bar porque los nervios de no saber cómo escapar de ti le ganaron.

Mientras ellos dos seguían peleándose por cosas demasiadas estúpidas, yo me dispuse a buscar la llave del cuarto donde no estaríamos quedando Daniela y yo.

Un dúo muy dinámico, lo sé.

—¿Dafne? —una voz conocida dijo mi nombre a mis espaldas.

—La misma en vivo y en directo—me di media vuelta para enfrentar a la persona que preguntaba por mí.

—Soy Daniel—el chico extendió su mano hacia mí.

Genial, otro amigo por la D.

Pero hay algo que todavía no me convence, este chico se me hacía muy conocido.

Tome su mano gustosa—. ¿Te conozco de algún lado?

—No, reconocería unos zapatos así apenas los vea.

Baje la vista y observe mis zapatos, sin duda son únicos e inigualables.

—Supongo que gracias.

Todavía recuerdo aquella vez que compré esos zapatos y lucían tan aburridos, un día los pinte y los decore a mi gusto.

Fue la mejor decisión en mi vida, y mira que no soy de esas que comenten buenas decisiones.

El 100% de mis decisiones, el 99% son malas.

Me he tomado muy en serio el dicho de “quien tenga miedo a vivir que no nazca”

—Oye—Daniel me saco de mis pensamientos—, ¿quieres ir con nosotros a investigar un lugar que está a siete minutos caminando de aquí?

—¿Nosotros?

—Si—señalo a un par de chicos que estaban hablando muy cómodamente entre ellos—, ellos son mis amigos.

—Oh, pero, ¿si sabes que tenemos prohibido salir no? 

—Sí, pero nos escaparemos.

Escaparnos.

Nunca he sido ese tipo de chica que se escapa para ir a fiestas, es más nunca voy a fiestas.

—No lo sé.

—Si no quieres ir no hay problema.

—No—observé a mis amigos—. Déjame preguntarles a ellos a ver qué opinan.

Daniel asintió mientras yo empezaba mi camino hacia mis amigos los cuales seguían discutiendo.

¿Cuánto tiempo llevan discutiendo?

—Chicos—traté de llamar su atención, pero fue imposible, seguían discutiendo. Chicos—volví a intentarlo, pero fue ignorada nuevamente—. ¡Chicos! —esta vez sí me prestaron atención.

—¿Qué? —respondió un fastidiado Dylan mientras le enviaba unas miradas de rencor a Daniela, la cual si me estaba prestando atención felizmente.

Seguro que por lo que estuvieran peleando, ella tenía la razón.

Es una chica muy segura de sí misma.

—Pueden dejar de pelear cinco segundos y prestarme atención—los dos asintieron mientras yo suspiraba—. Acabo de hablar con un chico, el cual nos está invitando a ir a investigar un lugar que queda a seis minutos de aquí, ¿qué dicen?

—¿Qué chico? —pregunta Dylan olvidándose de la discusión que tenía minutos atrás con Daniela.

—Se llama Daniel—lo busque con la mirada y lo señale—. Es aquel chico que esta allá.

 —Daniel Williams—comentó esta vez Daniela—. Yo voy.

Dylan dudo antes de asentir igualmente—. Yo también voy.

—Muy bien pues le informare a Daniel.

Antes de darme la vuelta para informarle a Daniel, Daniela me interrumpe.



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En el texto hay: locura, robots, cientificos

Editado: 26.01.2022

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