Travis, el robot humano

006

Abrí mis ojos lentamente, y al instante los cerré.

Era lindo viajar sí, pero no despertarse a las seis de la mañana para ir a un museo y anotar novedades sobre cada una de las cosas que se encuentren allí.

Pero lastimosamente así tenía que ser, estaba en un paseo de viaje escolar, el cual consistía en estudiar.

Vaya dato, ¿no?

Pero al fin de cuentas me tuve que parar porque iba cinco minutos tarde, y no fue un lindo despertar, no, me caí de la cama, llevando con ello un buen golpe en la cabeza.

No empezamos el día bien, y eso ya me está preocupando.

Con un insoportable dolor de cabeza baje a la recepción y al instante ubique a mis amigos.

—Muy buenos días—me acerque a ellos, los cuales se encontraban muy felizmente hablando en una esquina de la recepción muy alejados.

Me preocupe al instante, no porque estuvieran alejados, sino porque estaban muy alegres, ¿acaso ya se habían vuelto locos?

Si mi memoria no falla, ellos dos se la pasan peleando cada cinco minutos, y verlos felices no es del todo común.

—Muy buenos días Dafne—Daniela me abrazo como si hoy fuera mi último día en el planeta tierra.

¿Se acerca el fin del mundo y yo todavía no me he enterado?

Okey, en definitiva, me había vuelto loca.

Capaz y el golpee me estaba haciendo alucinar cosas.

Sí, debía ser eso.

Alejé mi amiga muy preocupada y abrí mi linda y hermosa boca para arruinar el momento—. ¿Estas drogada?

Sí, le pregunte a mi amiga si estaba drogada, ganándome un puñetazo no tan duro, y una muy linda cara—nótese el sarcasmo—, por parte de ella.

Sí, sin duda he empezado mi día con el pie izquierdo.

—No Dafne, no estoy drogada—se alejó de mi para poder cruzarse de brazos—. Solo quería ser una muy buena amiga y darte un abrazo es todo.

—Ah… ¿y por qué querías darme un abrazo?

—Sabes que Dafne olvídalo.

—Dafne—Dylan entro en la conversación solo por abrir su boca donde siempre salen estupideces—, si sabes que golpearte la cabeza para poder aprenderte bien las cosas no funciona ¿verdad?

Genial, algún día de estos le callare la boca con un lindo puñetazo de mi parte.

—No Dylan, no me golpee la cabeza, me caí de la cama y me golpee fuertemente la cabeza eso paso—me frote la cabeza con la palma de la mano, de seguro tenía un gran morado, si no fuera así Dylan no habría abierto su gran bocota.

Siento un amor odio por él, en serio.

Pero eso no va a el caso.

—¿Qué haremos hoy?

—No lo sé—Daniela se cruzó de piernas en el suelo—, nos citaron aquí desde hace unos minutos, pero aun nadie ha bajado.

Bueno, al menos no se dieron cuenta de que llegue tarde.

Por fin una gran novedad para la mierda de día que estoy llevando.

Tal vez mi día ya estaba empezando a mejorar.

Lastimosamente hable muy pronto.

—Mendoza, Arismendi y Jones acérquense un momento por favor—Agnes estaba a un lado de la recepción, y su cara no pintaba nada bueno.

De por si las caras no pintan.

—¿Creen que nos hayan descubierto? —pregunto una asustada Daniela.

Sí, si lo creo.

—No—respondí, pero mi voz me engaño—. Bueno esperemos que no.

Los tres tomamos camino hacia donde estaba Agnes, quien nos recibió con una sonrisa de boca cerrada.

Esta señora sí que tenía cambios drásticos de humor.

—Chicos, nos llegó una queja de uno de sus compañeros y nos dijo que los vio salir del hotel junto con otros compañeros, ¿es verdad eso?

Sí, si nos han descubierto.

— No—Dylan se adelantó por todas nosotras—. Solo llamé a las chicas para que me entregaran algunos snacks que metí en sus mochilas sin querer.

—Bueno, eso espero.

Los tres no observamos y el alivio era notorio en nuestras miradas.

La vieja se creyó el cuento.

—Bueno muchachos—Agnes se dio media vuelta observando a todos nuestros compañeros—, hoy vamos a ir a un museo, llévense hoja y papel para anotar todo porque después les haremos un pequeño interrogatorio.

¿En qué demonios estaba pensando a la hora de estudiar ciencia?

La verdad es que no lo sé.

La verdad es que la charla en el museo fue más interesante de lo que pensaba.

Y adivinen de que era el tema, de robots.

Mucha coincidencia lo sé.

“—Bueno chicos—el asistente que nos estaba explicando tomo asiento—. Sé que en algún momento a algún científico le gustaría ser el creador de un gran y excelente experimento, pero tenemos que recordar que no siempre se logra al primer intento y que para lograrlo se tiene que estudiar muy bien.

» Hoy hablaremos de robots, como se crean y todo ese tipo de cosas”

Recordé todo lo que nos dieron hoy, y lo mucho que m servirá para poder revivir a el robot que encontramos en aquel edificio.

Y cada día estaba más segura de que lo iba a lograr.



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En el texto hay: locura, robots, cientificos

Editado: 26.01.2022

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