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Los días pasaron muy rápidamente.

Hoy fue el último día en Hajton y la verdad fue más lindo de lo que imagine.

Después de llegar del museo nos hicieron el interrogatorio que nos habían dicho que nos harían.

El día siguiente fuimos a visitar el lugar, tomándolo como “día libre” para todos los estudiantes e incluso para los profesores, quienes lo pasaron muy bueno en el bar cerca del hotel.

Gracias profesora Rachel, por siempre subir todo a sus historias de Facebook.

Y ahora me encontraba en la sala de mi casa junto a Dylan y a Daniela, los cuales no habían peleado el día de ayer, cosa que me pareció un poco rara pero aun así ignore.

—¿Cómo demonios vamos a poner a funcionar a un robot el cual tiene una cantidad de años, los cuales no sabemos, por cierto? —pregunte mientras apagaba la televisión y me acomodaba a ver a ms amigos.

Dylan tenía la cabeza abajo del sofá y los pies arriba de este mientras que Daniela se estaba peinando el pelo mirando hacia la nada.

—A mí no me metan en eso—Daniela se puso de pie—. Les recuerdo que yo no quería tener nada que ver con ese robot y ese edificio abandonado.

—Pues te jodes—Dylan se pudo igualmente de pie—, eres nuestra amiga fuiste con nosotros a ese laboratorio, ahora te toca apoyarnos en esto.

Y así fue como Daniela se encendió como un fosforito empezando una así una pelea entre ellos dos.

Ya me había parecido muy raro que no habían peleado.

—¡Por dios cálmense!, ¿no pueden pasar un santo día sin pelear?

—No—ambos giraron su cabeza en mi dirección.

Yo por mi parte me dispuse a encender la laptop y entrar a google.

Tenía que obtener información sobre qué había pasado allí.

“Laboratorio científico abandonado en Hajton”, presione la lupita y una cantidad de información apareció en cuestión de segundos.

—Chicos, vean esto—los chicos dejaron de discutir y se pusieron a mi alrededor observando la laptop y la información que contenía.

Presioné uno de los diez mil artículos que aparecían y entonces pude entender el porqué de su abandono.

—El laboratorio científico Rapston ubicado en Hajton—me dispuse a leer el artículo en voz alta para que mis amigos escucharan—, fue un laboratorio muy famoso en el año 2013, esto ya que el científico Richard, cuyo apellido se desconoce, y otros cuatro chicos más, los cuales se desconoce sus nombres, apellidos y caras igualmente, fueron los creadores del famoso robot Travis.

El robot fue presentado al mundo el 29/03/2013, en el mismo laboratorio científico.

Después de unos meses fue presentada el segundo robot creado igualmente por Richard y los cuatros señores, pero después de un tiempo el segundo robot empezó a presentar fallas que hoy en día se desconoce.

La gente empezó a olvidar a Travis haciendo que Richard perdiera la fama que había obtenido desde ese entonces.

El laboratorio científico fue abandonado debido a que no podía pagar las cuentas, a medida del tiempo se hospedo gente allí, pero fue sacada por el gobierno.

Actualmente el laboratorio se encuentra en las mismas circunstancias, pero para el día 20/05/2022, el laboratorio será explotado y allí construirán un centro de rehabilitación—termine de leer el artículo mientras observaba a mis amigos.

Todo iba mal.

—Chicos, esa fecha es en tres días—Daniela fue la primera en romper el silencio que se había creado entre nosotros.

—Sí, y el plan de Dylan lo íbamos a ejecutar el 23, cuando lleguemos el robot, que ahora sé que se llama Travis estará volado en mil y un pedazos—me pare del sillón para ir a la cocina y tomar un vaso de agua.

“—Okey el plan es el siguiente—Dylan agarro las sabanas que tapaban los muebles del polvo y se las ponía encima a el robot—, vamos a ocultar a el robot, luego dentro de unos días le pediré el carro a mis padres para venir a Hajton con la excusa de que tenemos que hacer un trabajo, vendremos por el robot lo montaremos en el auto y lo esconderemos en mi garaje.

—La idea no me convence—negué mientras movía mi dedo índice en forma de negación.

—¿Tienes otra idea?

—No—Daniela intervino—, y es por eso que vamos a ejecutar el plan de Dylan, porque es lo único que se nos ocurre hasta ahora”.

Dios mío, ese robot había complicado mi vida de una manera estresante.

—Entonces, ¿qué se supone que haremos? —Daniela se recostó en una de las encimeras de la cocina.

A decir verdad, no se me ocurría una gran idea, pero si quería volver a poner a funcionar a ese robot primero tendría que evitar que estallara en millones de pedazos, y si quería que eso no pasara tenía que actuar de inmediato.

Y solo se me ocurría una idea.

—Dylan, ¿tus padres están dispuestos a prestarnos el carro ya mismo?

Y allí entendí que iba a cometer una gran locura.