Trece: Serendipia

C A P I T U L O 3 0

Continuaron con su camino hasta que se toparon con la última persona que deseaban encontrarse.

—Vaya, vaya— esbozó aquella voz irritablemente familiar.

En su forma humana comenzó a dar vuelta alrededor de los presentes mientras ellos mantenían una expresión de seriedad.

—¡Qué agradable sorpresa!— comentó con ironía.

—¿Sorpresa?— replicó Phoenix— Sabes que no es ninguna casualidad.

Finalmente, el lobezno se posó frente a ellos.

—¿A quién quiero engañar?— soltó una carcajada— Los he estado buscando como un maldito idiota, prácticamente, desde que se marcharon— su rostro se ensombreció.

—¡Dinos lo que quieres y lárgate!— ordenó Phoenix con furia.

Sus ojos se posaron fijamente en mí.

—¿Acaso no es evidente lo que deseó?— dio un paso hacia atrás.

Formo una sonrisa antes de girar su mirada hacia donde se encontraba Phoe a lo que Pólux se apresuró a cubrirla poniéndose delante de ella.  

—Que conmovedor, en serio si te tuviera corazón estoy seguro de que estaría emocionado, pero, ¿qué creen?, no lo tengo.

—¡No voy a entregarte el cofre!— advirtió Phoe.

Sonrió con la maldad que lo caracterizaba.

—Solo contigo es suficiente— replicó con serenidad.

Esta vez fue Phoenix quien se posó delante de Pólux para protegerlos a ambos.

—Ni siquiera pienses en hacerles daño porque vas a lamentarlo— amenazo.

Tyr soltó un suspiro de molestia.

—Que molesto se volvió esto— se quejó—¿Qué harás primito?, estoy ansioso por saberlo— replicó con ironía.

Phoenix intento controlar su furia lo más que pudo, pero Tyr lo hacía cada vez más difícil.

—Por favor, háganse a un lado— pidió a Phoe y Pólux.

Phoe tomó a Phoenix del brazo.

—Phoenix, por favor no le des lo que está buscando— rogó en referencia al enfrentamiento que se desataría.

Phoenix se giró hacia ambos.

—No se preocupen, todo va a estar bien— tranquilizo— Pueden huir mientras yo me encargo de él.

—No te dejaremos solo— afirmo Pólux.

Phoenix observo a Phoe quien tampoco tenía planeado huir mientras Phoenix se enfrentaba a Tyr.

—Bien, pero déjenme esto a mí, esto es entre él y yo— pidió.

Ambos asintió y se apartaron de Phoenix para posteriormente cubrirse detrás de la arboleda.

—No sé que ganas con todo esto— comento Phoenix con una cansada mirada.

Tyr soltó una sonrisa carente de humor.

—Te sorprenderías— replicó.

—Sorpréndeme— pidió.

Tyr comenzó a dar ligeros pasos hacia Phoenix.

—Para empezar, me vengaría de ti— con cada frase daba pequeños pasos hacia Phoenix—Me liberaría de ser un fenómeno de una vez por todas y por último, cuando la muerte de su querida Phoe sea un hecho, voy a estar en primera fila observando como sufren sin consuelo, como se ahogan en sus propias lágrimas y como todo a su alrededor se destruye.

Phoenix dio una profunda bocanada de aire.

—¿Cuándo comenzaste a odiarme? Por qué?— interrogó Phoenix.

—¿Por qué?— repitió—Creo que ya te lo había dicho, pero te lo recordaré con gusto— hizo una breve pausa— Mi padre siempre me ha comparado contigo, que tú eres esto, tú eres aquello, todo tenía que ver contigo y eso fue alimentando poco a poco el odio que iba creciendo en mí cada vez más, hasta que se convirtió en lo que es hoy en día, pero voy a demostrarle que puedo ser mejor que tú… El traicionarte fue un gran paso, fue allí cuando comenzó a notar que podía ser capaz de muchas cosas— respondió con cierto orgullo.

Phoenix se quedó en silencio por unos segundos.

—Entonces, ¿crees que siguiendo los pasos de nuestros padres vamos a conseguir algo?— replicó.

—No, pero es un comienzo.

Dicho esto, sus colmillos se hicieron notar, su ropa comenzó a deshacerse de su cuerpo y una gruesa capa de vello cubrió todo su cuerpo, su cara se alargó hacia adelante, su mirada se tornó con furia y sus ojos en un opaco rojo.
Era una clara señal de que se está transformando y Phoenix debía hacer algo al respecto.

Siguió sus pasos y su forma lobezna salió a la luz.
Ambos quedaron en su forma animal.

Segundos después sintió los colmillos de Tyr atravesando su lomo y el dolor se hizo notar en el mismo instante.
No dejo que eso lo debilitara y logré sacarlo de encima de él para posteriormente atacarlo en el cuello con sus garras.
Solo un rasguño, no fue la gran cosa, pero logro atacarlo por más mínimo que haya sido.
Volvió a la pelea en segundos y se abalanzó nuevamente sobre Phoenix dejándolo debajo de él.

—No entiendo por qué mi padre me comparaba contigo, eres tan débil como el resto de los elegidos— Tyr hacía notar su furia cada vez más.

Tomo fuerza y lo arrojó centímetros de él con una estampa.
Rápidamente, regresó hacia el sitio del enfrentamiento.

—¿Por qué no lo hacemos a la antigua?— indagó con el odio impregnado en su mirada.

Volvió a su forma “humana” y esperó a que Phoenix hiciera lo mismo.
Así lo hizo. En un abrir y cerrar de ojos Tyr volvía a estar encima de Phoenix, dándole golpe tras golpe y soltando parte de su furia en cada golpe que le brindaba, claramente Phoenix lo estaba dejando descargarse, así sería mejor darle un golpe de su parte porque lo agarraría agotado y desecho, sin darse cuenta de que eso sería un beneficio para Phoenix, al menos eso era lo que creía.

Phoenix iba a levantarme cuando oyó la voz de Phoe que gritaba sin consuelo, y como no hacerlo, si lucia como un cuerpo sin vida tirado en el suelo, bañado de sangre.

Sintió que los ojos se le adormecían y no podía controlarlo, ellos lo controlaban a él hasta que le ganaron y lograron cerrarse totalmente.

Tanto Phoe como Pólux corrieron hacia Phoenix y se abalanzaron sobre él tratando de que no cerrara sus ojos, pero fue imposible.

—¿Crees que así lo resolverás todo?— indago Phoe con furia.




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