Trece: Serendipia

C A P I T U L O 3 6

Phoe observó con sorpresa a quien se encontraba delante de ella con la sonrisa arrogante que solía caracterizarlo.

—¿Tyr? ¿Qué haces aquí?— interrogó pasmada.

La criatura soltó un fuerte alarido en cuanto oyó la voz de Tyr y se giró hacia él para atacarlo.

—Tal vez podríamos hablarlo en cuanto acabemos con ella— respondió con la mirada fija en la criatura.

Con su mano izquierda, despedazó un trozo de columna para detener el ataque de la criatura y esta se vino abajo.

Antes de que lograra alcanzar a Tyr, le lanzó con gran fuerza el trozo de columna que impactó en el rostro de la criatura.

Phoe rápidamente retomó la postura y formó un gran bloque de hielo para estamparlo contra el dorso de la criatura mientras intentaba atacar a Tyr. Tras el impacto, nuevamente se desvaneció en el aire sin haber sido vista.

—No bajes la guardia— sugirió Phoe. 

Tyr observó a su alrededor en busca de una señal de la criatura, pero no hacía más que oír furiosos alaridos.

—¿Dónde está Phoenix?— interrogó Tyr sin dejar de estar alerta.

—En el jardín, en búsqueda del cofre.

Un sonido comenzó a oírse a lo largo de la habitación, pero no se oía como la criatura, sonaba como si algo se estuviera agrietando.

El gran escalón se estaba desprendiendo y caería justo encima de Phoe, pero se detuvo antes de que impactara sobre ella. Tyr había logrado detenerla, pero podía aguantaría tanto tiempo.

—¡No podre detenerlo durante tanto tiempo, debes salir de allí!

Pero de repente, Phoe comenzó a sentirse extrañamente mareada y cayó desvanecida hacia la acera mientras que la criatura se encontraba detrás de ella.

—¡Dalaras!— se oyó el grito de Tyr.

Tyr comenzaba a perder fuerza y no era suficiente para poder arrojar el escalón a un lado.

Fue en ese momento justo en que finalmente ellos ingresaron por la compuerta de la habitación a espaldas de Tyr.

Aun con el escalón siendo contenido por Tyr, giró la mirada y observó a Pólux en conjunto con los elegidos Jountugi.

—¿Qué les tomó tanto tiempo? ¡Saquen a Dalaras de allí!— se apresuró a pedir.

Pólux llevó la mirada hacia donde se encontraba Phoe y corrió hacia ella.

—¡No puedo resistir más!— la voz de Tyr se entrecortó y sus brazos comenzaron a temblar.

Pero antes de que Pólux llegara hasta ella, Tymon había arrojado una ráfaga de viento que provocó que el escalón impactara contra la pared del lado derecho. Pólux tomó a Phoe entre sus brazos e intento reanimarla.

—Myron, debes llevarlos hasta el jardín, estarán más seguros. Nosotros nos desharemos de la criatura—pidió Tyr.

Myron se limitó a asentir y se transportó hacia donde se encontraban Phoe y Pólux para posteriormente volver a transportarse fuera de la habitación. 

—Manténganse alerta, la criatura es realmente peligrosa.

—¿A qué clase de criatura nos estamos enfrentando?— indagó Deo.

—Pronto lo descubrirás.

Antes de que Deo pudiera esbozar respuesta algún, fue estampado contra una columna del segundo piso.

—Intentemos sofocarla en la fuente— sugirió a Tymon.

Y este asintió a la espera de que la criatura apareciera frente a sus ojos.

—¡Cuidado, Tyr!— se oyó el grito de Leander.

Tyr rápidamente giró la mirada hacia un lado, pero antes de que pudiera reaccionar la criatura lo había tomado entre sus garras para elevarlo hacia lo alto de la habitación y nuevamente con una de sus garras, apoyó la punta sobre el pecho de Tyr y este comenzaba a sentirse mareado.

—¡Tyr!— oyó una voz familiar.

—Están aquí— fue lo último que esbozó con alivio Tyr antes de desvanecerse.

Theo formó un pedrusco de hielo y este impacto en la parte superior de la criatura, en consecuencia, soltó a Tyr quien colisionaría contra la acera, pero Aidan logró tomarlo antes de que sucediera.

Theo comenzó a arrojar capas de hielo para intentar atrapar a la criatura, pero esta escapaba con gran rapidez.

—¿Qué hacemos?— interrogó Deo con preocupación.

—Debe haber una forma de derribarla— respondió Leander.

—Tengo una idea— se oyó la voz de Aidan—Intentaré arrojarla a la fuente, Tymon puede ayudarme con ello y una vez dentro Linus arrojará un relámpago para lograr contenerla con ayuda de Leander y la sacaremos de allí para finalmente envolverla en un bloque de hielo para que posteriormente Deo lo destruya en mil pedazos.

—Podría funcionar, intentémoslo— accedió Leander.

Aidan se refugió detrás de una de las columnas a la espera del ataque de la criatura y en cuanto oyó el alarido y la visibilizó en el segundo piso, con rapidez voló hacia ella para posteriormente arrojarla hacia Tymon quien con una ráfaga de viento lanzó a la criatura hacia la fuente y antes de que pudiera escapar, Leander absorbió la electricidad de las lámparas de la habitación para posteriormente descargarla sobre la fuente, a su vez, Linus había formado grandes nubes acompañadas de relámpagos. Tymon desplegó los ventanales con una ráfaga de viento para permitir el paso de los relámpagos. El sonido de los relámpagos retumbaba por toda la habitación y una lluvia los acompañó posteriormente. 

Linus dirigió los relámpagos hacia la fuente mientras la criatura era contenida por Leander. Janus se deshizo del agua que contenía la fuente y Tymon envolvió a la criatura en un remolino de viento mientras que ambos continuaban conteniéndola con la electricidad y los relámpagos. En ese momento, Theo fue formando una gran bloque de hielo alrededor de ella.

—Todo tuya, Deo— Tymon dirigió el bloque de hielo hacia donde se encontraba Deo.

Un gran golpe impactó sobre el bloque de hielo, lo que provocó que se rompiera en mil pedazos que se esparcieron alrededor de la habitación.

—Lo hicimos— respondió Tymon mientras intentaba normalizar su respiración.

—¿Quién diría que Dambaes y Jountugis se unirían para luchar?— se oyó a Leander.




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