—¿Qué los hizo cambiar de opinión tan de repente?— interrogó Phoenix al observar a todos los elegidos presentes a excepción de Dion.
En la habitación hubo un breve silencio.
—Pólux puede ser realmente perseverante— se oyó la voz de Tyr.
Los presentes se observaron entre si y la tensión había invadido el lugar.
—Ya que todos los elegidos nos encontramos reunidos en el palacio de Kkoch terrestre en donde se debe llevar a cabo la ceremonia, es momento de realizarla.
—¡Phoe!— regañó Pólux.
—Solo, dejemos de prolongarlo por más tiempo. Ha sido difícil para cada uno de nosotros, no quiero continuar esperando.
—Hagamos lo que pide Phoe— se oyó a Phoenix.
Pólux lo observó atónito.
—¡Has dicho que la salvarías! ¿Por qué has cambiado de repente?— era la primera vez que Pólux se mostraba molesto.
—¡No es su decisión Pólux! ¡Tampoco es tu decisión!— replicó Phoe.
Los elegidos inclinaron su mirada y simplemente quedaron en silencio.
Phoe dirigió su mirada hacia el segundo piso.
—En el segundo piso es donde debemos ejecutar la ceremonia.
Y se transportó hacia el segundo piso.
—Myron ve en busca de Dion— ordenó Phoenix—Nos encontraremos en el segundo piso.
Myron asintió ante la orden y se transportó en cuestión de segundos.
Tyr levantó la mirada y con los trozos de escombros esparcidos a lo largo del lugar formó una pasarela para llegar hasta el segundo piso.
—Vámonos— ordenó a los elegidos Jountugi y prosiguió a avanzar hacia el segundo piso.
Leander, Tymon y Deo cruzaron las miradas, pero no había nada que pudieran decir o hacer.
Leander fue el primero en avanzar e imitar la acción de Phoenix.
—También ustedes— se oyó la voz de Tyr.
Y los elegidos Dambaes solo se limitaron a asentir y seguir su orden.
Uno por uno fueron avanzando por la pasarela hasta llegar al segundo piso y al ingresar por la gran compuerta que contenía el símbolo del elemento trece, otra inmensa habitación les dio la bienvenida.
Una habitación con decoraciones en referencia a los elementos y en medio de ella, una especie de litera.
Los elegidos se acercaron hacia ella y al final de la litera observaron una hendidura con el símbolo del elemento trece.
Phoenix observó el cofre que traía consigo entre sus manos y rápidamente entendió que debía depositarlo allí, por lo que se acercó hasta la hendidura y coloco el cofre. Un pequeño reflejo de luz se formó al colocarlo y la cubierta del cofre se abrió de par en par, mientras que otras trece hendiduras se encontraban dentro de él.
—Esperemos por Myron y Dion para comenzar— comentó Phoenix.
En ese mismo instante Myron apareció acompañado de Dion quien se encontraba con una expresión neutra en su rostro.
Phoe procedió a depositar su medallón sobre la hendidura de su símbolo dentro del cofre para posteriormente recostarse sobre la litera mientras que el rostro de Pólux se ensombreció y sus ojos se cristalizaron.
—Siento no haberlo hecho antes y haberlos hecho esperar tanto tiempo— se disculpó Phoe.
Phoenix tragó saliva y se guardó sus palabras, solo complicaría más las cosas.
Una vez que los ojos de Phoe se cerraron, doce mosaicos se elevaron desde el sedimento. Seis mosaicos elevados del lado izquierdo y seis mosaicos elevados del lado derecho con el símbolo representativo de cada uno.
Se observaron entre si una última vez.
—Acomódense en su respectivo mosaico— ordenó Phoenix.
Pero nadie se atrevía a moverse a excepción de Dion, quien fue el primero en acomodarse en su mosaico y otra luz se formó a su alrededor, pero esta vez, la luz permanecía y una pequeña gaveta se abrió frente a él, una gaveta en la que debía depositar el medallon para luego ser llevado hasta el cofre desde el interior de la litera.
Tanto la litera como el cofre estaban conectados y es que ambos habían sido diseñados con un mecanismo para que una vez que los medallones sean depositados en las gavetas, sean llevados hasta el cofre en donde serian resguardados finalmente.
—¿Qué esperas Tyr?— interrogó Phoenix—¿No puedes hacerlo?
Tyr centró su mirada en el cofre.
—No creí que deshacerme del elemento con el que convivimos todos estos años, sería algo engorroso.
Phoenix hizo un breve silencio y prosiguió.
—No lo hagas entonces— replicó y la mirada de los presentes se dirigieron hacia Phoenix.
—¡¿De qué hablas?!— se oyó la voz molesta de Dion—¡No pueden hacer esto ahora!
—Cierra la boca, Dion— respondió Myron.
Phoenix dirigió su mirada hacia Dion.
—Si tanto quieres deshacerte de él puedes hacerlo, yo no lo haré.
—¿De qué hablas, Phoenix?— interrogó Linus.
—"A medida que cada medallon sea sedimentado en el sitio correspondiente en el interior del cofre, el elemento trece se desligara de dicho elemento, al igual que el dueño del mismo"— citó— Es lo que está descrito en el libro de la ceremonia de liberación.
—Eso quiere decir...—los ojos de Pólux se cristalizaron aún más y fue irrumpido por Phoenix.
—Eso quiere decir que cada uno es libre de elegir lo que desea hacer con su elemento, si quieren deshacerse de él o no— dirigió su mirada hacia cada uno de los elegidos—Creía que era mi responsabilidad decidirlo, creía que sería correcto que ustedes se deshicieran de él, pero no lo es, deben decidir por ustedes mismos al igual que lo hice yo.
—¿Es posible?— y una luz de esperanza se reflejaron en los ojos de Pólux.
—Lo es— respondió Phoenix con una leve sonrisa.
—En ese caso mi decisión está tomada.
Phoenix asintió en respuesta.
Aidan se dirigió hacia su mosaico y se posicionó sobre él. Una gaveta se abrió frente a él acompañado de una luz a su alrededor.
Tyr asintió al observarlo.