Phoe y Phoenix se encontraban reunidos en el parque donde solían verse usualmente. Por el momento parecía ser el lugar más seguro para dialogar acerca de los elementos.
—Mi padre ha enviado a alguien para que seamos vigilados y claramente no va a revelar su identidad.
—¿No crees que lo mejor va a ser que hablemos con los elegidos y revelar mi identidad?, ¡no puedo ocultar para siempre que soy el elemento trece!
Un sonido se produjo desde unos centímetros alejados de ellos y con rapidez se giraron hacia el sonido para encontrarse con un Pólux atónito, por lo que acababa de oír.
—¡Pólux!
Tanto Phoe como Phoenix se encontraban estupefactos.
Y en la desesperación, Phoe tomó a Phoenix de su mano para luego formar una campo de tiempo a su alrededor, dejando a Pólux inmóvil.
—Phoe— esbozó Phoenix, aún pasmado ante el descubrimiento de Pólux.
El hecho de que Pólux sea originariamente un Jountugi, le transmitía a Phoenix la liviandad de que no se precipitaría hacia los Dambae y se los diría sin antes intentar comprender la situación y saber el porqué Phoenix aún no lo había notificado ante su complejo.
—¡¿Qué debemos hacer?!— indagó Phoe con inquietud.
—Primero intenta tranquilizarte. El hecho de que haya sido Pólux y no Tyr, es una ventaja. Hablaremos con él y le explicaremos todo, prometo que va a entenderlo y será de ayuda.
—¡Sigue siendo un Dambae!
—Sabes que no lo es originariamente. ¡Tú me lo has dicho!, lo has observado y sabes que se encuentra del lado equivocado, que no es como ellos.
—¿Y si estás equivocado?
—Me haré responsable por ello.
—Phoenix…—Phoe no estaba convencida, pero aun así debía confiar en las palabras de Phoenix.
Phoe se acercó hacia Pólux y lo tomó de la muñeca para adentrarlo en el campo de tiempo e instantáneamente recupero la movilidad.
—Pólux, escúchame bien— Phoenix lo tomó de los hombros, pero Pólux aún se encontraba atónito.
—Primero, vayamos a un lugar más seguro, aquí estamos expuestos, aunque este impuesto el campo de tiempo— sugirió Phoe.
Phoenix asintió y Phoe tomó la mano de ambos para posteriormente transportarlos hacia un sitio familiar para Phoe, al que llegaron en cuestión de segundos.
—¿Dónde estamos?—indagó Phoenix huroneo.
Los tres se encontraban en una habitación de colores fríos con una puerta como única abertura y una lámpara de techo como única fuente de luz. A un lado acomodado, en una esquina, se encontraba una litera y al final de ella, un escritorio con unos cuantos objetos esparcidos.
—En donde habito temporalmente.
Phoe observó a Pólux.
—¿Permanecerás callado por más tiempo?
Pero Pólux no hizo más que observar a Phoe y convencerse a sí mismo de que definitivamente tenía al elemento trece ante sus ojos.
—Pólux— interrumpió Phoenix— Debes oír con atención.
Phoenix tomó a Pólux de sus hombros y lo sentó sobre la litera.
—¿He oído mal?— indagó finalmente Pólux.
Phoenix soltó un suspiro.
—No, no has oído mal, pero hay cosas que debes comprender primero, el porqué no le he notificado al Complejo J de ellos y porque tú tampoco debes hacerlo.
Pólux observó a Phoenix y asintió.
—Les han hablado sobre la Ceremonia de Liberación, ¿verdad?
Pólux asintió nuevamente.
—Hay algo que no nos han dicho y eso es que Phoe debe morir...¡El elemento trece debe morir para que nosotros podamos vivir!
Phoenix soltó una sonrisa desganada.
—Para que podamos vivir sin ser la vergüenza de nuestros complejos.
Las palabras se trabaron en la garganta de Pólux y por más que intentaban luchar para poder salir, Pólux aún se encontraba atónito.
—¿Qué?— indagó finalmente.
—La maldición fue impuesta hacia mi padre— irrumpió Phoe— Tanto yo como ustedes quedamos en medio de una execración infundada por la ira y venganza de uno de los ángeles líderes de Cheongug.
Tanto Pólux como Phoenix fijaron la mirada hacia Phoe.
—No conozco en profundidad la historia detrás, pero como venganza juró arrebatarle a mi padre lo que más ama— esta vez Phoe sonrió sin ganas— Una venganza demasiada elaborada y minuciosa, ¿no creen?
Phoe observó a Pólux.
—Cada vez que utilizan sus elementos me debilito, es un de los precios que debo pagar, pero esa no es la peor parte— Phoe tomó aire y continuo— Son los elementos los que me mantienen con vida y durante la Ceremonia de Liberación por cada elemento quitado, mi nivel de vida irá disminuyendo hasta acabar con ella.
—¿Por qué nunca nos dijeron eso?— Pólux observó a Phoenix afligido.
—Porque sabían que la mayoría de los elegidos iban a oponerse.
—Pero...
—Por eso no debes decir nada, mucho menos a Tyr. Confió en ti y sé que no lo harás, pero debes prometerlo.
Pólux apoyó su rostro sobre sus manos y se oyó un suspiro.
—¡Pólux!
Pólux retomó su postura.
—Nunca saldrá de mi boca, pero debemos encontrar una solución cuanto antes.
—Es lo que intentamos hacer— afirmó Phoenix.
Pólux asintió.
—Por el momento necesito regresar antes de que noten que no estoy.
Phoe tomó la mano de Pólux.
—Sé que no puedes sentirla— dijo en referencia a su mano— Pero aun así quiero agradecértelo de esta manera.
Pólux observó la mano de Phoe apoyada sobre la de él e imaginó lo cálido que debía sentirse y la sinceridad impuesta en un solo toque.
Pólux sonrió en respuesta.
Con la mano restante, Phoe tomó a Phoenix y regresaron hacia el parque.
—Regresaré antes de causar más problemas— avisó Phoe.
Ambos se despidieron de Phoe y antes de poder regresar a sus respectivos complejos, el cielo se tornó grisáceo y los relámpagos comenzaron a sonar con fuerza. Phoenix presionó su marca para darle aviso a los demás elegidos en caso de que las cosas se saliera de control.