Trefazeta Historia de un joven rapero.

Cuatro.

CAPÍTULO IV.

¿Qué sentido tiene la vida?, cuando lo que mas queremos como seres humanos, simplemente lo perdemos, ¿Por qué solo es así?, y no hay explicaciones para ello, solo debes aceptarlo porque fue así que sucedió, de eso se trata todo el trayecto de la vida, un simple ¿conformismo?, entonces que es lo que haces tu como ser humano, ¿quedarte con brazos cruzados?, la repuesta es no ¿cierto?, te levantas y caes nuevamente, pero de nuevo te levantas mas fuerte que antes por cada tropiezo que te da la vida, entonces el me enseño que por cada lamento siempre debemos tener una sonrisa detrás de las adversidades.

 

El cielo estrellado se hace notar, ya entrada en la noche donde él aún sigue al ente, sin decir nada no hay palabras, no es necesario tampoco no es que fuera parlanchín o al menos no se acuerda de serlo, solo se trata de eso caminar, y con cada paso que daba se siente frágil cual papel, las personas siguen su camino y él sin ser notado por nadie, ¿desde cuando ya no le ven?, cuestiona su mente entonces el ente se detiene, entonces ve un lugar muy luminoso, donde la gente iba haciendo una larga fila, ¿qué lugar es ese?.

La mayoría es gente joven que saltaban de alegría por estar ahí, otros gritaban muy entusiasmados, había par cantas por doquiera que viera, gritaban y llamaban a TrefaZeta, un nombre que le ha resultado familiar en su subconsciente, es de esperarse no recuerda absolutamente nada, deseaba de saber de una vez por todas, de quien es él realmente.

- ¿Qué este lugar? Se dirige hacia el ente.

- En este lugar es especial para los cantantes. Le responde.

- Entonces ¿me trajiste a ver un cantante?

- ¿Por qué no entramos y lo averiguas? Le dice.

 

Al entrar al lugar el escenario es distinto a lo que se ve desde afuera, el lugar es gigantesco dentro de el cientos y cientos de personas, esperando al cantante de rap del momento, al parecer demasiado bueno para tener tanto fans entre sus filas, la gente sigue en la espera, el ente le indica que lo siguiera hacia otra zona del lugar, se fueron hacia detrás del escenario donde los camerinos del cantante, estaba ahí el cartel con el nombre escrito y otro donde estaba prohibido entrar, bueno como nadie puede verlo, ¿Por qué no entrar, cierto?, seria pecado no aprovechar la oportunidad.

 

 

Sin más entro junto al ente, se ven en el interior demasiado lujos, joyas e incluso ropa que suele usar, pero de buenas marcas, relojes y cadenas de oros, ¿de que le sirve ver esto?, pero su ojos quedan atrapados en una vitrinas de gorras, al parecer de colección y firmadas por muchos cantantes de rap que suele escuchar, o al menos lo que recordaba de su vida, que es lo que más amaba hacer, también habían membresías de cadenas de hoteles incluyendo de aerolínea, estaba realmente impresionado.

 

- Ya vimos demasiado, vamos al escenario de nuevo. Le dice el ente.

- Esta bien vamos. Dice él quedo.

- increíble ¿no? Le dice el ente mientras caminaban.

- Si quede demasiado impresionado.

- Bueno ahora veras quien es el cantante por el cual todos claman. Le dice el ente con una sonrisa. Las luces se apagaron en el lugar, después donde una luz se enfoca en una persona en el escenario.

- Buenas noches gente, ¿están listos? La gente grita sí. Bien no le hacemos esperar más, con ustedes el increíble, el fenomenal, TreFazeta Wayne. Desde atrás del presentador aparece él, él mismo.

- ¿Pero que demonios?, ¿soy yo? Exclama escéptico.

- Eres tú David, pero para explicarte la situación, debo primero mostrarte otras cosas más.

- ¿Por qué no puede ser ahora?

- el enigma debes resolverlo tu mismo. Le responde sencillo.

 

Le dice el ente que confié en él, le dice el ente que resuelva un ¿enigma?, le dice el ente que es su vida, pero verse cantar con esos instrumentos, con personas a su lado usando instrumentos, la gente gritando su nombre, ahora lo entiende y recuerda un pequeño lapso donde cantaba en las calles, sus letras de vida y de que perdió a una persona importante, pero ese detalle no lo recuerda, ¿cuánto más debe hacer para volver?, y verse ahí en un escenario de calidad, la gente coreando con él, ¿cuándo podrá volver a casa?, la incertidumbre estaba acabando con él.

 

Las verdades estaban a la vuelta de la esquina.

 

Cuando lloras, se para el mundo

y nunca sé que decir,

cuando lloras me derrumbo

y no me sale fingir.

Cuando lloras las horas,

le dan la vuelta a reloj,

cuando lloras a solas

me muerdes el corazón.

Piensa en lo que piensas,

cuando lloras,

cuando me dices que no.

Cuando lloras, se tuerce el rumbo,




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