Treinta días para recuperarte I Sinrin

Séptimo día: Me quedé sin ideas.

Una hermosa noche junto a la compañía de la luna y las estrellas. Una hermosa noche en la cual Morfeo hizo de las suyas.

Una hermosa noche a su lado como los viejos tiempos.

Al levantarse sintió una humedad cálida sobre sus labios, cosa que no dudó en corresponder.

—Buenos días, princesa.

Esa voz no era a la cual estaba acostumbrada a escuchar todas las mañanas, ella se había acomodado tanto al estilo de vida que llevaba junto a Yuna. Ver a Sinb a su lado solo la hizo ver su realidad; jamás sintió algo por Yuna.

—Buenos días, cubito de hielo.

Siete días. Siete malditos días de los treinta que Eunbi había prometido para reconquistarla. ¿Cómo admitiría que no dejo de sentir algo por ella? ¿Cómo hará para cargar con la culpa de su infidelidad hacia Yuna?

Bueno, si de infidelidad hablamos, ella no tenía nada que decir. Engaño a Sinb con Yuju, y ahora estaba engañando a Yuju con Sinb.

Sus actos la delataban, sabía que esto no iba a terminar para nada bien.

—Huele muy bien. No te hubieras tomado la molestia de hacerlo. —Con una sonrisa adormilada, Yerin, trato de salir de la cama siendo detenida y acorralada por Eunbi.

— ¿Tienes hambre? —Preguntó Eunbi sosteniendo las muñecas de Yerin contra la cama. Esta solo asintió. —Yo tengo hambre de ti.

—No puedo hacerlo.

— ¿Por qué?

—Estoy viviendo muchas emociones en tan poco tiempo, apenas puedo sobrellevar algunas y otras salen sin querer.

—Estás diciendo que el beso de ayer, ¿fue un impulso?

—No, no, no, no. Me estás malentendiendo.

— ¿Entonces?

—Solo estas apresurando las cosas.

—Está bien. —Sinb se levantó, liberando las muñecas de Yerin. —Preparé jugo de fresa con huevos revueltos.

— ¡Yummy! Mi favorito. —Responde Yerin con una sonrisa levantándose de la cama en dirección al comedor.

Ambas chicas tomaron un saludable desayuno. Entre risas y recuerdos el tiempo iba corriendo, quizás Bolt estaría envidioso de esto.

Sinb había salido unas horas por una llamada de emergencia de su padre. Yerin por su lado se había quedado en el departamento de la contraria, se sentía rara al estar ahí tan solo vestida con un poleron y ropa interior.

Bastaron treinta minutos para que se tomara una ducha fría y se vistiera adecuadamente.

Unos toques en la puerta la hicieron poner en alerta.

— ¿Quién es? —Preguntó Yerin tomando una sartén de la cocina como arma por si era una persona con malas intenciones, cosa que aprendió en una película.

—Servicio al cuarto.

Aquellas palabras tranquilizaron a la jovencita.

—Pase. —Respondió.

Se quedó en la cocina inspeccionando el frigorífico por si había algunos dulces o postres.

—Ya está arreglado el agua a vapor de la ducha. —Dijo entrando a la cocina el encargado. —Solo evite usar el agua fría y el agua caliente al mismo tiempo. El vapor es algo nuevo que está implementando el hotel y-

— ¿Sehun?

Ambos chicos se quedaron anonadados por la repentina sorpresa, otra vez el destino había unido sus caminos.

— ¡Usted es la linda jovencita del restaurante y el Starbucks!

Un pequeño sonrojo se hizo presente en las mejillas de Yerin. —Sí, soy yo.

— ¿Vive aquí?

—No, bueno, estoy de visita. Aquí vive la otra chica con quién me viste.

—Ah, la chica Grinch.

Una carcajada se escuchó en las cuatro paredes del lugar, no podía negarlo, Eunbi era el Grinch en vida.

—Sí, ella; pero que coincidencia verte aquí. ¿Vives aquí?

—Bueno, obviando el hecho de que acabo de reparar la ducha, creo que sería un no.

—Ay, lo siento. Se me pasó completamente. ¿Trabajas hace mucho aquí?

—No tanto, trabajo aquí pocas veces. Mi amigo, Chen, es el verdadero destapa caños, yo solo vengo a cubrirlo cuando no puede venir. Hoy por ejemplo.

—Se ve que tienes una vida interesante.

—No lo creo, solamente me esfuerzo para seguir adelante.

— ¿Por tu familia?

—También, bueno, tengo un hijo al que cuidar.

— ¿Eres papá?

—Sí, es un niño precioso, tiene dos meses de nacido. —Sehun saco una foto de la billetera que tenía en su bolsillo pasándoselo a Yerin, él tenía razón, era un niño muy bello. —Salió idéntico a su madre y es lo que más adoro.

—Me alegra que tengas a una persona a quien amar mucho.

—Sí, ella es una divinidad de persona, antes de que quede embarazada tuvimos muchos problemas, creo que la llegada de Jihwan nos hizo unirnos más.

—Me alegra mucho, se ven muy felices.

—Gracias, ¿y tú? ¿La otra chica es tu novia?

—Sinb... Bueno, novia, no. Es mi ex.

—Entonces están en planes para regresar.

—Es complicado, que digamos. Tengo muchas cosas en la cabeza que comenzar algo con ella acabaría completamente con lo que me queda de cerebro.

— ¿Qué te dice tu corazón cuando la ves?

— ¿Mi corazón?

—Sí, tu corazón. ¿Sientes lo mismo que antes?

— ¿Qué tiene que ver eso?

—Yerin, si sientes lo mismo que ella como antes esto no terminará bien, pero si sientes algo más fuerte esto funcionará de lo mejor.

Yerin no lo había pensado de esa manera. Era cierto que sentía algo por Eunbi, pero, ¿Era igual o más fuerte que antes?

—Creo que tengo mucho que pensar hoy.

—Es lo mejor, ya se me pasó mucho tiempo aquí, supongo que me estarán buscando. —Una tarjeta de la billetera de Sehun salió y varo en las manos de Yerin. —Es mi tarjeta, ahí está mi número, si deseas hablar con alguien puedo ayudarte.

—Sehun, diseñador gráfico. —Leyó Yerin en voz alta. —Muchas gracias, espero volver a verte.

—Yo igual. —Respondió Sehun con una sonrisa antes de salir del lugar dejando sola a Yerin.

Ella tenía muchas cosas que pensar hoy. 

 

—Me quedé sin ideas.

—Planeaste estos treinta días tu misma y ahora me vienes a decir que no sabes qué hacer.



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En el texto hay: kpop, gfriend, sinrin

Editado: 02.01.2021

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