Treinta y Un Días: Juego de Novios

Día 3: Recordando Una Pesadilla

Conocía esta escena pero no lograba recordar de dónde. Estaba seguro de que lo que estaba viviendo era un sueño, pero también no estaba conciente de ello mientras lo vivía.

El sol refulgía en el firmamento, el cielo estaba despejado y azul, un día precioso se podría decir. Me encontraba en el parque más especial, si es que un parque puede ser especial para alguien. Pero, aunque me cueste admitirlo por lo cursi que suena, solo era especial para mí gracias a Harry. Y no, no es lo que creen, de por sí siempre he apreciado nuestra amistad, y el parque se volvió un símbolo de la misma, por que fue donde conocí a mi mejor amigo. A mi lado había una silueta delgada y alta, mi yo del sueño estaba dichoso, feliz solo por estar ahí junto a ese individuo. La silueta se levantó, se inclinó hacia mi y me susurró al oido: "te amo", de manera apenas audible. No estaba seguro de si recordaría lo que me dijo al despertar. La silueta me abrazó con fuerza y, aunque no distinguía los rasgos de su cara, podía sentir sus ojos observandome directamente con cariño, depositó un beso casto en mis labios, y pude sentirlo como si todo ocurriera en la realidad. Nada más sus labios -indistinguibles por ser apenas una sombra- se juntaron ese momento a los míos, sentí electricidad através de mi cuerpo, una sensación de placer a escala pequeña, no sabia nada sobre ello pero pude clasificarlo como amor. Todo se tornó sumamente extraño, la silueta comenzó a desintegrarse mientras exclamaba: "Tengo que irme un tiempo; un incidente, ante cualquier cosa, tormenta o fuego, espérame, te lo ruego, Cam."

Desperté empapado en sudor, los primero rayos de sol entraban por mi ventana. Me observé en el espejo de la pared, y estaba pálido. Mi cabello estaba completamente alborotado y sudoroso, mis ojos inyectados en sangre y empañados como si acabará de llorar, mis iris estaban apagados por la tristeza. Eso me hizo recordar, ya sé de donde reconocía la escena: otro sueño de hace 3 años, creo que fue poco después de conocer a Harry, no sé exactamente cuando. Me había pasado lo mismo aquella vez, cuando por fin logré olvidarlo pasa de nuevo y de manera más intensa. Espero no se vuelva una pesadilla recurrente. Pensé en ello, y entre más pensaba menos quería saber el significado de esa pesadilla. Decidí no atar cabos, ni suponer nada, no indagaría más en el asunto.

Me paré de mi cama, y tome un largo y relajante baño, decidí olvidar lo que soñé, tal y como lo decidí aquella vez, la diferencia es que ahora no se si sería capaz de olvidarlo como antes lo había hecho. Cuando me calme y pude pensar en otras cosas, recordé que hoy es domingo. No había quedado con nadie, ni con Simón, ni Erica, ni Harry. Podía utilizar el día para mi y solo para mí; es saludable de vez en cuando dedicarte tiempo a ti mismo.

Dediqué el resto de mi día a hacer lo que me gusta, escuché música, vi algunas series y pelis en Netflix, leí algo de mi libro. Fue un día perfecto para mí, paz, tranquilidad, todo lo que alguien como yo puede pedir al alcancé de la mano. En la noche, a eso de las 11, revisé mi celular un momento por casualidad; me encontré con unos mensajes de Simón informándome sobre algo.

Tal vez fui un poco malo en ese mensaje, solo un poco.

Mi día continuó igual: dedicado a mi y a procrastinar, al menos hasta entrada la media noche, cuando me entro sueño. Fue genial, y pude acabar el libro que leía. Aunque al ser una saga seguía otro, pero bueno, eso es una historia aparte. Solo quedaba esperar a mañana, posiblemente Harry quisiese pasar ese día de playa junto a mi, para continuar con el juego.




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