Tres desamores una ciudad

¿QUIÉN ES MEJOR?

<<¿Clarice cree que soy un juguete, que hoy juega con él y mañana no?
Piensa que he olvidado el asunto con el viejo de su vecino>>

—Debo dejar el pasado atrás y comenzar a buscar mi felicidad en el presente—continuó hablando a Clarice—puede que mi felicidad este contigo.—

Roch tenía sentimientos encontrados, por un lado sorprendido por las palabras de Clarice y por el otro, enfadado al ver su supuesta expresión sincera con la cual estaba hablando como si los últimos momentos incómodos que vivieron no hubieran sucedido.

—¡Clarice!
¿Crees que he olvidado todo?—

—¡Ya, por favor!
Tú madre me hizo ver mi error—

—¿Mi madre?
¿Cuándo hablaste con ella?—

—¡Ayer!—

—¡Si, en tu casa!—

Roch se quedó callado, un pensamiento surgió de repente en su mente y tenía miedo de hacer la siguiente pregunta.

—¿Y el viejo de tu vecino?—

—¡Estás loco!
¡Yo no tengo vecinos!—

Roch sin decir nada salió de la habitación, en busca de su colega, el médico que atendía a Clarice.

—¿El doctor Nord?—preguntó Roch a la primera enfermera que vió.

—¡En la oficina de archivo!—contesto la enfermera.

Al verlo, rápidamente Roch se acercó.

—¡Nord!
¿Puedes ordenar una resonancia y una tomografía para Clarice?—

—¿Por qué?—

—¡Quiere darle una oportunidad!—

—¡Entonces debo ordenar una evaluación psicológica!
¿No crees?—respondió su colega con humor.

—¡Es en serio!
Al parecer mi madre le hizo cambiar su opinión respecto a mi—

—¡Eso es bueno, supongo!—

—¡Si pero ella cree haber hablado con ella en estos días, y la última vez que lo hizo fue hace casi un año!—

Mientras esto sucedía en el hospital de Vista Linda, en un edificio de apartamentos muy lujoso de la ciudad una joven hermosa llevaba mucho tiempo llamando a la puerta.

—¡Anyel!
Sé que estás, ahí.
¡Abre!— Decía Rita casi a gritos frente a la puerta, de repente este abrió.

—¡Ah hola Rita!
¿Que haces aquí?—preguntó Roch con un cambio de rostro de alegre a frustrado.

—¡Abriste como si esperabas a alguien más!
¿Esperabas a alguien más?—

—Algo así—

—Lamento decepcionarte y—Rita no terminó de hablar al notar que Anyel se encontraba muy borracho—¿Has estado bebiendo!—

Anyel no contestó.

—Vine por qué cada vez que hablaba con Azul, ella me comentaba que estaba en casa de Bea, y que ya llevaba muchos días ahí.
Así que supuse que algo pasaba contigo y he comprobado que no me había equivocado—

—Sólo estoy un poco triste, nada más—

—Puedes contarme—

—No creo —

—Pareces que no hay dormido, por qué no te acuerdas un rato, te prepararé un baño relajante—

—Yo..—

—No he venido sólo para verte así— Dijo Rita sin darle tiempo a Anyel.

Lo tomó del brazo y lo condujo a su habitación, al llegar y forzarlo a acostarse, Anyel tambaleó y apoyó todo su peso en Rita, ella al no soporta su peso cayó junto con él en la cama.

Anyel quedó encima de Rita, y la miró fijamente a los ojos, ella hizo lo mismo, él sentía la necesidad de desahogarse y comenzó a besarla.

Rita al principio sintió que esto no llevaría a nada bueno, pero después se sentía seducida y no resistió.

Anyel dejando su boca comenzó a desnudarse y luego continuó con ella, debía sentir con urgencia el calor que absorbería la frialdad a la que su corazón fue expuesto, sentía la necesidad de olvidarse de todo el asunto de Clarice y Rita era la candidata perfecta para hacerlo .

Y ella creía que Anyel necesitaba su ayuda, a lo cual estudio dispuesta para darla.

Entre jadeos y movimientos sensuales que llenaban de satisfacción a estas dos personas hubo una pregunta que no pararía este placer.

—¿Regresaras conmigo Rita?—
preguntó Anyel con una voz muy poca audible.

Rita estaba tan extasiada por lo que estaba sintiendo en este momento que no dudó en responder.

—¡Por supuesto Anyel!—dijo Rita sin tardar.

—¡Hazme feliz!—

—¡Lo intentaré Anyel, lo intentaré!—

Rita sabía perfectamente que Anyel hablaba así por el momento de placer en el que ambos se encontraban, pues anteriormente él le había hablado sobre una chica.
Y muy pronto confirmaría esto.

—¡Oh Clarice te amo!—dijo Anyel en el momento de mayor éxtasis.




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