_ ¿Qué ha pasado en tu vida todo este tiempo?_ me volvió a preguntar.
Constantemente me había estado haciendo esa pregunta de diferentes maneras, y yo la evadía con historias llenas de datos curiosos de cómo me perdía en la ciudad, apoyada de las imágenes que daba el noticiero sobre el estado de las calles durante la tormenta.
Vic no había vuelto a enviarme más mensajes, aunque yo si lo había hecho.
_Básicamente adaptarme, aún lo hago. No es tan fácil, siempre hay pequeños momentos de choque de cultura_ respondí sabía que esa no era la respuesta que esperaba, pero estaba considerablemente más complacida de que dijera algo de mí y no del noticiero.
Pero de pronto algo sólido se escucho caer en la terraza y las noticas no tardaron en evidenciar la lluvia de granizo y en advertir que podría haber cortes de luz.
Comencé a llamar a Vic.
Julieta me decía cosas, pero no la escuchaba del todo. Mi preocupación había llegado a un nivel donde solo escuchaba mi deseo de ir por ella y asegurarme de que estuviera bien.
Y estuve a punto de hacerlo, estuve a punto de tomar mis llaves e ir por ella; pero a la cuarta llamada escuche la voz soñolienta de Vic responder con un suave Te amo, pero estaba durmiendo, luego simplemente me colgó y sonreí. Vic tenía el sueño muy pesado y que me haya respondido esas cinco palabras era un éxito, además eso me tranquilizaba porque estaba segura en su apartamento.
_ ¿A quién llamaste?
Estuve a punto de decir “una amiga” pero solo el pensamiento de verme pronunciar esas palabras se sentían como una patada en el estomago. De pronto las luces se apagaron y quedamos a oscuras.
_ ¡Al fin!_ vocifero Julieta entre la penumbra _Ahora lo único que puedes hacer es hablar.
Suspire derrotada. Aún no tenía las palabras para decirle que estaba enamorada; pero ya no tenía escapatoria.