Laialms era una ciudad con pocos caminos porque no había transito más que el de los animales que llevaban carretas; todos los senderos terminaban en una plataforma central empadrada que oficiaba como lugar de reunión. Las casas estaban dispuestas como los brazos de un universo expandiéndose; las viviendas más antiguas estaban en el centro; ahí vivían pocos forasteros porque adaptarse a la cultura niniami era difícil para el que no era uno. De techos puntiagudos y muchos balcones que por lo general estaban revestidos de vegetación que florecían después de las estaciones frías. Los niniamis al igual que los ganguster o los droxirrarus lideraban el comercio con objetos como los luhecos en blanco, volviéndolos el mayor proveedor de Miriar. Algunos luhecos estaban hechos para los Ialuses o las cortes, estos tenían casi el espíritu de las arquitas y como todo objeto valioso su receta era difícil de descifrar. Siendo su materia prima el dorado de su vegetación.
El tiempo que estuvieron en Valualf Silma solo se dedicó al estudio mientras que los aliqueniles pasaban en reuniones con los Ialuses Euras y Ioal. A juzgar por el respeto y cautela que tenía Raquisba con ellos, la joven tuvo la sensación que incluso Melmones parecía insignificante frente a esos ojos que estaban a la altura de los Ialuses de antaño, guardando un secreto que solo conocerían los quelyas. Pero no se equivocaba ambos eran incluso más viejos que Ialu Parnil y llegaron a conocer a Eleañi. Se habían levantado sin dudar contra los Ialuses que vieron con desaprobación; en realidad eran de temer incluso a pesar de su sonrisa sincera. Todos eran conscientes del hecho que Jalmer le pidiera a Parnil la protección de Silma se debía a que él era el más flexibles de los poderosos de Miriar. Una vez la joven escucho que Aitos le susurro: «ahí llegan los dos filos de una misma arquita»; eso de dio un poco de miedo recordando los cuchillos en la noche de Koruna; una arquita con doble filo solo podía dañar si se la usaba. Los niniamis tenían que ser un pueblo feroz, ellos podían ir a cualquier parte de Eorgilmunil y conocerían los secretos más misteriosos de todos los reinos, nada debía ser más temible a que se revelaran las cosas que deberían mantenerse en secreto; frente a eso incluso los lilielilian eran vulnerables.
Valualf estaba preservado de los ataques mutgones porque conocían los poderes ocultos de los niniamis. Ni Silma se salvó de su inquisidora evaluación; algunas veces venían a observar su clase con Raquisba, serenos y luego se retiraban, otras veces cuando acompañaba a los niños al río estaban viéndola desde las nubes; en una ocasión Silma saco sus alas para seguir el ritmo de las féminas y Ioal floto junto a ella para ver mejor sus colores; todos los días fueron así. Hasta que finalizaron las reuniones con el kerrien niniami. La despedida fue muy emotiva, Silma sintió que no quería salir de esa tierra dorada. Fueron escoltados por la gran mayoría desde el cielo como un coro de ángeles hasta la salida que limitaba con Caleal, entonces descendieron los Ialuses y tanto Silma como Raquisba salieron del buglep para despedirse.
—Que tengan un buen viaje Melmones, Raquisba, Malnami, Lirinfa, Toyos y Aitos; Silma acércate —le dijo Ialu Euras.
—Si mi Ialu —dijo algo nerviosa; Euras era una criatura imponente como Alcan cuando se volvía carne a diferencia de Ioal más pequeño y bastante más alegre como lenar Ospear.
—Hay algo que nos preguntamos con Ioal y nos gustaría saber... ¿De qué se trata el ultimo dialogo que tendrás con Ialu Parnil? Al ver que la mismísima Ialusa Raquisba los acompaña y nos dio el agrado de su visita debe ser algo interesante no —inquirió el Ialu.
—Ialu Parnil me pidió dialogar sobre: «si matar por un bien mayor está justificado» —los Ialuses se rieron a carcajadas, pero para sus acompañantes le pareció una situación muy difícil y se reservaron en silencio.
—Nuestra Silma estaremos en Olguis Calal para escuchar lo que concluyas —le respondió el Ialu una vez que pudo tomar aire.
—Que el Mimilti los acompañe siempre; estaremos felices de seguir viéndote Silma Yarrisol —dijo Ialu Ioal mientras volvían al cielo y perdían su forma de carne.
Más adelante se encontraron con un muelle comercial bastante concurrido con una pequeña aduana con un grupo de kerrielf no más de cincuenta criaturas provenientes de una ciudad no muy lejos que lindaba con Valualf; barcos eglones y nantilus aprovechaban la ubicación cercana entre los tres reinos para comerciar. Del otro lado del Golpus estaba la aduana de Caleal.
Los Nantilus se dividían en dos pueblos y uno de ellos eran los tinfo en la región meridional de Miriar. Caleal era su territorio y limitaba, al noroeste con Kurf Fal Toi, al este con el reino Garumeial y Valualf, mientras que al sur con Olmaial; siendo su capital Milositlan. Estaba dividido en las provincias que limitaban con el rio Golpus: Alamlul, Costliclan y Iklamil; la provincia de sur Erdotlan; la provincia central de Malosigla y las provincias que limitaban con Kurf Fal Toi: Tlisan, Calmancul, Ermaguil y Tolesclan donde se encontraba la capital.
Los nantilus dejaron de ser un mismo pueblo cuando finalizo la vida de Ialusa Xalgo; su compañero el Ialu consorte Huermas se negó dejar el gobierno al legitimo heredero Emil Metral. No se enfrió el cuerpo de la Ialusa que Huermas conspiro para matar Metral pero este escapo gracias a los kuindares que les fueron fieles huyendo así a las provincias del norte donde los Emiles que lo protegerían. Pasaron los kalkuls cuando Huermas conoció a una hermosa soarf y fue cautivado; intento por todos los medios conquistarla, pero la joven no tenía afecto por aquel varón que doblaba su edad; encolerizado por el rechazo decidió obligarla a ser su compañera, enterados en el norte por la obsesión del Ialu con esta joven los Emiles decidieron secuestrarla y cuando Metral conoció a Deluma por primera vez en su vida deseo unirse a una fémina en velsalia. Y ese fue el motivo por el cual se inició el enfrentamiento del sur contra el norte. Herido por la unión de Metral con la doncella, Huermas se vengaría de todos los Emiles que lo traicionaron y no lo reconocían como Ialu. La guerra se prolongó por varios kafkuls y ningún otro reino quiso aliarse con algún lado, solo esperaron en silencio ver quién sería el futuro gobernante. Cuando Huermas murió y asumió como gobernante del sur su hermano menor de carácter más practico; observo que la larga contienda trajo consigo crisis al reino y resolvió en un pacto de paz donde las provincias del norte que reconocían a Metral como su verdadero Ialu se independizaran del sur y aquellos del sur que reconocían Bogal como legitimo Ialu conformarían el reino del sur. Así el reino que alguna vez se llamó Tearogal paso a llamarse como el primer nantilu que perteneció a la familia de Bogal, Omaial; mientras que al norte se llamó como el primer nantilu que fue Ialu de Tearogal, Caleal.
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un amor verdadero e incondicional, un mundo distinto al nuestro, un amor que duele
Editado: 23.07.2021