Esta sería la cuarta guerra en Eorgilmunil porque las que tuvieron los lileimunil que dieron origen a la Atayora se dieron fuera del jardín. Durante la primera caída de los faralas cada pueblo eligió a su primer líder que se presentaron con respeto a los lileimunil: Ialu Julkor de los fuccanes, Ialu Sindoras de los eiqueles y de los vualayines Ialu Almiñas. Fueron grandes en su reinado y asentaron sus pueblos en una convivencia de paz. Lo que ocurrió sin que nadie excepto los lileililian supiesen, fue que cuando caían los faralas; aquellos que estaban bajo el color zafiro fueron señalados por el Mimilti como caudillos peligrosos y uno de estos varalayines fue lo suficiente astuto para leer la situación en segundos; entendió que su líder no escaparía del agujero que los succionaría por ser el primero en llegar. Este varalayin descubrió que todos los kurumes en la rebelión se diferenciaban del común por su color azul, entonces se mimetizo con el resto y pudo escapar de caer Eorgilcobia. Al ser el primero de su pueblo que toco el suelo y dada su necesidad por escapar su nauiel se manifestó como invisibilidad, entonces huyo ocultándose por un tiempo siempre fiel a su amo y con la esperanza de liberarlo. Ocurrió lo que se esperaba del kurume al mando de la octava leiolms en la rebelión; planeo una estrategia lenta que alguna vez en el Vielminiami se habló como contingencia si algo parecido sucedía. Fue así como se encontró con otros como él y posteriormente se convirtió en su Ialu, no sin antes llegar hasta los quelyas una noche de Liniel brillante y llenarles de deseo de poder.
La paciente sabiduría del señor de Eorgilcobia comenzó a tomar impulso cuando Mildor Akis vuelto carne en un cuerpo vualayin extraño con desdicha a los querras ya que contaba con inteligencia limitada por su propia mortalidad y una noche también se presentó un anciano fuccan; le ofreció un terescalis que lo devolvería a Eorgilquerra; él dudo de sus intenciones porque con todo lo que había pasado en el Vielminiami quizás creyó comprender sus verdaderas intenciones, pero, anhelaba ver a sus hijos y tomo una decisión en la cual buscaría la forma de minimizar las consecuencias, pues si el conocimiento venia de un gran sabio de la creación entendía que sería muy difícil evitar que no sucedan consecuencias, de lo que habia sospechado del anciano, entendía la confianza en su trabajo y al fin acepto. Crearía la máquina que manifestara el terescalis del fuccan, mucho tiempo le tomo balancear el costo de dicho acto. La fuerza del terescalis consistía en la división de tres versos, entonces tres versos se equipararían a tres puertas, un equilibrio indestructible del iguil; lloro su encrucijada porque el solo quería una de esas puertas. Y en esta gran crisis es donde volvió su genialidad como creador, esa caja de sorpresas que el Mimilti puso en él era maravillosa, descubrió la salida a tan increíblemente talentosa creación escrita del iguil en un terescalis: por cada verso una puerta y por cada puerta un cerrojo. Fue así que el Alguir existió en Tralia y quizás fue el primer cerrojo Agorat Lims creado en la historia de la creación.
Kafkuls después de la primera caída se dio lugar la guerra de Fasmira, donde la segunda generación de lileimunil persiguió y masacro a sus padres, y no es que, no se habían cometido asesinato antes en Eorgilmunil, sino que nunca por motivos tan depravados. La guerra tuvo un propósito, aunque en vano, porque Jalmer nunca salió en oposición ya que había traído al mundo a su ultimo hijo Miras; además eran conocedores del terescalis que Jantor doto a la Gran Casa. En ese tiempo también fue la primera vez que Tilus fue escuchado por una criatura que no era Jantor y tuvo libertad de escoger a su próximo portador, la ganguster Asgui que había llegado con su pueblo querra desde Tralia tiempo atrás.
Según los relatos que pudieron recopilarse de los testigos sobrevivientes de Fasmira; la guerra solo duro tres días con sus noches y fue más que suficiente. Toda Korunda fue su campo de batalla. Dispuestos los quelyas tomaron desprevenidos a los olyas mientras dormían en sus asentamientos Alfalal y Yelmael. Aquellos que pudieron huir fueron perseguidos y muchos decidieron inmolarse a través del huial antes de ser comidos por sus hijos; fue así que aparecieron en Korunda nuevas montañas, lagos, bosques y selvas. Cuando murió Celmos se instauro el nuevo reinado en el continente; donde sus súbitos obligados serían los querras y los faralas, porque sabían que los nalas no se inmiscuirían a menos que ellos los provocasen.
El tiempo paso y con el todo tipo de mal. El más anciano de los Ialus, Sindoras falleció heredando el gobierno a Marrimil. En cuanto a Ialu Almiñas falleció en el primer intento de levantamiento contra los quelyas sucediéndole Meñal. Los hijos de Jalmer no se metieron en la contienda porque no tenían un motivo concreto para interceder y Asgui custodiaba la puerta verde; solo tiempo después que Liyana tomo el eliaj y fue eiquel participo, lo mismo ocurrió con Melmones. Y del cielo volvieron a caer faralas.
Para ese entonces el aspecto bello y noble de los quelyas se había vuelto horroroso: sus cabellos fueron cayendo, su piel se llenó de verrugas, sus cuerpos habían ganado grasa corporal y su piel morena se volvió gris paquidérmica. Ellos llegaron a conocer el secreto del poder cuando es tomado a la fuerza; devoraron cada criatura de la creación consumiendo su mirtra. Empezaron con el banquete que hicieron de sus padres y después con las criaturas que desearon.
El Milmilti fue benévolo con los faralas de la segunda caída porque su llegada fue un acto de amor, optaron por abandonar el Vielminiami con la esperanza de reencontrarse con sus familiares desterrados; por esta noble acción cada farala que bajo fue laomi y muchos de ellos perecieron contra los quelyas volviendo prontamente al Vielminiami. Entonces acaeció que Marrimil tomo a cada eiquel y vualayin kulkanais prisionero para después negociar con Ialu Meñal una alianza bélica por sus prisioneros y los eiqueles kulkanais quedaron esclavizarlos. Tomo otros kafkuls formar una alianza entre todos los pueblos querras. Korunda por primera vez vio un nuevo tipo de hacer guerra: comenzaron a usar la cautela con el mirtra. Y sucedió el espionaje y las misiones bélicas encubiertas para que los quelyas no los descubrieran, todo bajo un gran sacrificio; mientras aceptaban el tributo de criaturas paras sus banquetes junto con las caserías de querras o faralas por diversión.
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un amor verdadero e incondicional, un mundo distinto al nuestro, un amor que duele
Editado: 23.07.2021