Capítulo 13: Vías del Tren

Blake

El sentimiento más abrumador me estaba carcomiendo, ha incendiado mi pantalón; tome sus muslos besando y mordiendo la piel interna de estos subiendo mis manos hasta tomar sus caderas llegando hasta el lugar de donde brotaba agua, tomando de ella al pasar mi lengua con descaro entre sus pliegues; sus caderas se elevaron y sus rodillas temblaron obligándome a tomar sus caderas ocupando mi lengua con lamidas rápidas y succionando sus labios.

—Michelle, oh Michelle…

Quería transmitirle algo, algo que no fuera que ya deseaba estar dentro de ella más que nada.

Su cuerpo se quedó quieto un momento y levante la mirada para encontrarme con ese mar azul tornándose oscuro, ella me había escuchado.

—t-tu…

Tenía esa mirada de reproche que solo me hizo subir a sus por su vientre dejando un camino de besos hasta su pecho.

—Michelle… ¿me das tu permiso?

No lo tenía que decir, pero lo necesitaba de ella, no quería que pensara que podía tomarlo todo solo por ser su —

—s-i…

Su voz jadeante me hace sonreír, tomando sus labios en un beso más lento; sus muslos por inercia me apresan alrededor de su cintura, frotando mi dura erección.

Acomode mis piernas sobre la cama escapando un poco de nuestra cercanía, sus orejas estaban moviéndose un tanto inquietas mientras su mirada seguía mi cuerpo hasta llegar a mi pelvis, oh linda… esto no será fácil.

Sus ojos se agrandaron y la niebla de sus ojos se fue un poco, intento sentarse, pero no la deje.

—calma cariño, ya me disté permiso, hare lo mejor para que no duela.

Volví a acercarme dejando besos cortos por todo el rostro hasta su cuello.

—no-no estoy segura … Blake…

Tenía miedo y estaba justificado, era su primera vez.

—te prometo… seré amable Michelle.

Susurre sobre su piel dejando una mordida en su cuello escuchando de nuevo de su boca ese hermoso sonido.

Esas pequeñas y tibias manos de pasearon desde mi cabello descendiendo por mis hombros hasta mi espalda.

—Blake…dios…

Escucharla en mi mente será mi perdición.

Tome uno de sus pechos con mi mano metiéndolo a la boca con fervor, necesitaba más de esos sonidos para vivir, pero también lucidez, mi mente ahora es un caos.

Deslice mis dedos entre sus labios separado estos escuchando sus gemidos sujetaba mi mano pensé en detenerme pero ella misma comenzó a moverla cerca de ella, deje que uno de mis dedos entrara en lo mas caliente y húmedo de su cuerpo, podía sentirla contraerse, elevando sus caderas hacia mi.

—es…tan…grande… ¿Cómo puede si es solo un dedo?

Escucharla pensarlo me hizo sonreír.

—y pronto tendrás algo más grande

Su mirada se fijó en la mía y antes de que dijera algo simplemente saque mi dedo llevándolo a mi boca, ella solo se quejó al no sentirme, limpie mi dedo volviendo a insertarlo en ella con lentitud.

—no… esto no puede ser tan sexy

Sonreí moviendo lentamente mi dedo fuera y dentro de ella, uniendo un segundo dedo, ella estaba aferrándose a las sabanas mordiendo su labio inferior hasta hacerlo sangrar.

—no… no hagas eso, solo déjalo salir

Suplique viendo como movía la cabeza en negación.

—me… me van a escuchar

Su voz estaba casi llorosa en mi mente.

—a nadie le importara eso...

Intente no reírme, sabía que tal vez la escucharían si estaban en la puerta, pero más allá de eso no, las habitaciones de alguna manera estaban insonorizadas, tal vez la magnitud de la habitación.

Cuando un tercer dedo la hizo gemir tan alto me erizo la piel y tomando el interior de su muslo para dejar liberar un poco de tensión.

Saqué mis dedos de ella escuchándola llorar con lágrimas en los ojos ¿le hice daño?

Pero no había sangre.

Su cola se había erizado, la tome con mi mano y al igual que su piel, el pelaje de esta es extremadamente suave, la escuche gemir cuando tome su cola.