Tres razones para amarte [tododeku]

Primera razón

Me dejas sin aliento

 No sé qué puedo esperar de ti, y de tus reacciones.

 Cuando creo que harás una cosa y después haces totalmente lo contrario, dejas que tu cuerpo te domine dando un resultado incierto.

 Fue una de las cosas de las que más me llamo la atención de ti.

 Si me preguntaran cuando estos sentimientos comenzaron a aparecer en mi pecho; no sabría contestar un momento exacto a decir verdad. Creo que cada una de tus acciones fue la que hizo enamorarme silenciosamente de ti.

 Tus ganas de convertirte en un verdadero héroe, el no rendirte a pesar de los obstáculos, el inspirar a los demás, el inspirarme a mí a seguir mis sueños, a recorrer mi propio camino sin importar lo que el viejo de mi padre quiera para mí.

 Eres la persona más extraordinaria que tuve el placer de conocer Midoriya Izuku.

 Y es ahí en donde está el problema, cualquiera se sentiría feliz de tenerte como un amigo como Ochako o Tenya, pero yo quiero ser más que solo eso.

 Quiero mucho más.

 El enamoramiento silencioso para mí fue un arma de doble filo, si bien permitía mantenerme en mi burbuja de seguridad, sin que supieras lo que sentía, pero estos sentimientos se fueron acumulando, como una bola de nieve que cae desde lo más alto de la montaña resultando en una avalancha, un desastre total.

 Lamento haber explotado de esa forma.

— Midoriya, ¿después de clases podrías quedarte? — me observaste sorprendido no esperabas que me acercara a hablar en la hora del almuerzo, tu rostro lo decía todo.

— Todoroki-kun, ¿qué sucede? Si es algo importante no dudes en decirlo ahora— tu rostro se mostraba serio, una ventisca llego ante nosotros revolviendo tu verde cabello.

 Quisiera poder acariciarlo.

— Tranquilo, solo es algo que quiero decirte, no es tan importante.

 Por suerte tus amigos no dijeron nada, Tenya se mantenía leyendo unos papeles de la clase, mientas que Ochaco solo nos observaba sorprendida con sus ojos abiertos y mejillas ruborizadas.

— Bien, nos vemos, Midoriya— me despedí.

 Debía hacerte saber cuánto antes como me sentía, había escuchado a Ochaco contar a sus amigas que tenía planeado declararsele a Midoriya.

 Y aunque me rechazaran, dejaría saber lo que siento, para no tener ningún arrepentimiento luego.

 Cuando todos en el aula se fueron dejándonos solos, me levante del asiento y observe por la ventana, las ráfagas de viento movían los arboles de cerezo. Sentí a Midoriya ubicarse a mi lado, mis ojos viajaron por su persona, era precioso, con sus pecas y ese cabello verde con el que soñaba por las noches.

 Volví mi vista al frente mintras que él esperaba en silencio.

— No sé muy bien como comenzar a decir esto— respire hondo—, solo sé que desde hace un tiempo mi corazón esta como un loco cada vez tu estas aquí. Espero todos los días pacientemente esperándo para verte cruzar la puerta de nuestro salón, amo tus pecas y tu risa, amo que empieces a murmurar como desquiciado cuando escribes tus cuadernos de análisis, me gusta cada cosa de tí. Lamento decirlo de una forma tan repentina, pero no puedo aguantar más. Si no soy correspondido, me gustaría seguir siendo amigos.

 Espero que diga algo, pero sigue silencioso.

— Es la primera vez que me siento así— le confieso a Izuku—. Nunca me sentí de la manera en cómo me siento ahora. Nunca he sido homofóbico y me importa una mierda los que digan que mi amor es un error, por qué de la manera en la me siento justo ahora jamás lo podría serlo.

 Sin poder esperar más me volteo a mirarlo.

 Una mano está en su boca callando los sollozos, sus ojos verdes derraman lágrimas cristalinas.

 Soy un bastardo. Lo soy por hacer llorar a la persona que amo.

 Agarro mi mochila que deje sobre la mesa para luego pasarla por mi hombro, dejándola colgada de solo una banda.

— No es necesario que me correspondas — me doy la vuelta—. Solo quería dejártelo saber. Nos vemos, Midoriya.

 Solo logro dar dos pasos antes de que su llamado me detenga.

— ¡Todoroki-kun!

 Doy media vuelta y lo observo.

— Yo también— sus manos sujetan fuertemente su camisa ubicadas a la altura de su pecho—. Yo también me siento así por ti.

 El peso de mi mochila cede y cae al suelo.

 Mi cuerpo se mueve rápido sin dejar que mi mente trabaje mucho en ello, envolviéndolo con mis brazos, acariciando su espalda calmando los llantos.

— Te amo, Todoroki-kun.

 Se siente tan irreal.

 Dejo un casto beso sobre su frente logrando que la sangre subiera a sus mejillas.

 Tu siempre me dejas sin aliento, Midoriya Izuku.

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Primera parte de esta mini historia.

Espero que les guste.

Wildcat246




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