Tres Rostros. Un Destino

Las Sombras del Linaje

El amanecer se alzaba con una luz tenue sobre los terrenos del Ravencourt Manor, pero el aire seguía cargado de una electricidad ominosa. La paz que había seguido a la derrota de la oscuridad no duró mucho; el castillo, aunque ahora libre de las sombras que lo habían marcado, parecía aún retener una esencia pesada, como si algo estuviera esperando en las profundidades, esperando a que la oscuridad regresara para reclamar lo que era suyo.

Adrian y Vianne se encontraban al borde del jardín, donde la brisa fría rozaba sus rostros. Sus manos entrelazadas no solo representaban la conexión entre ellos, sino también la esperanza que ahora compartían de que podían liberarse del mal que había marcado a las familias Delacroix y Ravencourt.

Pero algo había cambiado en Adrian. Algo oscuro, profundamente arraigado en su linaje, comenzaba a resurgir.

—Vianne... —su voz estaba llena de tristeza y determinación. —Siento que....algo está despertando en mí. La magia oscura que mis ancestros sellaron en mi alma no se disipa fácilmente. Es como un peso que no puedo quitarme, un eco constante en mi cabeza.

Vianne lo miró con una mezcla de compasión y preocupación. El amor que sentía por él no solo lo envolvía, sino que también lo hacía más vulnerable. Sabía que la oscuridad lo había marcado profundamente, y que solo juntos podrían enfrentarse a lo que estaba por venir.

—No te dejaré solo, Adrian. Lo que tu familia hizo no tiene poder sobre nosotros. No lo permitirá. —la determinación en su voz era como una llama que ardía con fuerza. Romperemos esa maldición. Te prometo que juntos lo haremos.

El viento comenzó a soplar con más fuerza, y algo en el ambiente cambió. Las nubes que se alzaban sobre el horizonte se oscurecieron repentinamente, cubriendo el cielo con una sombra pesada.

Vianne sintió el cambio instantáneamente, como una presión invisible sobre sus hombros. La oscuridad no había sido completamente derrotada; lo sabía. Algo permanecía acechando, esperando el momento adecuado para reclamar lo que había sido suyo.

De repente, una forma sombría emergió del suelo, levantándose del jardín como una columna de sombras. Adrian y Vianne dieron un paso atrás, el aire alrededor de ellos se volvió denso y frío.

—La familia Delacroix... —murmuró Adrian, su voz llena de horror, reconociendo la manifestación que surgía frente a ellos. La figura era indistinta, pero se percibía una presencia poderosa y malévola que emanaba de ella. Este es el precio del pacto el precio que nunca podremos pagar.

Vianne miró a la figura y de inmediato sintió que el aire se le volvía espeso. La entidad era más que una simple sombra: era una manifestación del mal que se había apoderado de los Delacroix durante siglos, una entidad que había marcado el destino de su familia y que ahora estaba a punto de cobrarse lo que era suyo.

La figura no era humana. Era una amalgama de sombras vivas, una masa que se retorcía y cambiaba de forma con cada instante. En su interior, brillaban destellos de una luz púrpura venenosa, la marca del pacto ancestral. La criatura se detuvo frente a ellos, como si los estuviera observando, evaluando su fuerza antes de atacarlos.

—No pueden escapar de lo que han heredado. —la voz de la criatura resonó como un eco lejano en la mente de Vianne y Adrian.

La magia oscura que emanaba de ella era tan densa que se sentía como una presión sobre el pecho, como si la propia realidad estuviera colapsando.

Pero Vianne no retrocedió. A pesar del miedo que la envolvía, sentía la fuerza de su amor por Adrian y por todo lo que habían logrado juntos. Sabía que esta lucha no solo era por ellos, sino también por su libertad y por el futuro.

—No estamos condenados, no por ti. —respondió Vianne, su voz firme y decidida. La magia blanca comenzó a fluir de su interior, envolviendo su cuerpo con una luz cegadora.

Adrian, aún débil pero con el corazón lleno de fuerza, extendió las manos hacia la criatura. Un resplandor blanco comenzó a brillar a su alrededor, como un halo de luz que se expandía, comenzando a disolver la sombra que los rodeaba. La magia oscura del pacto ancestral se retorcía, pero la luz blanca de Adrian la debilitaba.

—¡Te enfrentaremos! —gritó Adrian, sus ojos brillando con determinación mientras sus manos enviaban ondas de luz pura hacia la sombra.

Pero la criatura no se rindió tan fácilmente. Las sombras comenzaron a formar tentáculos que intentaron envolverlos, pero la magia de Adrian y Vianne se expandió, creando una barrera impenetrable que repelió los ataques.

Vianne sintió una oleada de poder, su conexión con Adrian fortalecida por su amor. Juntos, unidos por la magia blanca, estaban comenzando a ganar terreno.

Pero, mientras la batalla continuaba, un rugido de furia resonó en el aire. Las sombras comenzaron a compactarse, tomando una forma más monstruosa, un gigantesco ser de oscuridad pura. Los ojos de Vianne brillaron con una intensidad indescriptible mientras ella y Adrian enfrentaban la amenaza.

De repente, un destello cegador iluminó el cielo. El aire se cargó con un poder inusitado, y el suelo bajo sus pies comenzó a temblar. Los árboles que rodeaban el jardín de Ravencourt Manor se sacudieron violentamente, como si la naturaleza misma estuviera respondiendo al despertar de la magia antigua.

La criatura sombría rugió con furia, pero el amor de Vianne y Adrian brilló con tal intensidad que el monstruo comenzó a desvanecerse. La luz blanca comenzó a envolverlo, consumiéndolo lentamente, mientras la oscuridad que lo alimentaba desaparecía.

La figura monstruosa de la oscuridad comenzó a desintegrarse, disolviéndose en el aire con un último rugido antes de desaparecer por completo. Vianne y Adrian se quedaron allí, respirando con pesadez, pero con el corazón lleno de alivio. Habían vencido a la oscuridad, pero sabían que la batalla no había terminado.

La luz que los había rodeado comenzó a desvanecerse lentamente, dejando que las sombras del jardín regresaran a su lugar. Pero, por primera vez, Vianne sintió que, aunque las sombras pudieran regresar, siempre habría luz para enfrentarlas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.