DICIEMBRE
Es el último día de escuela de este año, después vendrán las vacaciones de invierno.
Hoy la escuela tiene un concurso de talentos. William cantará una canción acompañado de una guitarra acústica. No sé mucho de instrumentos pero Will me explicó que no es lo mismo tocar una guitarra eléctrica que una acústica. Él no puede tocar la eléctrica por alguna razón.
Estaba con las chicas en el público, sentadas en unas sillas al medio, en la tercera fila. Primero pasaron todas las personas que iban a hacer algo relacionado con bailes. La verdad no presté mucha atención, solo estaba ahí porque no había otro lugar donde estar.
La profesora del club de teatro, una de las encargadas de organizar este evento, se colocó al frente y anunció que haríamos un descanso de treinta minutos. Varios alumnos se colocaron de pie y empezaron a salir, nosotras también lo hicimos.
—Vamos con los chicos —sugirió Kourtney.
Olivia sonrió. — ¡Sí!
Últimamente me he estado sintiendo distante de Will, siento que no importa lo que yo haga, nada es suficiente para él. No he querido decirle nada, no quiero pelear sin razón. Pero debido a esos problemas a veces, como ahora, no me emociona mucho estar todo el tiempo cerca de él como siempre.
Pero si no estoy con Will no tengo con quien estar.
—Vayan ustedes —les pido—. Iré al baño.
Ellas asintieron, Chelsea tiró de Kourtney y Olivia para llegar a la parte donde los participantes están ahora. Yo camino a la dirección opuesta, me muevo hasta las escaleras y me siento en una de ellas.
—Hola Bryn —ruedo los ojos.
Es Dylan.
— ¿Qué hay?
Dylan se sienta a mi lado, sin invitación. — ¿Qué tal está el concurso? Ahí donde estamos no podemos ver nada.
—Aburrido —afirmo—. Solo estoy esperando que aparezca Will.
Dylan dobla sus piernas un poco. — ¿Te cantará una canción?
Bufo. —No lo sé — ¿Debería? No porque sea mi novio tiene que cantarme una canción—. Tal vez.
Dylan permanece unos segundos en silencio. — ¿Qué canción te gusta? ¿Cuál te gustaría que te dedicaran?
Lo miro por un instante. —Um, no lo sé.
—Vamos —pide insistiendo—. ¿Qué canción te gustaría que alguien te dedicara? ¿Qué se convirtiera tu canción?
Normalmente no le respondería a Dylan, solo le ignoraría pero sin pensarlo mucho, contesto: — ¿Conoces A Thousand Years? Esa.
Tengo que admitir que después de la fiesta realizada en honor a mi cumpleaños me he sentido rara por Dylan. No entiendo muy bien qué es lo que siento pero es diferente a como me he sentido todo este tiempo que nos hemos conocido.
Si tratara de explicarlo diría que es como si ya no tengo tantas ganas de ser grosera con él. No es que sea mi amigo o que me caiga muy bien pero, a veces solo pienso en esa noche con él a mi lado, mientras todos mis amigos estaban ocupados con la fiesta.
No creo que él y yo lleguemos a ser amigos pero tal vez, pueda dejar de molestarlo tanto con mis comentarios sarcásticos y ya no ser tan fría. No suelo comportarme así con las personas, sé que no soy la persona más amable del mundo pero Dylan me hace querer responderle fríamente todo el tiempo.
Él suelta una risa y me trae de vuelta a la realidad. — ¿En serio? Esa canción salió en una película de vampiros, ¿no?
Me encojo de hombros. —Creo, no lo sé, nunca la vi —digo aunque estoy mintiendo, si vi las películas, es solo que a mis amigas no les gustan—. Pero esa canción es muy bonita.
El teléfono de Dylan vibra y contesta, se levanta de un salto y termina la llamada. —Lo siento, tengo que irme, vamos a ensayar una vez más todos y es mi oportunidad de practicar.
Asiento. —Ve.
Cuando Dylan se aparta de aquí, reviso mi teléfono por unos minutos y luego decido ir con los demás, me levanto y camino en la misma dirección que Dylan tomó. Al llegar las chicas están con Rilley y Owen, no veo ni a Will ni a Dylan. Me acerco, están hablando sobre las canciones y todo eso, no presto mucha atención.
Will entra por la puerta y me ve, no sonríe pero se acerca a mí y me da un abrazo rápido. — ¿Listo? —le pregunto con media sonrisa.
Asiente sin verme a los ojos. —Sí, lo estoy.
Muerdo un poco mi labio inferior. — ¿Qué vas a cantar?
Owen responde por él: —Su canción favorita, ¿no? De esa banda.
Yo trago saliva. Sé cuál es la banda favorita de Will, una banda un poco desconocida con ritmos lentos y algo deprimentes. A mí en lo personal no me gusta su música. Por algún motivo después de hablar con Dylan pensé que tal vez Will si me iba a dedicar una canción.
Fue un error pensar algo así.
Chelsea mira a través de la habitación. — ¿Dónde está Dylan?
Olivia le da un empujón. — ¡Deja de pensar en él!
Chelsea ríe. —Ay, ¿Qué tiene de malo? —Se encoje de hombros—. Dylan es guapo y sé que le gusto, solo es algo tímido.
— ¿Por qué crees que le gustas? —Pregunta Rilley riendo—, ¿Acaso piensas que todos los chicos están enamorados de ti?
Owen niega con una sonrisa. —Dylan no es tímido, Chelsea. Si le gustaras ya lo habría demostrado de alguna forma.
Bufa. —No Rilley —ella me mira por un segundo y se acomoda el cabello—. Sé que le gusto que soy amable con él, Dylan es un buen chico a diferencia de ustedes —ahora mira a Owen—. Además sí es tímido.
—Dylan está sobrevalorado —afirma Will—. Además no creo que le gustes, Chelsea —me mira y retira sus ojos en menos de un segundo, algo poco perceptible pero yo sí lo noté.
Ella chasquea sus labios. —Que tontos son, claro que le gusto —entrelaza su brazo con el de Kourtney—. En realidad me gustaría invitarlo a salir antes de irme de viaje.
—Hazlo —digo yo encogiéndome de hombros—. Deberías hacerlo hoy después de todo esto, del festival
Olivia asiente con una sonrisa. — ¡Sí! Hazlo y nos cuentas todo.