Yo nunca he sido de las personas que creen en la suerte ni en el destino, por eso yo siempre he intentado hacer cosas fuera de mi zona de confort y descubrir cosas nuevas.
Esa era mi forma de buscar mi felicidad en la vida. Pero llegue a encontrar mi felicidad en el lugar que menos esperaba, a tres cuadras de mi hogar. Cuando la descubrí no lo quise soltar y intente todo lo que estuvo a mi alcance para obtenerlo y así no dejarlo ir.
Desde que encontré mi felicidad la cosas empezaron a coincidir con el número tres y eso se convirtió en mi suerte. Todo se empezó a basar en la suerte que tenia y eso me empezó a asustar porque como todos sabemos, la suerte no dura para siempre. Y no hubo una excepción para mi.
Las cosas buenas no duran para siempre.