El martes por la mañana me dolía todo el cuerpo, incluso me costó sentarme y pararme cuando fui al baño antes de cambiarme y partir rumbo al colegio. Para mi fortuna, ese día sería de descanso, ya que habíamos acordado ir lunes, miércoles y viernes. De todas maneras, me habían avisado que irían a entrenar a la vieja estación de tren, por si quería acompañarlos. No había contestado, ya que no sabía si mi cuerpo iba a estar de acuerdo en continuar entrenando. Pensé en la posibilidad de ir a observar, para poder aprender de lo que ellos hacían, pero luego creí que me vería como una acosadora. Con esos pensamientos en mente realicé mi camino hacia la escuela. Si bien no era de arreglarme demasiado, ese día había decidido ponerme rímel y acomodar mi flequillo con unas hebillas color violeta tornasolado. Quería sentirme bonita por primera vez en bastante tiempo.
Cuando llegué, me senté junto a mis amigos, saludando antes a Baco y Aimon con un simple hola al pasar por sus bancos. Durante la clase de matemática Timmy, Eve y yo nos dedicamos a realizar nuestra inscripción para las olimpiadas matemáticas y practicar con algunos ejercicios. Éramos muy buenos en esa asignatura y realmente estábamos más que al día con el contenido, por lo que ocupamos apenas los primeros veinte minutos de la clase para hacer lo propuesto por la docente. También, nos ponía como ayudantes para nuestros compañeros, pero eran ellos quienes debían pedirnos ayuda. Por lo general, la más solicitada era Eve, por los varones, y Timmy por las chicas; yo quedaba haciendo otras cosas o ayudando a quienes mis compañeros no podían.
Faltando apenas veinte minutos para finalizar la clase, la profesora me pidió si podía ayudar a Baco, quién se encontraba con el ceño fruncido mirando su hoja como si quisiera prenderla fuego. Por su lado, Aimon se notaba ofuscado y aparentemente concentrado en intentar resolver el ejercicio que tenía enfrente. Me dio algo de ternura verlo así, pero luego volví a notar el aura enojada de su hermano y me concentré en dirigirme lo más confiada posible. Puse mi silla frente a ellos y les pregunté con qué necesitaban ayuda.
—No necesito ayuda— contestó Baco con fastidio tapando su hoja.
—Bueeeno, qué humor que manejamos—comenté acercando mi silla más hacia el pupitre de Aimon— ¿Con qué puedo ayudarte?— pregunté dirigiéndome únicamente a él.
— Me estoy trabando en esta parte — dijo indicando la mitad de la ecuación— y no estoy recordando que propiedad aplicar para resolverla— terminó de explicar con cierto fastidio.
Lo observé durante unos segundos, era lindo verlo un poco perdido, porque pese a estarlo, se estaba esforzando al máximo por volver a tomar las riendas y serenarse. En cambio, Baco, seguía escribiendo y borrando con una fuerza que en cualquier momento rompería su hoja. Le expliqué la propiedad que correspondía, cómo funcionaba y cómo debía aplicarla. En el primer intento lo hizo mal, por lo que lo frené y le volví a explicar cómo se hacía. La segunda vez aplicó la propiedad de forma correcta y logró llegar al resultado.
— Gracias Tressa, ahora todo tiene más sentido— contestó con una pequeña sonrisa de lado que me derritió.
Volví a observar a Baco, que ya estaba con su celular y había dejado la hoja de lado. Solo faltaban cinco minutos para finalizar la clase y le quedaban tres ejercicios sin resolver. Eso implicaría un incompleto y una nota sobre su falta de compromiso en el boletín orientador. Corrí nuevamente mi silla y me senté exactamente en frente de él.
—Sé que te importa poco matemática pero los boletines son públicos y no creo que quieras dañar tu reputación de badboy inteligente por una mala nota en matemática— expliqué intentando captar su atención.
—¿Un badboy inteligente dicen que soy? — preguntó con un poco de orgullo—. Eso sí que es nuevo.
— En fin, si quieres mi ayuda, quedan cuatro minutos, y si no, puedes disfrutar de como esta materia bajará tu reputación.
— Bien, cerebrito azul, ilumíname— dijo con una mirada desafiante.
—Si me decís cerebrito azul de nuevo, no te ayudo nada— le dije empezando a bocetear en su hoja las fórmulas que debía aplicar.
—Es verdad, te queda mejor mirona— retrucó mientras intentaba aplicar lo que había marcado en su hoja—. Aunque la verdad, no me molestaría que me mires a mi también— dijo subiendo su vista de manera seductora.
— Sigue soñando despierto, bonito— contesté levantándome y volviendo a mi sitio de mal humor.
Tomé mi desayuno y también mi agua, y salí directo al limonero que se encontraba en el patio. Me recosté sobre su tronco e inhalé y exhalé unas seis veces para calmar mi respiración. Baco me sacaba de mis casillas, no se tomaba nada en serio y eso me frustraba un montón. Y aunque había logrado retrucarle, sabía que no había sido suficiente y que no le había movido un solo pelo de su estúpido ego.
— Se puede saber en qué momento esos dos resultaron ser tan malos en matemática— expresó Timmy sentándose a mi lado—, pobre de ti que tuviste que ayudar a Baco— dijo con cara de pena hacia mi.
—Se lo debería haber pedido a Eve, no a mi— me quejé mientras mi amiga llegaba—, te lo dejo a ti hasta en matemática, es odioso.
—Ah no señorita, yo no mezclo estudio con revolcones— sentenció mordiendo su manzana—. Por cierto, Timmy ¿Sobre qué les hablaste el otro día? — preguntó.
—Lo de siempre, ya saben, que si se meten con ustedes y las lastiman les patearé el trasero— expresó restando importancia al asunto—. Yo me encargo de Baco la próxima clase Tressa, vos quédate con Aimon que si te hizo caso— expresó levantando sus cejas en mi dirección.
—Para mi, le tiene que dar su virginidad— dijo Eve como si estuviese hablando de comprar vasos—, es el tipo de chico ideal para ella y además de lindo parece dulce.
—¡Por dios Eve!— exclamé completamente ruborizada— Ya basta con el tema por el amor de Jesús.
Timmy estalló en carcajadas y mi amiga se le unió, yo solo sentía mi cara arder y había escondido mi cabeza entre mis manos para intentar apartar de mi mente cualquier pensamiento relacionado al fin de semana que pudiera cruzarse.
#336 en Joven Adulto
#4727 en Novela romántica
triángulo amoroso y sentimientos fuertes, triangulo amoros, confusión: no sabe si siente algo
Editado: 01.09.2025