Pensamientos

Omar observa el sol posándose en la cumbre, el color naranja se apodera del paisaje y forma una belleza visual que solo es vista a las 18:00 PM. Cuando normalmente las madres ya hacen algo para que sus hijos merienden.

 Tambien es cuando Omar se vuelve tan peludo como un peluche, si.... Es un hombre lobo. No todos nacen así. Agunos son humanos normales porque tuvieron la suerte de que la vida tenga piedad de ellos. Pero con personas como Omar no.

 Ser un ser mitad humano mitad animal es considerado cosa del diablo, que lo satánico está reencarnado en ellos. Pero no son más que tontas supersticiones que se hace la gente de este planeta.

 Omar tiene la mala suerte de tener esta condición. Aún así intenta pensar positivo ya que su propósito de la vida siempre fue disfrutarla.

 A la noche él se va a su casa con la esperanza de que algún día los humanos cambien su manera de pensar, que tengan más razonamiento. Aunque los mitad humanos y mitad lobos sean mal vistos aún así hay mucha personas normales que son malos desde el punto de vista de la moral. Pero continúan reprochando a los que nacen diferente a ellos. Es una realidad hipócritamente triste si lo piensas bien.

 Omar se levanta cansado, no durmió bien por todos esos pensamientos que lo destrozan cuando pueden, siente que aprietan su cerebro con una sola mano como si fuera una pelota de goma. Con todo esto en mente él solo se queda mirando una baldosa del piso de su cuarto, en un tipo de estado de trance, hasta que se despierta y baja las escaleras para prepararse un café con leche. Le encanta dibujar sobre ese líquido metanfetamonico, le relaja antes de consumirlo y empezar a ser productivo. Lo toma y se pone a limpiar su casa. Termina y descansa en el sofá mientras ve en la televisión un partido de fútbol, entre los Gremileks y los Brillontines. Los Gremileks son mejores jugando y por eso Omar los apoya. Una vez los Brillontines estaban cerca de hacer un gol y justo un miembro de los Gremileks le sacó el balón de los pies. Desde ahí fue cuando él los empezó a apoyar.

 Cuando terminaron los 90 minutos del partido se sintió incompleto, justo 90 minutos, normalmente su equipo combate hasta ganar, pero no hubo penales, ni palos, ni una sola tarjeta roja para alguien. Se siente muy vacío. Pero ese sentimiento no duraría mucho por el timbre que irrumpió la tranquilidad de la casa. Omar fue a ver y mira que es su novia Jessica, tan risueña, y a veces algo terca como una mula. Pero aún así la quería por la gran calidez que le genera cuando está cerca de ella.

 —Qué haces cariño? Viendo el partido de nuevo?

 —Seh, aunque no me dejó con un buen sabor de boca el final, los Gremileks ganaron fácilmente, como si los Brillontes se dejaran ganar. Y la verdad que ver un partido así no es buena idea para pasar la tarde

 —De seguro, pero solo es un partido ¿Qué tiene de importante?

 —Todo mi amor, el fútbol es uno de los mejores deportes de la historia, no entiendo como puedes decir algo así

 —Es que re si, tan solo miralos persiguiendo un balón y se caen como pendejos, es absurdo y se lastiman ¿No crees que es tonto?

 —Lastimarse es parte del juego, lo hace más emocionante

 —No entiendo ese tipo de tonterías, pero comprendo que es un gusto tuyo y se respeta

 Jessica por un momento se disgusta pero luego besa en la mejilla a Omar con una cara dulce, como dando a entender que ya no le importa el asunto del fútbol y prefiere hablar de algo más. Ahí fue donde ella comenta sobre que va a pasar la noche con sus amigas a un club. Jessica a diferencia de Omar, ella no se convertía en un ser de otro mundo cuando las 18:00 PM roza el espacio tiempo.

 El muchacho querría ir con su novia a algún lugar divertido por la noche, pero su condición no le permitía, más bien la sociedad, que idealiza y fantasea cosas que muchos estúpidos creen. Pero no es hora de pensar en eso. No está solo y no puede tener pensamientos negativos.

 —¿Te sientes bien? Te noto algo... Deprimido

 —No es nada mi vida, solo tuve una mala noche

 —Hm, siento que esa mala noche si que te afectó, mira las ojeras que tienes

 —Si, pero solo fue una noche de insomnio, nada que realmente importe

 —¿Nada que realmente importe? Omar, yo me preocupo por tí, somos una pareja, puedes contarme lo que sucede ¿por qué no dormiste anoche?

 —Ah, solo me pegué un buen baño de luz azul y nada más, eso debió mantener activa mi mente toda la noche

 —Bueno, pero si te sucede algo no dudes en contarme, siempre estaré para tí

 Jessica y Omar se abrazan, luego ella se va de su casa. La novia de Omar parece ser una de las pocas mujeres buenas de la tierra. Sabe lo que es ser una pareja, es tan dulce y optimista incluso en los tiempos difíciles, sin duda una belleza que pocas chicas traen.

 Aunque la vida no le haya concedido todos sus deseos si le dio lujos que no pidió pero aún así tiene. De una forma inesperada alguien está celoso de esa suerte tan inmensa, si, el hermano de Omar, Franck. Es un vago holgazán que lo único que sabe hacer es lavar los platos, lo peor? Es que vive al lado de su casa, por eso puede ver que está pasando y ver que es lo que hace. Él también tiene un tipo de condición, pero no se convierte en un hombre lobo a las 18:00 PM. Sino que sus ojos se vuelven ojerosos, su piel muy pálida y la voz se vuelve mucho más grave de lo que es, así es, se convierte en un zombie hecho y derecho, y esto pasa a las 11:00 PM hasta las 06:00 AM. No come cerebros pero no tiene conciencia sobre sus acciones. Como en el caso de Omar, también hay personas que nacen con la condición del zombie y otras no. Explicar todas las anomalías que existen en este mundo es complicado, prefiero decirlo más adelante, cuando sea necesario.

 El caso es que Franck vio como Jessica salía de la casa. Luciendo un bello conjunto negro, el cretino siempre la deseó pero cuando se acerca a ella lo pone en su lugar ya que sabe sus intenciones. Tampoco es alguien que lea mentes, lo que pasa es que es demasiado obvio lo que quiere hacer, hasta Omar sabe que su hermano le habla a Jessica para conquistarla. Aún así no hace nada porque confía totalmente en ella, una confianza comprensible.