Año 2014…
El primer día en la institución Chelsea Frischman se hizo amiga de Mindie Parker, una chica muy tierna, inofensiva e inocente que le gusta la música y que también encierra su secreto del por qué está aquí en la institución. Tiene 17 años, es de ojos claros, piel pálida y cabello negro. Chelsea siempre la defendía ante cualquier problema y también de las garras de Giselle que le gustaba molestarla.
Ella y Chelsea querían formar un grupo musical del cual les hacía falta un guitarrista más. Un día escucharon a unas chicas hablando de un chico que era guitarrista rápidamente les preguntaron y lo fueron a buscar para proponerle que se uniera al grupo. Él se encontraba debajo de un árbol tocando la guitarra, las chicas al verlo se sorprendieron mucho.
— ¡Kevin Stingham!— dijeron ambas.
Kevin Stingham es hijo de un músico muy famoso y tiene 19 años, es de ojos color miel, cabello rubio crespo, alto y cuerpo atlético. Por problemas de conducta y alcohol, su padre decidió ingresarlo a la institución ya que él se encontraba siempre de gira con su banda y no podía controlarlo. Kevin era el guitarrista de una banda de su antigua escuela el cual se separó tras el escándalo que provocó él en un bar y perjudicó la reputación de su padre. Al cabo de un tiempo de estar en la institución, se convirtió en el novio de Giselle.
— ¡Hola!—responde él al escucharlas decir su nombre.
Mindie ha tenido sentimientos hacia él desde que entró a la institución.
— ¿Eres guitarrista verdad?— le pregunta Chelsea.
—Si ¿por qué?— responde curioso él.
—Es que estamos formando una banda y ocupamos un guitarrista…—dice Chelsea.
—Bueno, otro guitarrista, porque mi amiga Chelsea es guitarrista y ocupamos uno de más— interrumpe nerviosa Mindie a Chelsea.
—Si, eso— dice Chelsea.
—Entonces que dices ¿te unes a nosotras?— le pregunta Mindie.
—Oye ¿qué haces hablando con estas perdedoras?— le dice Giselle a Kevin interrumpiendo.
— ¿Perdedora? ¡Ja! Ya te has visto en el espejo— le contesta Chelsea burlona.
— ¡No empieces otra vez Giselle! – dice Kevin al ver que ella provoca siempre a Chelsea.
— ¿Estas de parte de ellas? ¡Yo que soy tu novia nunca estas de mi lado!—contesta Giselle sorprendida.
—Lo siento, esto es así—le responde sarcásticamente Chelsea.
—Prefiere a estas perdedoras— prosigue Mindie.
— ¡¿Cómo permites que me hablen así?! Ya veo que de novio no me sirves para nada— le dijo Giselle a Kevin muy enojada.
— ¿Sabes qué? Tienes razón, ni tú me sirves para nada ¡Adiós!— le contesta enojado Kevin retirándose.
— ¡Uy! Por lo que veo alguien se quedó sin príncipe azul ¿ahora quién es la perdedora?—le dice Chelsea burlándose.
—Cuidado te riegas tu maquillaje —prosigue Mindie.
Ambas se fueron riéndose dejándola sola. A Giselle la consideran como la chica más hermosa del lugar. Ella puede cantar pero lo hace sola pues según ella no quiere que nadie opaque su talento.
—Esto no se queda así, me las van a pagar— decía en sus adentros con una mirada asesina.
Al día siguiente, Mindie sale de su habitación cuando se tropieza con Kevin.
— ¡Hola!— le responde sorprendida ella.
—Pensé muy bien la propuesta que me hicieron ayer y creo que aceptaré—menciona él.
—Si eres lindo...—responde hipnotizada Mindie.
— ¿Qué?—dice Kevin confundido.
—Si… perdón es que me…. ¿qué me decías?— dice Mindie avergonzada.
—Que acepto a entrar a su grupo—responde Kevin con una sonrisa.
— ¿De verdad? ¡Qué bien!—exclama ella dándole un abrazo.
Kevin sorprendido corresponde a dicho abrazo. En ese momento Giselle va pasando por el pasillo cuando mira a los dos muy cariñosos y se pone furiosa.
— ¡Ohm! Mindie—le dice Kevin.
— ¿Si? ¡Oh lo siento! Es que me emocioné mucho. Ya me voy a decirle a…. adiós— se retira Mindie muy avergonzada.
Giselle al mirar que Mindie se retira, la sigue hasta el lago. Ella cruza el puente y Giselle esboza una sonrisa maliciosa.
— ¡Oye Mindie!— le grita Giselle mientras se acercaba a ella.
Mindie inocentemente gira y Giselle con una velocidad la empuja por la borda del puente y cae al agua. No podía nadar y el lago era profundo. Giselle ríe a carcajadas mientras se estaba ahogando.
—¡¡Auxilio!!—gritaba como podía Mindie.
—Eso te pasa por meterte conmigo—dice Giselle mientras los demás se acercan a ver.
Kevin mira que había mucha gente cerca del puente, va hacia al lugar y observa a Mindie ahogándose. Rápidamente se lanza a salvarla y en cuanto la saca del agua le da primeros auxilios.
— ¿Qué te pasa Giselle? ¿Acaso eres un monstruo?—le dice Kevin enojado.