PRÓLOGO: Mundo De Ensueño

Este es el siglo XXVII. Después de la sexta guerra mundial y, casi la aniquilación completa de la raza humana, se descubrió una nueva parte del mundo. Un mundo oculto que se escondía tras la sombra de la humanidad o, la humanidad tras la sombra de ese mundo. Desde entonces, la humanidad no es la única raza que hay en la tierra, sino, consideradas actualmente como cuatro razas principales y, estirpes procedentes de las mismas. Una de ellas, en estos momentos son personas de un gran reino, el reino de los magos.¿Humanos? Pueden ser, sin embargo, son más fríos, más calculadores, más disciplinados y, además, controlan los cuatro elementos y sus derivados a voluntad, siempre y cuando su energía no limite su poder.

Los Humanos, simplemente son una raza principal por su gran mayoría, por su cerebro, por su tecnología, pero la consideran una raza inferior, una raza débil que se deja llevar por los sentimientos y emociones del corazón, por consiguiente, es la más masacrada.

Seres divinos, los más vistos, se les llaman Arcángeles, individuos completamente hermosos, con voces melódicas, rostros y cuerpos perfectos, sin embargo, creen ser superiores, con sus alas blancas volando sin que nada les importe en absoluto a menos que los involucre, capaces de ocultarse fácilmente entre la humanidad, ya que pueden cambiar a cualquier aspecto físico.

Seres malignos, se les llaman Demonios, entes que ocultan su aspecto maléfico en exteriores humanos, igual que los arcángeles, pero estos atraen el caos y la guerra, además, de ellos se desprende un aura tóxica que hasta un ciego podría ver.