Como vimos en el capítulo “¿Cómo se usa la raya?” podemos armar diálogos utilizando la raya de diálogo (—). No hay que confundirla con el guión (-) ni con el guión bajo (_).
Aquí les dejo algunos ejemplos:
—¡Me encanta este libro! —exclamó Tamara. (La primera raya va pegada a la palabra con la que comienza el diálogo y la segunda va pegada al verbo que anuncia locución).
—Hola. (Si no hay aclaraciones el diálogo cierra con punto).
Tamara exclamó: —¡Me encanta este libro! (También podemos usar dos puntos para indicar que va a comenzar un diálogo).
Estamos muy acostumbrados a utilizar la palabra “dijo” en nuestros diálogos, pero existen muchos sinónimos y alternativas para no repetir. Veamos algunos ejemplos:
—¿Me quieres? —preguntó.
—Quiero que me lo digas —demandó.
—Luces bastante cansado —comentó,
—No quiero ir —lloró.
—No quiero ir —imitó.
—¡Corre! —exclamó.
—”Solo” ya no lleva tilde —corrigió.
—Te he extrañado —susurró.
—Sí —contestó.
—Apúrate —mandó.
—Puede pasar —anunció.
—¿Me das un poco? —pidió.
—¿Puedo? —solicitó.
—¡Mamá! —llamó.
—-Azul —sugirió.
—¿Sabes qué es lo que me gusta de tus ojos? Que puedo ver mi reflejo en ellos —bromeó.
—Por favor —insistió.
—No —gruñó.
—De ninguna manera —negó.
—Bueno —afirmó.
—No puedo más —suspiró.
—Le gustas —dijo soltando una risita.
—Seré el mejor —declaró.
—Seguro —confirmó.
—No me dejes —suplicó.
—Me gusta leer —añadió.
—No estoy listo —sollozó.
—No estoy seguro —titubeó.
—Lávate bien las manos —regañó.
—Te voy a matar —habló entre dientes.
—Tu madre es una llama —se burló.
—Lo hago muy bien —alardeó.
—¡Fuera! —gritó.
—Dame mi dinero —demandó.
—Si a ti te parece bien —agregó.
—Me gustas —confesó.
—No me agrada —soltó.
—No tengo tiempo para esto —atinó a decir.
—Ah —se limitó a decir.
—Ah —gimió.
—Ufa —resopló.