troll y las puertas del pasado

el amor desvanecido

Al cruzar la puerta un camino de rosas rojas lo guiarían a 2 ataúdes, al acercarse su hermano y su padre se encontrarían vistiendo unos trajes negros, veto miraría a los 2 con tristeza, los lloriqueos de varias personas se escucharían y una luz blanca alumbro alrededor, la brisa que movía lentamente los árboles, el sol y las lapidas enterradas en el pasto verde, veto se encontraba en el funeral de su hermano y de su padre, alrededor varias personas vistiendo trajes negros y vestidos negros, en medio de los ataúdes una corona de flores blancas y rojas se encontraba, entre todas las personas se encontraban la madre de veto que lloraba desconsoladamente, el jefe de su padre que se lamentaba por burlarse de su hijo, la abuela de veto, los amigos de su padre, los pocos de su hermano, unos cuantos conocidos y veto pequeño que tenía una rostro de tristeza por su padre, entre él y su madre tirarían una flor blanca en cada ataúd. Veto sentiría un nudo en su garganta al ver una vez más el funeral de ellos 2, la lagrima de veto caería en el pasto, y en funeral se desvanecería lentamente.

Veto aparecería en su casa, donde el pequeño veto abriría la puerta y lanzaría la mochila del colegio al sofá,

-¡mama!... ¡mama!

Veto al se dirigiría a la cocina al ver que no estaba se sentaría molesto, agarraría una manzana que estaba sobre la meza y poco a poco se la comería, veto una nota pegada sobre el refrigerador y la empezaría a leer, “perdóname hijo tuve que doblar turno llegare hasta mañana, hay comida en el refrigerador… ¡feliz cumpleaños!, mañana te daré una sorpresa”

Veto enojado haría bolita el papel y la tiraría en la basura, se cambiaría de ropa y saldría de la casa, veto lo seguiría y al cruzar la puerta se encontraría en una casa diferente, las paredes llenas de fotografías, los sillones viejos pero cubiertos por una funda blanca, una tele vieja pero funcional, una mesita de madera, una vitrina con figuras de porcelana y un refrigerador llena de imanes de figuras de frutas, a esa casa empezarían a tocar la puerta y una ancianita tierna con un mandil, se levantaría para abrir

-¡abuela!

-nieto, ¡pasa pasa!

El joven veto entraría con entusiasmo y se sentaría en el sillón

-cómo has estado, te ayudo en algo abuela

-no hijo, espera aquí

-bueno

Después de unos minutos la abuela gritaría delicadamente

-ya ven

El joven veto iría a la cocina donde su abuela le había servido unas ricas enchiladas de mole

-¡Tus favoritas!

-gracias abuela, ya tenía hambre

Emocionado se sentaría y empezaría a comer, la abuela se sentaría enfrente de él,

-¿creías que me había olvidado de tu cumpleaños?

-no, nunca lo haces

La abuela pondría una sonrisa de felicidad y preguntaría

-¿y tu madre?

-tuvo que quedarse a doblar

-aaay tu madre, siempre trabajando, ¿pero sabes por qué lo hace verdad hijo?

-si lo sé, pero me gustaría que estuviera más tiempo conmigo como tú, ya van 8 años que me aplica la misma, llega me deja de comer me da para el gasto y se va

-eres un buen chico hijo, un chico ya estuviera en las drogas o peor en la cárcel

-tal vez, pero contigo me siento bien, eres como mi madre que quisiera tener

-¿y la escuela?

-bien ya sabes 8, ni tan bien ni tan mal

-me alegro hijo, no te exijas tanto hijo el 8 es un buen numero, ¿de que sirve sacar 10 si no aprendes nada?

-Si lo bueno es que solo queda un mes y le digo adiós a la secundaria y hola a las vacaciones, más tiempo para venirte a visitar

-me encantaría hijo, ¿quieres más?

-Si por favor

Veto se quedaría hasta tarde y durante todo ese tiempo se quedaría platicando y ayudándole al aseo, veto se despediría de su abuela cosa que le molestaba mucho, pues le encantaba estar con ella, una vez en su casa se recostaría en su cama y cerraría los ojos.

Al día siguiente, en la mañana veto se levantaría bostezando, se daría una ducha, se cepillaría los dientes, se peinaría el cabello, y se colocaría su uniforme y la mochila, se llevaría una manzana que comería en el camino, al llegar a la escuela ni una persona se acercaría a él, es más lo ignoraría, al llegar a clase todos los jóvenes estarían platicando, jugando, o corriendo alrededor del salón, veto se sentaría en la última butaca de la fila, se cruzaría de brazos y se recargaría sobre la paleta de la butaca a esperar a la maestra, todas las clases transcurrirían normalmente, durante el receso veto se escondería en los baños a esperar a que vuelvan clase era lo que siempre hacia, las clases seguirán con normalidad a excepción de la última en esta la maestra se tardó más en llegar, lo que lo molestaba pues todos estaban platicando y él no tenía a nadie con quien platicar, la maestra llegaría y les diría

-bien ahorita no los quiero ver parados, así que se me ponen a ser este trabajo y el que no acabe no lo dejo salir

La maestra comenzaría a poner varias ecuaciones de 3 grado sobre el pizarrón para después sentarse, la mayoría sacaría su cuaderno solo para apuntarlas, pero veto las resolvería en unos 10 minutos, se dirigiría con la maestra para que le calificara




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.