Tron: el codigo fantasma

la familia

La intrusión de Bill había sido un alboroto para Julian Dillinger: dejó inservibles algunos equipos durante horas, algo que lo enfureció, pero no podía hacer nada ni encontrarlo porque ya estaba fuera de su alcance. Intentó rastrear la IP de donde venía la señal, pero fue inútil; la señal iba de un lado a otro sin punto fijo. Se preguntaba por qué Bill hacía eso ahora que estaba tan cerca de lograr sus objetivos, mientras murmuraba para sí mismo:
—Esto es un problema menor... no creo que él vaya a hacerlo de verdad.
Su madre, Elizabeth, lo observaba sentada en una silla, sin decir nada, como si contemplara a un loco. Solo lo detuvo al acercársele y, cortándole el paso, le dijo:
—Él no puede hacerte nada. Todo va a salir bien. Una equivocación de tu tío no puede evitar que sigas adelante. ¿Por qué estás tan alterado? Él está haciendo esto solo para sacarte de quicio, y lo está logrando. ¿No lo ves?
Julian se recostó en su silla y respondió con desprecio:
—Tienes razón. Un bastardo como ese no puede hacer que todo lo que construí se vaya a la basura. No puede hacer... nada. Es como un fantasma; no puede hacerme daño.
Rió y borró el mensaje en su pantalla, como si eso lo protegiera. Luego dijo con convicción:
—Tenemos que seguir trabajando en el láser; eso nos hará jodidamente multimillonarios. Los militares de todo el mundo nos adorarán.
Elizabeth insistió:
—Mi hermano quiere hablar contigo. No puedes hacerle esperar; sabes lo mucho que se enfada.
Julian apenas dignó la llamada. Cogió su teléfono y salió del edificio para hablar con su tío. Con voz tensa dijo:
—Sé lo que pasó. Puede que ese idiota intente asustarte, pero no es nada del otro mundo. Ya lo intentó una vez y no lo consiguió. Concéntrate en lo importante: dirigir la compañía.
Con orgullo y un filo de resentimiento respondió después, como defendiendo su lugar:
—No tenías que meter tus narices en lo que estoy haciendo. Sé que no confías en mí, pero soy capaz. Soy más inteligente que tú en todos los sentidos. Soy mejor que tú. Recuerda que yo estoy dirigiendo la compañía, no tú.
Su tío, impasible, lo cortó con voz fría:
—Solo recuerda que estás donde estás porque yo lo quise así. No la cagues y no permitas que ese bastardo haga lo que le dé la gana.



#393 en Fanfic
#1977 en Otros
#365 en Acción

En el texto hay: fanfic, disney, tron

Editado: 16.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.