preparando el plan

Eve se reúne con Luca y Ares para decidir qué hacer si a Bill se le ocurre contraatacar. Luca estaba demasiado nervioso y algo perdido; eso se notaba en la mirada. No sabía qué plan hacer ni qué decir. Ya había hecho muchos planes y ninguno le había funcionado. Lo único que pudo decir fue:

—Se supone que Bill ya no tiene cómo atacar. Se supone que estamos libres, ¿verdad? No creo que el código le sirva de mucho.

Ares responde:

—Si las cosas fueran así, yo me hubiera ido. —Mira a Eve— Nos hubiéramos ido; que me haya enterado de todo lo que pasó es demasiado. Sé lo persistentes que pueden ser los Dillinger, así que esto es de mucho cuidado. Creo que estás muy alterado; si quieres relajarte puedes ir a descansar y volver. Yo voy a hablar con Eve.

Luca replica:

—Yo puedo con esto.

Eve comienza a hablar:

—Tenemos que averiguar quién sacó a Bill de la cárcel, dónde está y para qué lo sacaron de ese lugar.

Luca se queda a pensar y dice:

—Sé que va a sonar estúpido, pero ¿y si preguntamos en la cárcel quién fue el que lo sacó?

Eve, de forma sarcástica, responde:

—¿Tú crees que eso va a pasar?

Luca insiste:

—Bueno, tú tienes mucha influencia; tal vez eso sirva de algo.

Ares añade:

—Esa es una buena idea.

Eve pregunta:

—¿Y después?

Luca mira a Ares y dice:

—Buscar la casa, supongo... no sé.

Ares contesta:

—Tenemos que pensar un plan mejor para ese momento.

Luca dice:

—Tenemos que concentrarnos en el código, para atacar con el que Bill tiene.

Eve le dice:

—Ese es el comienzo del plan, así que es mejor que vayas a trabajar.

Luca asiente y se va a trabajar. Quedan solos otra vez; ella le pregunta a Ares:

—Me parece muy curioso que me hayas escrito que quieres dedicarte a buscar más como tú y ahora otra vez estés aquí. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Él responde:

—Yo estaba buscando, pero me encontré con alguien. Me dijo que no hay mejor cosa que buscar eso porque con esa persona que quieres... así que vine aquí para que fueras conmigo. Sé que estás ocupada, pero también me dijo que no perdía nada con intentarlo; tal vez tiempo, pero eso ahora no importa.

Ella dice:

—Bueno, tal vez me pueda dar unas vacaciones cuando esto termine.

Él contesta:

—Lo sé, eso va a pasar. Lo único que sé ahora es que quiero una compañera para ir contigo, así como Sam tiene la suya.

Se sienta en un sofá que había en el lugar y le dice:

—Me alegra tanto verte.

Él se sienta a su lado:

—Yo también.

Ella comenta:

—Esto es una locura. Todo lo que está pasando es una locura. No sabía que Julián tenía un primo; es increíble cómo unos chicos pueden hacer tanto alboroto.

Él responde:

—Bueno, es normal que un concepto como la red inspire a otras personas. Si lo hizo contigo, lo puede hacer con otros.

Ella pregunta:

—¿Qué pasa si no puedo arreglar lo que no he causado? ¿Qué pasa si no estamos preparados?

Él comienza a pensar:

—Tal vez necesitemos ayuda. Si vamos a entrar a ese lugar necesitamos a más personas además de mí que conozcan ese sitio a la perfección. Conozco a alguien.

Ella pregunta:

—¿Quieres traer a Sam y a ella, verdad?

Él responde:

—Creo que es lo mejor. Estoy reflexionando y necesitamos muchos refuerzos.