Tron: el codigo fantasma

confrontación

Ahora, en el presente, Bill se encontraba en un apartamento demasiado elegante, con una vista privilegiada a toda la ciudad. Estaba de pie frente a un enorme ventanal donde su propio reflejo lo encaraba: un reflejo cargado de ira, frustración y un resentimiento que lo consumía desde dentro.
Todo el plan que había calculado durante toda su vida se había desmoronado en un instante. Sus ojos estaban rojos de rabia; los puños apretados hasta temblar. Quería romper algo, quería que algo absorbiera toda la furia que hervía en su pecho.

Una voz lo arrancó de ese trance.
La voz de la persona que había ayudado a traerlo al mundo.

Condescendiente, él dijo:

—Me sorprende que no hayas curado ya. ¿Por qué no olvidas el pasado y sigues adelante? ¿Por qué no montas un negocio o estudias? ¿Por qué no dejas de... humillarte a ti mismo?

Aún de espaldas, Bill rodó los ojos. Esa persona —a quien apenas podía llamar progenitor— añadió:

—Ahora tienes que ayudar a tu primo. Es por tu bien. Porque si no lo haces, tendrás muchos problemas. Y si haces esa idiotez que tienes en la cabeza... lo vas a pagar, y muy caro.

Bill se giró lentamente. Su voz era un hilo de pólvora encendida.

—Voy a llevar mi plan a cabo, aunque no lo quieras. Voy a cumplir lo que dices, pero... puedes olvidarte de todo tu trabajo. Vas a pagar por dejar morir a mi madre. Debería dejar morir a... "mi primo", ¿sí?

Su supuesto padre se acercó a él de forma amenazante.

—Te voy a decir una sola cosa. Aquí, la persona vulnerable eres tú. No tienes el poder de elegir ni de hacer nada. Te explicaré lo que va a pasar si sigues con ese plan: si borras la red con tu primo adentro, pagas. Si borras la red sin él, también pagas. Así que tienes todas las de perder. Investigué acerca de ti... Sé que has matado personas. Tienes un pasado muy oscuro detrás de ti. No quieres que nadie sepa lo que has hecho. Así que cumples lo que te digo, y las cosas siguen como antes.

Bill apretó los dientes.

—Está bien. Puede ser que hoy no sea el día... pero vas a pagar lo que has hecho.

Su padre respondió con frialdad cortante:

—Yo no quise traerte a la vida. Tu madre sabía lo que le esperaba y aun así decidió tenerte. Ella se acostó conmigo porque quiso; yo no la obligué. Ella tomó la decisión de tenerte. Así que el problema aquí no soy yo: eres tú, que no has madurado. Quieres atacarme donde más me duele —se acomodó las gafas— solo para hacerme daño. Eso es tan inmaduro, tan infantil, que hasta me da risa. Podrías haber hablado conmigo como un adulto. Podría haber fingido que Julian murió, pero tú decidiste irte por el camino de la venganza. Pude colocarte en el lugar que siempre quisiste, pero eso no va a pasar. No ahora ni nunca. Como dije: vas a sacar a tu primo de ese lugar y te irás con las manos vacías, agradecido de que no haya hecho nada contigo.

Bill le sostuvo la mirada con un odio que parecía quemar el aire. Luego sonrió con frialdad.

—Claro. Saco a ese idiota y me voy. —Sonrió aún más, como si su mente estuviera reorganizando el plan—. Pero tienes que explicarme cómo entrar a ese lugar.

—Sin trucos ni nada —exigió él.

Bill volvió a rodar los ojos.

—Sin trucos. —A sus espaldas, cruzó los dedos. Luego añadió—: Todavía no entiendo por qué darle tanto poder a Julian.

—¿No es obvio? Yo no tengo hijos. Y mi hermana aportó mucho a la creación de la empresa.

—¿Todavía me sigues negando? —preguntó Bill.

—Bueno, los fantasmas no son familia. Y según la ley, tú no existes. Tu primo, en cambio, sí es real. Tú solo vas por ahí escondiéndote, diciendo que eres un asesino. Y desde que sé, los asesinos no tienen familia. Así que no entiendo por qué buscas tanto mi aprobación.

—No busco tu aprobación —rugió Bill—. Busco tu dolor. El mismo que me causaste.

Él suspiró con irritación.

—Tienes tanto potencial... pero lo arruinas con esa rabia. Tal vez podría decir que te pareces a mí.

—Nunca podré ser igual que tú.

—No, no eres igual —dijo él, alejándose—. Eres peor. No sé por qué tengo que aguantar tus estupideces. Solo te voy a decir una cosa: mañana vas a averiguar cómo entró tu primo, y vas a ir por él.

Bill preguntó con burla:

—¿Qué pasa? ¿No lo sabes?

—No.



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En el texto hay: fanfic, disney, tron

Editado: 04.12.2025

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