¡Correr!

Me desperté en un lugar raro y con un olor a muerto, se parecía a un sótano, en ningún lado ví a Galib. 

Obviamente ésto es un secuestró, la pregunta es quién lo hizo, porque el por qué lo hizo ya me lo imagino. 

Escuchó un ruido, una puerta abriéndose y al fin veo al espécimen que me secuestró, vamos a ver si después de salir de aquí vuelve a pensar en hacer algo así. 

Secuestrador: Buenos días Alteza, ¿durmió bien? 

¿Por qué su voz me suena tan familiar? 

Solixia: Buenos días, dormí como un bebé gracias por preguntar y si me permite preguntar, ¿por qué mierda me secuestró? Claro si no es molestia responder. 

Me estoy aguantando las ganas de golpearlo. 

Él solo sonrió y me acarició la mejilla. 

Secuestrador: Cuidado con tú lenguaje y la respuesta a tú pregunta es fácil de responder, te secuestre porque te voy a embarazar, después entregarte a la reina, para que al final yo quede como un héroe al salvar a todo tú pueblo. 

Cada vez esto se pone más complicado. 

Solixia: Sabes que tú plan es muy retorcido, pero la verdad lo que quieres es quedar bien y tener una recompensa, porque salvar a mi pueblo te da igual, además sabes muy bien que son unos egoístas que no se preocupan por nadie. 

Se acercó más a mis oídos y me susurro. 

Secuestrador: Se parecen a tí, mi amor. 

Solixia: Por lo menos no fue mi elección no tener sentimientos, cariño. 

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Él me agarro el cuello. 

Secuestrador: Hace mucho no escucho esa palabra de tus labios. 

Por una ventana salió una rayo de solo y ahí ví a él, mi ex prometido 

Solixia: Oh eres tú, con razón tú voz me sonó tan familiar, tanto tiempo, desde que le robaste a mi familia y me fuiste infiel, que tiempos aquellos, eran los mejores. 

Secuestrador: No te creas tan lista, van a olvidar todo eso cuando te entregue con un bebé en brazos. 

Me empece a reír. 

Solixia: Eso es lo que crees, apenas llegues te van a arrestar y solo serias un peón en el juego de la reina. 

Secuestrador: No crees que ya has hablado mucho, un palo en tú boca sería muy útil. 

Yo siempre he sabido que él está loco. 

¡Galib! 

De tanto hablar se me olvido Galib, habrá escapado o lo tendrán encerrado. 

Nose si preguntar sería muy arriesgado. 

Solixia: Tienes a otros prisioneros o tengo la suerte de ser la única. 

Secuestrador: No, tengo a otros que son menos valiosos que usted, pero siguen siendo dinero. 

Creo que no sabe de Galib, por dicha. 

Me quedé callada pensando como escapar y me acorde del cuchillo que encontré, solo tengo que esperar a que me deje sola, para escapar. 

Secuestrador: Ya casi vengo, pórtate bien mi amor, sino quieres que sea más doloroso para tí. 

Cuando el salió espere un minuto por si acaso, después trate de agarrar el cuchillo ya que estaba muy amarrada pero al final lo logre y pude quitarme las cuerdas.

Me levante y trate de abrir la puerta, pero esta cerrada, me fijé en las ventanas y también estaban cerradas, la única opción que tenía era atacar.

Me preparé detrás de la puerta para esperar a que entrara, pero no entró por horas, ese maldito me quiere volver loca.

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Solixia: ¡Ahhh!. 

Trate de golpear la puerta, pero no hizo la diferencia. 

Minutos después un humo raro salía por debajo de la puerta, no me gusta nada esto. 

Todo el sótano esta con humo y me estoy empezando a sentir rara, empiezo a ver borroso, pero antes de que no pudiera seguir con los ojos abierto ví a Galib entrando por la puerta, después de eso no supe más. 

Tiempo después estaba tomando conciencia y en eso empece a escuchar a Galib. 

Galib: No debiste haber secuestrado a Solixia, ahora lo pagarás muy, pero muy caro. 

Abri los ojos y ví a Galib golpear a mi ex prometido, por cada puñetazo le daba una patada y no lo dejaba levantarse. 

Me levante para ver mejor el espectáculo. 

Solixia:  Wow, ¿Puedo golpearlo después de que termines?. 

Él de inmediato voltio a verme. 

Galib: ¡Solixia! Mi vida ¿estás bien? 

¿!Mi vida!? 

Solixia: ¿Cómo me dijiste? 

Galib se puso rojo y me reí. 

Galib: Olvida lo que dije, encerio lo quieres golpear. 

Solixia: Obvio, no sólo usted se puede divertir. 

Cogí una piedra y se la lancé a la cara, Galib se sorprendió. 

Galib: Creo que me enamoré. 

¿¡Qué acaba de decir!? 

Solixia: Creo que hay que dejar las cosas claras, yo no puedo sentir nada, menos amor, apenas nos conocemos y sé que nos besamos, pero no sentí mucho, yo me disculpó si te ilusionante.