Con dolor, pero no se va a quedar así.

No pude más con el dolor y salí corriendo, después de la traición aún confiaba en él, pero ahora sé que me odia, y no puedo hacer nada para cambiar eso.

Tendré que acabar con él, es mi enemigo y a los enemigos hay que matarlos.

Sin importar que fueran lo más cercano a uno, es más importante no tener obstáculos en mi camino, pero aún ocupo que me ayude con el propósito inicial, encontrar la forma de romper la maldición, esto no estaría pasando si no fuera por el trono maldito, es ridículo.

Regrese donde está Jamil y Galib, pero para mí sorpresa, Galib ya no estaba y Jamil está inconsciente en el suelo, me lo debí de imaginar dejar a este con el idiota fue un gran error.

Veo a mi alrededor por si Galib se está escondiendo o si anda cerca, pero no lo veo, no debí de haber corrido, menos dejarlo con una espada, no sé en qué estaba pensando.

Busco alcohol para tratar de despertar a Jamil, y que me explique exactamente qué pasó.

Jamil se despertó rápidamente y en alerta.

Solixia: Si tan solo hubieras estado en alerta Galib estaría aquí.

Jamil abrió los ojos con sorpresa.

Jamil: No me eches toda la culpa a mi, tú fuiste la que salió corriendo.

Solixia: Tuve mis razones, pero sé que hice mal en salir corriendo, ahora dime qué pasó.

Jamil: Cuando te fuiste, te seguí con la mirada, Galib aprovecho y salió corriendo, me di cuenta cuando mire de reojo, entonces lo perseguí, aunque me llevaba ventaja, trate de usar mis poderes, pero él se movía con agilidad, aunque al ser un guardia real era obvio que tenía entrenamiento...

Solixia: Entonces no lo pudiste atrapar, pero ¿por qué estabas desmayado?

Jamil se puso rojo

Jamil: Supongo que fue porque me caí.

Solixia: Creo que para tú reputación sería mejor decir y pensar que Galib te pego con el mango de la espada.

Jamil: También creo lo mismo.

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Solixia: Hay que buscarlo, lo necesito para que me ayude con la maldición, sino todo lo que he hecho hasta ahora será en vano

Jamil suspiro y me agarró por los hombros

Jamil: Solixia estas segura de que es para lo único que lo necesitas, sé que no sientes emociones positivas, solo negativas y eso es un gran paso, pero no quiero que tus motivos para encontrarlo sean diferentes a lo que has dicho.

Solixia: Entiendo tú molesta preocupación, pero te aseguro que no siento nada por Galib, tal vez enojo, pero jamás algo positivo, la confianza nunca la he sentido, pero estoy tratando de sentirla hacia ti, y mis motivos es romper la maldición no sentir patéticas emociones.

Jamil: Entiendo, cambiando de tema, adonde lo buscamos.

Solixia: No lo sé, pero hay que recargar energías, creo que lo mejor es comer, para luego localizar a mi madre, estoy segura de que Galib va a ir donde ella, pero tuvo daños por lo tanto no va a llegar antes que nosotros si comemos algo.

Jamil: Está bien, yo me estoy muriendo de hambre, además está ropa ya no sirve de mucho.

Asiento, y nos dirigimos a un pueblo, donde espero que no me quieran matar o atrapar.

Al llegar nadie se fija en nosotros, eso me alivia, nos dirigimos a una tienda, hay que robar lastimosamente, no tenemos dinero, aunque no me gustaría robarle a alguien que pasa por un mal tiempo.

Solixia: ¿Tienes dinero?

Jamil me mira extrañado.

Jamil: Sí, ¿por qué?

Solixia: No quiero robar comida, menos a alguien que hace el esfuerzo por mantenerse.

Jamil se detuvo y me miró estupefacto.

Solixia: ¿Qué?

Jamil: Solo me sorprende que te preocupes y tengas empatía, más por personas que no conoces.

Esto es ridículo, no siento empatía, solo lo hago porque no soy mala persona, aunque no pueda sentir como los demás.

Solixia: No juzgues a un libro por su portada, puede que sea fría, odie a muerte a mi madre, y no haya llorado o sufrido la muerte de mi padre, pero eso no significa que sea mala persona, solo tengo mala suerte.

Jamil pareció entenderme y suspiro, se quedó pensativo, me preguntó que estará pensando.

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Jamil: Sé que lo que voy a decir es ridículo, pero por lo menos tienes a una madre a la cual odiar, yo no tengo eso, y siempre he anhelado tenerla.

Solixia: No es ridículo, sé que no tener un padre hace un vacío que no se puede llenar, pero la verdad prefiero no tener a mi madre a tener que vivir esto solo porque está desquiciada.

Jamil: Sí, supongo que tienes razón, yo creo que preferiría lo mismo, bueno basta de temas tontos, que compramos.

Solixia: Unos frutos secos para mí, no sé qué quieres de comer.

Jamil: ¡No puedes comer solo frutos secos! Te vas a morir, si no comes otra cosa.

Solixia: Bueno, pero deja de gritar, solo vas a llamar la atención y es lo que menos queremos, no tengo nada en mente, ¿puedes elegir mi comida?.

Jamil: Está bien, ya vengo.

Mientras espero a Jamil decido darme una vuelta por el pueblo, desición idiota de mi parte, pero no es que sea mucho de pensar en estos momentos.