Siento un fuerte dolor de cabeza que me impide abrir los ojos, logro distinguir la voz de Jamil, está discutiendo con alguien, su voz me suena familiar, pero no logro reconocerla.
Hago un esfuerzo por abrir los ojos, y poco a poco lo logro, para mí sorpresa la otra voz es Josil.
¿¡Qué rayos hace aquí!? Y ¿por qué parece que Jamil la conoce?
Solixia: Jamil, ¿¡Qué hace Josil aquí!?
Él inmediatamente se da la vuelta, hay temor en sus ojos y sopresa.
Jamil: So-Solixia, ella... Ella es...
¿Por qué está tan nervioso? ¿Qué sucede?
Josil: Soy su hermana, bueno no de sangre, pero nos queremos como hermanos, le estoy dando muchas vueltas al asunto, somos hermanos de acogida.
Volteo a ver a Jamil, tiene la cabeza agachada, Dios mío en que problema me metí por andar con él, y justo cuando pensé que no había más secretos que descubrir.
Jamil: No es lo que piensas, no te traicione, te lo juro por mi vida, es una historia complicada.
No puedo creer lo que voy a hacer a continuación, dudo arrepentirme, pero no quiero parecer débil, no sé porque la maldición me está afectando menos, tal vez por estar lejos del reino, pero puede ser que se conecte con mi problema de no tener sentimientos.
Solixia: Me duele la cabeza como para seguir escuchandote, me explicarás este malentendido, que espero que lo sea, pero luego, no tengo ganas de pensar.
Jamil asiente y Josil se me queda viendo.
Josil: Tú madre quiere salvar al reino, y estoy del lado de ella, no importa si Jamil te quiere con vida, solo sigo órdenes de la reina.
Me empecé a reír, esto es estupido.
Solixia: No he contado mucho sobre mis teorías y sospechas, pero enserio crees que la reina quiere salvar al reino, ella no piensa en los demás, desde que murió mi padre se pudrió más de lo que ya estaba, antes de eso ella nunca fue un ser de luz, rompió las leyes, hizo que mi padre tuviera una vida miserable y controlada, también le fue infiel, según mis investigaciones tengo un hermanastro mayor que se lo oculto a mi padre, ha contaminado el pueblo y aparte de que puede morir por la maldición esos son otros motivos por los cuales me quiere muerta, porque sé todo lo malo que ha hecho.
Josil: Debería matarte ahora mismo por faltarle respeto a su majestad.
Josil saco su espada preparada para luchar, yo en cambio concentre mi enojo para que el fuego volviera, pero no lo hizo, tengo que aprender a controlarlos.
Jamil: ¡Josil! La matas y no volverás a tenerme de hermano, estas advertida.
Por dicha Jamil intervino, no quiero parecer patética.
Además no tengo un arma con el cuál defenderme.
Solixia: Jamil tenemos que hablar sin ella presente...
Él asintió y apartó a Josil para que le diera espacio.
Jamil: Necesito unas respuestas sobre lo que dijiste.
Me hubiera quedado callada, no quiero volver al pasado, pero si lo hago él tendrá que hacerlo también.
Solixia: Hagamos un trato respondo a tus preguntas volviendo al pasado y tú me das información.
Jamil lo pensó, Voltio a ver a Josil y dudo.
Solixia: El tiempo es oro, agradezco que intervinieras, aunque no era necesario, necesito que entiendas que solo quiero romper la maldición para que me dejen en paz, vivir lejos de todos, sin emociones.
Jamil: Entiendo, solo que hay información que no te puedo...
Lo interrumpi.
Solixia: Lo sé, y hay un pasado que no puedo desenterrar como si nada, los dos estamos dando algo que no queremos, pero si necesitamos las respuestas, debemos hacerlo.
Suspiro y se rindió, lo había conseguido, está confiando en mi, su información va a ser útil, solo espero no encontrarme con lago de que lamentarme.
Jamil: No me lo tomes a mal, pero quiero empezar con las preguntas.
Solixia: Tres preguntas, tres respuestas, después me revelas algo de información, hay que ser justos.
Jamil: ¿Por qué dijiste que tu madre nunca fue un ser de luz? ¿Quién es tu hermanastro? ¿Cómo ha contaminado la reina al pueblo?
No sabe hacer preguntas, pero que puedo hacer, él lo quiere saber.
Solixia: Un día me dio por curiosiar y descubrí el pasado de ella, hace unos 20 años, tal vez más, accidente en un pueblo en la costa, un incendio que arrasó con casi todo el pueblo, la estaban culpando de robo, entre otros delitos, antes de eso, se libro por mi padre, siempre hacia eso, nunca revelaba quien era con él hasta que se casaron y ya era tarde.
Tomo aire y continuo.
Solixia: No sé quién es mi hermanastro, solo descubrí que lo tengo, escuché a mi madre hablar con unas personas sobre ello, no le di tantas vueltas y me fui. La contaminación, hay diferentes formas, pero entre ellas las disputas por falsas acusaciones, la reina pone a todos en contra menos de ella. Y cobra más impuestos de los que debería, le está robando a los pobladores y ellos se dejan para no hacerla enojar.
Jamil de queda callado procesando la información, tal vez le cuesta afrontar la cruda realidad, puede que sea como Josil, que confía en la reina o lo hacía.
Solixia: Tu pasado con Josil, como te ganabas la vida, que opinabas de la reina.
Jamil se quedó petrificado, un tema sensible, que importa, tengo que ver si puedo confiar, sino revela esta información sabré que no es de confianza.
Jamil: Me dejaron tirado en el bosque, una mujer me encontró me llevo al orfanato de tú reino... Crecí junto a Josil, siempre me protegió, es mi hermana aunque esté del lado equivocado, no estoy orgulloso de cómo me ganaba la vida, y jamás me lo perdonaré, robaba a otros pueblos, desde los 10 a los 13 años, hasta que la reina se apiadó de nosotros y contrato a Josil como guardia, y a mi como si mensajero, ahí te conocí, a una niña de pelo negro como la noche y ojos como zafiros que destellaban dolor, pero uno casi invisible, siempre te observaba... Le debo la vida a la reina, pero también ha hecho que haga cosas peores por lo tanto mi deuda está saldada, en tu cumpleaños número 15 estaba presente, en la fiesta vi como tu padre moría por los pobladores, y como aquella niña sufría en silencio....