Trophy Wife | Editando |

Capítulo 2: Nueva alianza.

CHRISTIAN

Trabajé toda la tarde para poder viajar con la cabeza despejada.

Acabada la presentación de mi hermano, no dirigimos directamente al aeropuerto. No quería dejar pasar un día más; cuando más rápido vaya a resolver eso, más pronto podremos regresar.

Steve también nos acompaña. Como mi representante legal, puede que lo necesite si esa mujer no colabora de la manera en que espero que lo haga.

—Christian, ¿cómo se te ocurre faltarle el respeto a esa familia? Están de luto. —Mi hermano, al igual que Steve, no estaba de acuerdo con mi decisión.

—¿Y eso qué? —me encogí de hombros—. Los negocios no esperan a que pase tu luto.

—Eres igual a papá —manifestó decepcionado—. Realmente pensé que al menos tú tenías corazón.

—Christopher, esto no te afecta en nada.

—¿Por qué querías que viniera? —se cruzó de brazos—. Steve está aquí contigo.

—¿Estás al tanto que incluso tu hermano me apoya? No es posible que seas tan cruel.

—¿Cruel? —Traté de no reír por la estupidez que había dicho—. ¿Es cruel querer cobrar un dinero que me deben?

—No. Lo que es cruel, es lo que pretendes hacer si esa mujer no te paga.

¿Qué pretenden que haga? ¿Quieren que le diga que no hay problema y que no tiene que preocuparse por pagarme? Por supuesto que no. Soy un hombre de negocios, no una maldita institución de caridad.

—Su esposo debió pensar bien las cosas antes de pedir ese préstamo.

—¿Cómo podría saber él que iba a morir antes de poder pagarte? —Steve dijo sin dejar de negar con la cabeza—. Estás mal.

—Me importa muy poco lo que piensen.

—Lo mínimo que podrías hacer, es esperar unos días antes de ir a hacer tu escándalo.

—¿Esperar? —¿En serio me acaba de decir que debo esperar? Tiene que estar bromeando—. Su esposa ni siquiera esperó que su cuerpo se enfriara, ¿y yo tengo que esperar?

—¿Sabes qué? No te caería mal tener un poco de empatía.

—Es una pena que esa palabra no esté incluida en mi vocabulario.

—Haz lo que quieras —dijo Christopher, mientras se levantaba—, hablar contigo es como estar hablando solo. Y no me vayan a molestar hasta que hayamos aterrizado.

—¿No tienes más reproches? —volteé a ver a Steve en cuanto Christopher nos dejó a solas.

—Diga lo que diga, igual vas a hacer lo que quieras —se puso de pie—, porque la única opinión que te importa es la tuya.

¿Por qué arman tanto drama?

Si les preocupa lo que pueda suceder con esas dos, ¿por qué no me pagan su deuda y ya? Pero no, ellos quieren que Christian sea un buen samaritano y perdone la deuda que Frank les dejó. Al diablo con eso.

Llevamos tan solo cuatro horas de un vuelo de dieciséis horas desde Atenas a Los Ángeles, y me siento frustrado. Esto es lo que más odio de tener que viajar a los Estados Unidos.

Tuve intención de llamar a mis padres para informarles que estaremos allá pronto, pero prefería no hacerlo. Ambos van a empezar con su intensidad.

FALLON

Es triste saber que mi madre no ha tenido intención de llamar para saber dónde estoy o si me encuentro bien. A veces siento que soy muy masoquista; entre más mal me trate, más estoy rogando que me acepte y me quiera.

Tengo suerte de que los padres de Michelle me han abierto las puertas de su casa. Su padre se siente en deuda con el mío, y me ha asegurado que siempre podré contar con ellos, especialmente por el mal trato que me da mi madre.

Quiero ir a casa a buscar ropa y mis cosas del colegio. No creo que mi madre esté, así que puedo ir tranquilamente. Supongo que estará disfrutando con su amante, ahora que pueden vivir su relación abiertamente.

—Estrellita, mi papá va a llevarnos a tu casa.

—Genial. Ya estoy lista.

—Estaba pensando en algo —informa cuando salimos de su habitación—. Aunque te duela lo que te voy a decir, sabes que es verdad, así que no te vayas a enojar conmigo.

—Te escucho. ¿En qué estás pensando?

—¿Estarías dispuesta a dejar que mis padres te adopten?

—¿Adoptarme? —la miré sorprendida—. Michelle, eso sería muy lindo de su parte, pe...

—¿Pero qué? Le estarían haciendo un favor a tu mamá.

Eso fue inesperado.

Los Walters han sido como mis segundos padres, pero la idea de la adopción no me hace sentir bien. Y aunque mi madre y yo tengamos una relación complicada, ella sigue siendo mi madre.

—Estoy bien así, ¿vale?

—Como tú digas —me atrajo hacia ella para besar mi mejilla—. Te quiero, pero a veces no te soporto.

—¿Listas, chicas? —preguntó cuando llegamos a la planta baja.

—Sí.

◇ ♡ ◇

Al llegar a casa, me encontré con mi madre, algo que no esperaba. Pensé que estaría disfrutando de todo lo que, según ella, no podía hacer junto a mi padre.



#322 en Otros

En el texto hay: matrimonio, drama, engaños.

Editado: 17.11.2024

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