Trophy Wife | Editando |

Capítulo 12: Sorpresas.

CHRISTIAN

Estuve dándole vueltas a la idea de buscar a Miranda. No estaba muy convencido al principio, pero necesito hablar con ella sí o sí. Por eso, antes de ir, llamé a Anker para asegurarme de que Fallon no estuviera en casa.

He estado pensando en todo lo que Steve ha repetido como disco rayado. Y tal vez... Solo TAL VEZ, tenga algo de razón con lo que dice.

No voy a poder pretender por mucho tiempo que Fallon no es parte de mi vida ahora. Llegará un momento en el que ya no lo voy a poder evitar y tendremos que hablar.

Aprovechando que estoy por aquí, me gustaría encontrar a Idara y hablar con ella. Tenemos que aclarar esa conversación que tuvimos hace unas horas. Aunque puedo comprender por qué se sintió decepcionada, no creo que haya razón para estar molesta conmigo.

—¿Seguro que vas a ir para hablar con tu suegra o, muy en el fondo deseas ver a tu esposa? —me miró pícaro—. Porque podrá ser una niña, pero fea no es.

—Steve, no vayas a empezar.

—Yo solo decía.

—Por qué crees que llamé a Anker —No creerá que soy tan tonto para ir sin estar seguro de que ella no va a estar en casa—. Dijo que Fallon salió con su amiga.

—¿Qué tal que regrese antes de que nos vayamos?

—Eso no va a pasar, Steve.

—¿Lo puedes asegurar?

—¿Has visto que, en las películas infantiles siempre hay un niño molesto que irrita a todos?

—Si, un ejemplo de eso es... —no lo dejé terminar.

—Eres ese niño en mi vida.

A veces me pregunto cómo he logrado soportar a Steve durante tantos años. Él es como tener una radio encendida las 24 horas del día, y yo, alguien que se irrita fácilmente cuando no cierra la boca. Quiero atribuirlo a que a pesar de nuestras diferencias, hemos construido una amistad sólida.

—¿Tienes el celular?

—En la guantera —habló, estacionándose frente a la casa Miller—. No entiendo para qué me pediste comprar un celular —me miró confundido y yo lo miré obvio, esperando que entendiera—. No es cierto.

—Quieres que tenga comunicación con ella, ¿o no?

—¡Pero que sea de frente! No que tengan un matrimonio virtual.

—Por algo se empieza.

Salí del coche respirando hondo, rogándole a Dios que me conceda una dosis extra de paciencia para tener una conversación tranquila y pacífica con Miranda. No quiero que esto termine con un cadáver y alguien tras las rejas.

—Por cierto, recibí un mensaje de la arquitecta a cargo del proyecto en Panamá.

—¿Arquitecta? —me crucé de brazos—. Creí haber dicho que quiero un ARQUITECTO.

—¿Eso es por tu falta de profesionalismo a la hora de mezclar los negocios con el placer? —se burló—. No tienes que preocuparte por eso. Abigaíl Francis es la mejor en esto. Y no creo que seas su tipo.

—Espero que sea muy buena y que no me haga perder el tiempo.

—¿Quieres que entre contigo? Digo, para evitar que hagas una estupidez.

—Puedo controlarme, Steve —toqué el timbre varias veces.

—¿Seguro? —me miró no muy convencido—. Porque esa mujer no es tu persona favorita en el mundo.

—Tampoco la peor.

—¿A qué debo el honor de esta visita? —preguntó cuando abrió la puerta—. Por la presencia de Idara, supuse que no querías nada que ver con nosotras.

—Y no te equivocas en eso —afirmo, entrando como si de mi casa se tratara—. Pero no puedo quedarme tranquilo y cruzado de brazos, cuando eres una incompetente.

—¿Incompetente yo? —inquirió ofendida—. Deberías de agradecer que no le he dicho a Fallon quién eres.

—Y espero que siga siendo así.

—Necesito dinero —anunció de golpe y se quedó mirándome desafiante—. Considera eso como que mi silencio tiene un precio a partir de hoy.

—¿Necesitas dinero? —no pude contener la risa—. ¿Te has vuelto loca?

—No veo el motivo de tu risa —se cruzó de brazos—. Tu esposa vive en esta casa de a gratis.

—Es tu hija.

—Y dejó de ser mi responsabilidad cuando la hiciste tu esposa.

¿Qué clase de madre es esta mujer?

Fallon es su hija. Así sea que le dé dinero o no, su responsabilidad es asegurarse de que tenga todo lo que necesita para ser feliz. Pero bueno, qué se puede esperar de una mujer así.

—¿Qué fue exactamente lo que le dijiste a Fallon?

—Absolutamente todo —eso parecía hacerla sentir orgullosa—. Salvo por tu nombre y que tu familia es prácticamente la que controla todo el país.

—Hagamos un trato.

—Esto ya se puso más interesante —se dejó caer en el sofá, poniéndose cómoda—. Te escucho.

—Vas a recibir tu dinero cada quincena —ella parecía estar muy interesada en lo que le estaba diciendo—, pero Richard se tiene que ir de la casa.



#322 en Otros

En el texto hay: matrimonio, drama, engaños.

Editado: 17.11.2024

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