FALLON
Volví a la habitación después de casi una hora, y para mi alivio, Michelle todavía estaba aquí.
Christian debe de estar furioso y echando chispas; es evidente que no está acostumbrado a recibir un "no" como respuesta. Pero yo ya no pienso dejar que todos me traten como les plazca. Me harté.
En este momento no dejo de preguntarme cómo voy a contarle a Michelle que Christian resultó ser Christian Blackwood. Aún me cuesta creerlo.
—Me alegra que no te hayas ido —digo aliviada, por lo que ella me miró mal.
—Estaba a punto de hacerlo —confesó de mala gana—. ¿Qué te habías hecho? Ya se nos hizo tarde.
—No vas a creer lo que acaba de pasar —Necesito terminar de procesarlo.
—¿Tiene algo que ver con lo que Anker quería que vieras? —asentí, sentándome en la cama— ¿Qué pasó?
—Me llevó con Christian.
—¿Christian? —dijo sin poder creerlo— ¿Christian? ¿Christian? ¿Tu sugar daddy?
—Si.
—¿Y…? ¿Qué tal?
Me levanté y empecé a caminar de un lado a otro, incapaz de quedarme quieta. Esto es una locura.
¿Quién creería que Christian Blackwood contrajo matrimonio con una chica de dieciséis años? Lo tomarían como una broma. Por lo que sé de él, es un hombre muy codiciado.
—No me lo vas a creer.
—¿Es alguien de la farándula?
—Digamos que sí.
—Hhhuum... Eso quiere decir que es alguien conocido —asentí—. ¡Lo sabía! Ya dime quién es, Fallon.
—Estamos en su hotel.
—Espera... —sus ojos empezaron a salirse de órbita—. Este hotel le pertenece a los Blackwood.
—En realidad, dijo que es suyo, no de su familia.
—Espera... —hizo una pausa rascando su cabeza—. ¿Christian Blackwood es tu esposo? —Ahora las dos estábamos en un pequeño trance, tratando de procesarlo—. ¡ESTÁS CASADA CON UN PUTO BLACKWOOD! Joder, Fallon.
—¿Qué?
—¿No te das cuenta? Eso te hace prácticamente una princesa. Ellos son como la realeza del país.
—Te juro que solo quería salir de ahí.
—¿Sigue aquí?
—Arriba en su Penthouse.
—¿Qué te dijo?
—Ahora no quiero hablar de eso.
—¿Cómo que no quieres hablar de eso? Acabas de soltar una bomba, ¿y me dices que no quieres hablar de eso? Fuimos tan estúpidas al quitarlo de esa lista.
¿Cómo puedo hacerle ver que este no es el momento adecuado? Michelle puede llegar a ser muy insistente cuando quiere saber algo.
Reconozco que sí, tenía mucha curiosidad de saber quién es el hombre con el que estoy casada, pero tampoco pretendía convertirlo en un tema de conversación.
—Voy a ducharme. Está claro que ya me perdí el desayuno, pero no pienso perderme la visita a tan maravilloso lugar.
—Este tema queda pendiente —dijo, en un tono de advertencia—. Te espero en el lobby.
Me bañé y me vestí rápidamente. La profesora Malone siempre es muy puntual con sus horas de salida, y sería terrible si me dejan aquí.
Al salir de la habitación, me encontré con Anker, apoyado contra la puerta de su habitación, la cual está justo frente a la mía.
—¿Lista para hoy? —preguntó, cuando estuvimos en el ascensor.
—...
—¿Es en serio? —inquiere riendo—. Dime que no me vas a aplicar "La ley del hielo" solo porque no te dije que Christian estaba aquí.
—No quiero que me hables —dije de mala gana.
—Esto es una estupidez.
Al llegar al lobby, vi a Michelle conversando con varios de nuestros compañeros del salón. Casi nunca la veo socializando con ellos.
También estaban mis dos compañeras que no llegaron a dormir anoche. No saben de lo que se salvaron, porque Michelle estaba dispuesta a decirle a los profesores que se habían escapado.
Mi amiga se acercó a mí sonriendo maliciosa.
—Adivina a quiénes van a castigar.
—Por favor, dime que no lo hiciste.
—¿De verdad pensaste que me quedaría callada? Pensé que me conocías mejor, Fallon.
—¿Sabes que por eso matan a las personas hoy en día?
—Solo les di su merecido. Ellas hubieran hecho lo mismo con nosotras.
—Claro, lo que significa que ahora nosotras también estaremos vigiladas por los profesores.
—¿Pensabas escaparte con tu esposo? —me miró de manera pervertida—. De ser así, yo te cubro, bebé.
—Lo mejor que puedes hacer es cerrar la boca.
◇ ♡ ◇
Creí que podría disfrutar de la excursión en "La Casa Blanca", pero no he podido dejar de pensar en el hecho de que Christian Blackwood es mi esposo.