Trophy Wife | Editando |

Capítulo 23: Avances

MIRANDA

No he podido estar tranquila desde que supe lo de Frank. ¿Estoy molesta? Claro que sí. Cualquiera en mi lugar se sentiría igual después de lo que hizo ese miserable.

Jamás he pensado que tengo una vida perfecta. Pero ahora... Siento que todo lo que he vivido durante estos años ha sido una gran mentira.

Quienes me conocen bien saben que cuando me casé con Frank Miller, no fue precisamente por amor. Conocerlo fue lo peor que me pudo haber pasado en la vida.

Él siempre supo que yo estaba enamorada de Richard. Y a pesar de eso, insistió en pretenderme: todos los días me enviaba flores, poemas, chocolates y otros detalles. No voy a negar que en algún momento pensé que su gesto era realmente tierno, pero, ¿por qué no pudo entender que nunca iba a dejar a Richard por él? No importaba lo que hiciera, incluso si lograra poner el mundo entero a mis pies.

Una noche, en medio de una fiesta de la universidad, Richard y yo tuvimos una discusión bastante intensa, todo por culpa de Frank, quien no dejaba de llamarme y de enviarme regalos. Llegó un punto en el que me harté de decirle que no quería nada de su parte y solo los recibía, guardándolos en una caja para luego regalarlos. Aquella discusión fue la peor que jamás habíamos tenido. Richard estaba decidido a buscar a Frank para golpearlo, y aunque él no era precisamente mi persona favorita, tampoco quería que mi novio se metiera en problemas con alguien que no entendía el significado de un "NO".

Recuerdo que esa noche bebí hasta más no poder. Solo quería disfrutar la fiesta y olvidar por un momento lo que había pasado. Unas cuantas horas después, salí de ahí tambaleándome, todavía bajo el efecto del alcohol. En la salida me encontré con Frank, quien se ofreció a llevarme a casa. Lo único que recuerdo después de eso, es haber despertado en mi cama junto a él, y Richard mirándome decepcionado desde la puerta.

—¿Ahora sí estás lista para hablar?— Tras unos minutos de silencio, Monroe, el hermano de Frank, finalmente pregunta. Cuando llegué a su casa, notó que estaba algo alterada, así que me ofreció una taza de té y esperó pacientemente a que me calmara antes de hablar.

—Eso creo.

—¿Qué fue lo que pasó? —pregunta con preocupación—. Nunca te había visto de esta manera.

—¿Por qué nunca me contaste que Frank era estéril? —dejo salir la pregunta con frustración en mi voz. Lo miro fijamente, esperando una respuesta, pero él no dice nada— Monroe...

—¿Cómo te diste cuenta?

—Esto no puede estar pasando... —Una vez más, mis ojos se llenaron de lágrimas—... si lo sabías.

—Lo siento.

—¿Lo sientes? —lo miro sin poder creerlo—. Estuve junto a ese hombre durante años, sin amarlo... y todo por una maldita mentira.

—También es tu culpa, Miranda. ¿Qué te costaba hacerle una prueba de ADN en cuanto nació?

No le quito la razón en eso. Yo debí asegurarme de quién era realmente el padre de mi bebé, pero nunca lo hice. Me resultó más fácil asumir que era de Frank y aceptar el desprecio de Richard, por haberlo engañado con el hombre al que supuestamente, yo ni siquiera le daba la hora.

Cuando descubrí que estaba embarazada, sentí que mi mundo se venía abajo. No solo porque no quería tener un hijo con Frank, sino porque Richard y yo habíamos soñado con casarnos y formar una familia juntos. Sentía que había fallado a esa promesa.

Los primeros años de matrimonio fueron un completo infierno. No soportaba estar en la misma habitación que él, y mucho menos Fallon. La única cosa que me daba consuelo era que Frank siempre buscaba complacerme en todo.

—Te juro que, en más de una ocasión, le insistí a Frank que debía decirte la verdad.

—¡¿Y de qué me sirve eso ahora?! —exclamé, sintiendo un nudo en la garganta—. Desperdicié tantos años a su lado.

—Frank realmente te amaba, Miranda.

—¡Pero yo lo sigo odiando! Y ojalá su alma no descanse en paz, después de lo infeliz que fui estando a su lado.

—A pesar de todo, fue un gran padre para Fallon.

—No tenía otra opción —me sentía dolida y traicionada—. Y fue un poco hombre al quitarle a Richard el derecho de estar con su hija.

—Perdón por lo que estoy a punto de decir, pero... —se detuvo por un momento, como si pensara bien lo que iba a decir— Si Richard te hubiera amado tanto como decía, no habría tenido problema en criar al hijo de otra persona.

—¡CREES QUE NO QUISO HACERLO! —exploté, hecha un mar de lágrimas. Claro que Richard estaba dispuesto a hacerlo, pero Frank no se lo permitió—. TU ESTÚPIDO HERMANO LO HIZO QUEDAR COMO EL PEOR HOMBRE DE TODOS FRENTE A MIS PADRES.

Mis padres siempre fueron muy religiosos, y el imbécil lo sabía. Por eso, fue a buscarlos para pedirles mi mano, alegando que me había "deshonrado". Algo que no dudaron en aceptar, ya que para ellos sería una vergüenza que su hija terminara siendo madre soltera.

Nunca estuvieron de acuerdo con la relación que tenía con Richard. Para ellos, el hijo del mecánico no era buen partido para su única hija, pero el hijo del dueño del restaurante más popular de la ciudad sí lo era.

Frank también les dijo que Richard me había tratado de lo peor cuando le dije que estaba embarazada. Se atrevió a decir que Richard me había desechado como a un trapo viejo, que su amor por mí no era real, porque de lo contrario, habría aceptado a mi hijo como suyo.



#812 en Otros

En el texto hay: matrimonio, drama, engaños.

Editado: 17.12.2024

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