Adriana.
Capitulo 4.
Llegué a casa hace más o menos dos horas, mamá no me preguntó dónde estaba, ni con quién, lo cual es un alivio no quiero dar explicaciones de lo que hago, creo que ya estoy bastante mayor para eso. Decidí que para la cena de esta noche me vestiría de manera sofisticada, elegante y femenina, así que elegí un conjunto de falda y chaqueta blanca vintage con botones dorados con unos tacones de charol color nude y pequeños accesorios dorados.
Me pareció lindo y adecuado considerando a dónde voy, espero que todo salga bien esta noche.
—¡Hija vámonos se hace tarde!—gritó mamá desde afuera.
Se le está haciendo costumbre.
—¡Voy!—contesto en un grito.
Según mamá es una cena para que “Mi futura familia” me conociera, en la cena asistiremos, mamá, papá, Cristina, Laura, Christian, Alexander, Arturo y Roxana, la familia de mi futuro esposo que ahora que lo veo debería preguntar como se llama, según los que dijeron mis padres él está de acuerdo en no saber nada hasta el día de la boda así que no asistirá a la cena, ya sé, es raro, pero es mejor así, si me dice algo malo no se como reaccionaria la verdad,¿me quedo?, huyo?, ni idea.
Llegamos a la casa y nos bajamos del auto, la casa es hermosa elegante y de buen gusto nos acercamos y tocamos el timbre una chica de servicio nos da la bienvenida y nos deja entrar, es más bonita todavía por dentro lo cual no me sorprendería tienen mucho dinero, están todos en la sala esperándonos lo cual me pone aún más nerviosa.
—Bienvenidos espero que se sientan como en su casa, déjenme les presento a mi familia: mi segundo hijo Christian y el menor Alexander, por último, pero no menos importante mi esposa Roxana.
Los presenta el señor Arturo, Christian por lo que se tiene la edad de Cristina, es guapo de cabello castaño y ojos verdes, Alexander tiene la edad de Laura se ve lindo al igual que su hermano tiene el cabello rubio y ojos verdes, la señora Roxana luce como una buena persona, amable, tiene el cabello castaño y ojos marrones, por otro lado, el señor Arturo tiene el cabello blanco casi en su totalidad y ojos azules, me pregunto a mi misma ¿mi prometido será igual de lindo que su familia?, ya veremos.
—Gracias por invitarnos, son una hermosa familia, es un placer conocerlos al fin a todos, esta es mi esposa Alaya, mi hija mayor Adriana...—dirige su mirada hacia mí, sonrio tímida al lado de Cristina que tiene cara de pocos amigos.
Todos se me quedan viendo curiosos menos el señor Arturo, total él ya me había visto al contrario de su familia, se ven amables y su reacción me da algo de risa si soy bonita, pero tampoco para tanto, me imagino que pensaban que la mayor y prometida de su hijo era Cristina, ella parece mayor, pero no lo es, papá continúa hablando.
—Cristina mi segunda hija y Laura mi pequeña—termina de decir papá.
—Un placer conocerte al fin, eres muy hermosa—me halaga la señora Roxana con una sonrisa que me recuerda a alguien.
—Igualmente, gracias, usted también es muy bonita—le digo y es verdad para su edad se ve joven.
—Eres un verdadero encanto, me alegra que estés aquí.
Después de presentarme con mis futuros cuñados y presentarles a mis hermanas, papá se fue a hablar con el señor Arturo a su estudio, mamá está hablando con la señora Roxana en el comedor, Cris está en su teléfono y Lau está hablando con Alexander, Christian revisando algo es su Tablet y yo estoy mega aburrida sin saber qué hacer.
Aquí parezco todo menos la prometida.
Recorro la sala admirando la decoración antigua que le da ese toque elegante y clásico, no hay fotos familiares aquí, solo cuadros, me quedo cerca de la ventana admirando la vista que da al jardín. Lo único que me alegra de la reacción algo sorprendida es que no saben tanto de mi como pensé, quiero que creen su propia idea de mi y yo una de ellos, no solo la que tienen los medios que me catalogan como la hija de papá que tiene una vida asegurada, que en este momento indirectamente les da la razón, pero no, yo no espero que mi esposo me mantenga, intercambio de intereses o no, yo también estudie una carrera, por más tradicional que sean los ideales de esta familia o la mía, hasta ahora he ahorrado por mi cuenta como modelo posando para portadas mas de una vez, no para pagar deudas o una empresa en quiebra, pero sí para mantener mi nivel de vida por lo menos un año.
Narra Sebastián.
Esa sonrisa no sale de mi mente, ¿por qué justo ahora llega a mi vida?, si la hubiera conocido antes tal vez tendría otro destino, repito en mi cabeza, su nombre es igual de hermoso que ella Adriana, la chica que no sale de mi cabeza desde que la conocí, que mal que solamente podamos ser amigos, ya tengo un compromiso que no puedo romper.
También está que mi futura esposa y su familia están en el piso de abajo con mi familia, lo más probable es que se estén presentando, seguro ya llegaron, tengo curiosidad en saber cómo es ella, su rostro, su sonrisa, su voz, tal vez sí llegué a ser feliz con ella o eso espero, la curiosidad me mata yo debería estar allá abajo, pero papá dijo que la única condición era que nos veríamos por primera vez en la boda para evitar malentendidos, ay qué importa, voy a bajar por unos segundos la veo y subo de nuevo nadie tiene porque saber.
Voy bajando la escalera cuando escucho al padre de mí prometida presentar a su esposa, se que es el porque lo conocí hace poco, para luego decir, Mi hija mayor Adriana, me quedo paralizado, ¿será la misma Adriana que conocí?, ¿la misma que no ha salido de mi cabeza por los últimos dos días?, me quedo detrás de la puerta para escuchar—mi segunda hija Cristina y Laura.
Escucho a mi madre hablarle a ella—Un placer conocerte al fin, eres muy hermosa—la adula mi madre—Igualmente gracias, usted también es muy bonita—responde esa voz, no lo puedo creer es la misma Adriana, aquí es donde me doy cuenta de que el destino da muchas vueltas, hace rato estaba triste de que no podría tener nada con ella y ahora me entero de que es con ella que me voy a casar, por alguna razón siento un gran alivio que sea ella, ya me gustaba antes de saber, ahora mucho más, no quiero arruinarlo, seguiré acercándome a ella y no le diré, no quiero presionarla o que me quiera por compromiso, quiero enamorarla y que ella se enamore de mí también, no quiero mentirle, pero sé que me perdonará después, quiero acercarme a ella, ser su amigo, que me tenga confianza, después de la boda veremos que pasará.
Editado: 15.08.2025