Trouble Maker

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Me puse mis audífonos y decidí irme a casa, paso al menos una hora y sabía que esto sería un fracaso, el aire era bastante reconfortante ¿Qué hare ahora? Dos situaciones raras se presentan justo cuando tengo la cabeza en otro sitio ¿Habrá sido John quien me dio el jugo? Pero dudo que se atreviera a entrar, todo esto era tan extraño.


Se me pasaron las horas viendo al infinito hasta que mi madre llamo preocupada, eran las 7 de la tarde y yo salía de la escuela a las 2. Camine hasta mi casa, eso de caminar ya se estaba convirtiendo en mi mejor des-estrés, cuando levante la mirada vi a Allan frente a mi casa y como acto reflejo tape el collar que me había dado John, aunque no sé exactamente por qué lo hice, quizá porque ni siquiera me había puesto su pulsera.


-Pensé que estarías en casa- Dije y el me miro serio
-Yo creí lo mismo de ti- Respondió- Entra hace frio-
-¿Querías decirme algo?-
-No-
-¿Entonces por qué estás aquí?-
-No tiene que existir alguna razón para pasar enfrente de tu casa-
-No existe pero si dices que pensabas que estaría aquí es por algo-
-Sólo creí que llegarías bien, vi que John regreso- Dijo y evito contacto visual
-¿Por eso viniste?- Pregunte sorprendida
-Ya no importa- Dio media vuelta

-Necesito hablar contigo-

-No hay nada de qué hablar- Se alejo


Ni siquiera me moleste en hablarle, era claro que todo esto era una tontería. Entre a mi casa y mi madre ya había hecho la cena, ni siquiera había comido. Le dije a mi mamá sobre que John había regresado y ella se sorprendió, estaba feliz.

Subí a mi habitación y me quite el collar, me daría una ducha y olvidaría todo lo que paso hoy o más bien en lo que pensé hoy, como era posible que creyera que podía hablar con Allan de una manera madura… Debía dejar de darle importancia. Sonó mi celular, era un mensaje de Allan “Espero descanses”. Aún no sabe que yo sé quién es, la verdad es que preferí no contestar nada.


Entre sueños: “Su mano y la mía encajaban a la perfección y caminábamos en perfecta sincronía, su sonrisa era especial, me hacía olvidar todo lo que estaba pasando, el frio era la excusa perfecta para estar más cerca de él. Lo bese, era como estar lejos de todo y solo existir los dos, cuando lo mire mi sonrisa se desvaneció -Siempre fuiste tú…- No termine de decir la frase… De pronto todo desapareció y las personas me rodeaban, sus ojos eran negros y su sonrisa reflejaba venganza. Alguien me tomo el brazo y al voltear lo vi, era - ¿John? - Sus ojos eran negros, de pronto él tenía algo en la mano, el collar”

 

Me desperté asustada, con sudor en la frente. Mire mi celular y eran las 2am, tenía una llamada perdida de John, me levante y me apoyé junto a mis rodillas, así me quede un buen tiempo.


Iba camino a la escuela y Allan estaba frente a su auto, creo que lo miré bastante tiempo como para que él me pillara haciéndolo, sonrió y después siguió su camino, me sentí una tonta, había algo que no cuadraba. De repente algo me saco de mis pensamientos. Alguien toco mi hombro, mi corazón se aceleró y comencé a temblar, trague saliva y voltee a ver quién era

- ¿John? - Dije y recordé mi sueño. Tape mis oídos y me encogí, me hiperventile.
- ¿Estas bien? - Pregunto, tomándome las dos manos para destaparlas- ¡¿Irene?!-
-No…- Repetí muchas veces su nombre y después lo miré, su rostro reflejaba miedo, una lagrima recorrió mi mejilla
- ¿Qué tienes? ¿Por qué hiciste eso? Te llevare a casa, ahí podrás estar tranquila- Un especie de miedo se apodero de mi al escuchar sus palabras
- ¡No! Entrare a la escuela, estaré mejor allá dentro- Dije y limpie mi rostro, intente caminar
-No, te llevare a casa, necesitas estar sola- Dijo y tomo mi mano

-Por favor- Lo mire- Tengo que entrar- Respondí y me levante, camine dejándolo atrás.


Todo el camino intentaba convencerme de que solo fue una pesadilla, el jamás me lastimaría, el me cuida ¿Cierto? Sacudí mi cabeza intentando sacar todo eso, pero por más que quise no pude, ahora que lo pienso ¿Qué hacía aquí? No lo vi en todo el camino, él tiene que ir a la escuela. Ahora más que nada necesitaba hablar con alguien que me pueda entender. No entre a la primera clase quedándome en el jardín.


En el descanso por segunda vez desde que estoy aquí fui a la cafetería, tenía un poco de hambre. Todos tenían su grupo de amigos y yo estaba sentada en una esquina con unos chicos que se veían más grandes, pero por fortuna termine de comer y salí de aquel lugar. Camino al salón me encontré a la novia de D.O.
- ¿Por qué siempre estás sola? - Pregunto
-Es agradable estarlo- Respondí con una leve sonrisa
-Ven con nosotros- Sonrió ampliamente
-No lo creo, no me llevo muy bien con tu novio-
- ¿D.O? - Ríe – El ya no es mi novio, a veces siento que estaba conmigo solo por mi padre, se la pasaba con el más que conmigo-
- ¿Tu padre? -
-Sí, el director, así que terminamos, ya no te odio-
-¿Me odiabas? -
-No odiar, solo me parecías extraña, no lo tomes a mal, eres nueva así que- Encogió los hombros
-Gracias- Dije un poco sarcástica y tomé un poco de jugo que me quedaba
- ¿Allan te gusta? - Pregunto y me aclare la garganta
-No- Respondí sorprendida
-A veces los veía juntos, creí que había algo entre ustedes-
-No, es solo que… Lo conozco de hace tiempo, pero nada especial-
-De acuerdo, dicen que aun extraña a Joy, lo engaño con su peor enemigo, los rumores corren mucho por aquí así que acostúmbrate-
-Ah- Fue lo único que pude decir
-Tu puedes preguntar lo que quieras- Dijo confiada
-¿Por qué le llaman D.O? Incluso los profesores le dicen así- Dije mirándolo de reojo
-Creí que me preguntarías algo sobre mí, a él no le agrada su nombre, le recuerda a su padre así que, por eso, además nadie lo conoce por su verdadero nombre- Dijo y tocaba su cabello- Vamos a clase, tu eres demasiado aplicada para llegar tarde- Me tomo el brazo y caminamos juntas hasta el salón, nada especial.




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