9.
Capítulo Especial… Allan
Lo único que quería para ella, era que fuese feliz, pero descubrí que las personas no pueden ser tan egoístas para ver a alguien lejos de la felicidad, yo no podría verla feliz con alguien más así que decidí alejarme.
Ella pasaba día y noche en el hospital, pase al menos una semana ahí, cuando se enteró de mi accidente dejo todo por estar conmigo, de alguna manera lograron contactarla porque era mi único contacto en el celular, fue por eso que deje de ir a la escuela por un tiempo, su madre le llevaba ropa y algo de comida, no iba a la escuela por quedarse, ni siquiera estaba seguro de que durmiera, yo rondaba el hospital de vez en cuando evitando encontrarla, un día casi lo hace. Nadie me visitaba en el hospital así que le pedía al doctor que no diera algún tipo de información, menos a ella si le llegaba a preguntar, nunca le dije la razón, pero él era inteligente para suponer cuestiones raras sobre ella y yo, claro, prefería que pensara así a solo decirle que era una amiga.
Un día caminando la encontré durmiendo en la sala de espera, su cabeza no se sostenía por sí sola así que me senté a su lado rezando por que no despertara, ni siquiera se cuento tiempo me quede a su lado, pero fue más de lo que había estado antes. Había tomado una decisión.
-Irene… Desearía poder estar a tu lado como quisiera, esa vez en la cafetería ella me había pedido hablar, empezó a llover y la lleve al café solo por cortesía, no te mentiré diciendo que no fue una persona especial porque la ame, pero existieron razones para dejar de hacerlo ¿Quieres saber una? Ese día en el cementerio fue la primera vez en 9 años que te veía, eras una niña cuando nos conocimos y ni siquiera me reconociste, no me sentí mal por eso porque estaba feliz de volver a verte, tú tenías 9 y yo 11 justo cuando me fui por mi padre. Cuando te encontré en el lago corrí hasta ti temiendo que te ahogaras, por suerte pude sacarte y te lleve a mi casa, ese día si no hubiese pensado en hacer lo mismo ni siquiera estarías aquí, ahora me alegro de tener los mismos pensamientos que tú, aún recuerdo cuando pusiste cara extrañada cuando me viste y te dije “soy tu peor pesadilla” y te desmayaste una vez más hasta que decidí llevarte a casa. Perdón por no proteger a tu padre, quisiera decirte quien fue el culpable, quien lo mato, pero todo fue a costa de salvarme a mí- No estaba seguro si aún seguía dormida, pero me sentía a gusto contarle todo lo que no le he dicho- Sé que te has preguntado donde están mis padres, ellos están bien si es lo que quieres saber, mi padre murió en un día antes de que te encontrara de nuevo en el cementerio pero eso ya lo sabes y mi madre, ella murió desde que era pequeño, son muy pocos los recuerdos que tengo aun así me alegro de al menos no olvidarla. No soy la persona que crees que soy… Perdón por alejarme de esta manera, pero es por tu bien y también por el mío, no quiero ser egoísta, quiero que seas feliz, solo espera un poco de acuerdo…- Acomode su cabeza sobre la pared con cuidado y la mire por un instante- Tengo que irme. - Me levante y la bese en la frente- Te quiero-
Caminé hasta mi habitación y me vestí, fui cuidadoso al dejar el hospital, fui por las escaleras hasta el último piso, aun me dolía un poco el brazo, pero no podía irme con vendaje, me acomodé el cuello de la chamarra y salí por la puerta principal. Tomé un taxi y por fin me pude despedir de ella, era lo mejor, me aleje de todos y de todo.
Estuve siempre viéndola con cautela, sabía que nunca le confesaría algo así a John y lo oculto diciendo que simplemente no sabía de mí, al menos no dijo que fue después del accidente. La cuidaba sin que se diera cuenta, la ayudaba en algunas peleas que tenía ya no eran tan seguidas, en ningún momento vi los collares, ni siquiera tenía razón para usarlos, aunque aún falta un collar. Una noche mientras la acompañaba a casa vi que estaba con John, esperé a que él se fuera para seguirlo. Llego a su casa, un carro ya lo esperaba y estuvo dentro durante un tiempo, cuando por fin salió y el carro arranco vi que era el director de la escuela, no me tomo mucho reconocer lo que temía -Él lo mato- Dije y me fui a casa. Tenía que idear una manera de que el confesara lo que había hecho, sabía que a la más mínima provocación el confesaría. Pase un mes planeado lo que haría, no fue nada sencillo y tuve que pedir ayuda, esto no sería nada sencillo.
Llegó el día en el que todo cambiaria, para bien o para mal, no podía hacer mucho porque yo era una persona normal, no era como ellos después del asesinato del padre de Irene. Eran las 18:00 y todo estaba preparado, solo tendría que esperar a que llegaran juntos, solo pensarlo me ponía mal. Había dejado una nota antes, en la escuela de Irene. Por suerte no espere mucho hasta que estuvieran solos, al parecer habían cenado en casa, estaba esperando el momento perfecto para hacerlo. Cuando se besaron sentí algo que no había experimentado en años, a mi mente se vino la imagen de Joy con ese tipo, no debía distraerme, pero ella había sido quien lo besara primero, era ahora o nunca.
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Editado: 24.02.2020