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Su padre no se reunió con Boneka luego de la fiesta, mucho menos a la mañana siguiente. No estaba molesta, si algo conocía bien era que el trabajo de su padre le consumía, había salido de viaje y no le habían dicho a dónde, eso era suficiente para saber que había ido a saludar a soldados que estaba a punto de mandar a una guerra.
Ser la hija del presidente a veces no era tan agradable.
Se despertó temprano para buscarle pero ya se había ido, Lucas había salido con un par de amigos y Julie había ido a honduras con un equipo para ayuda humanitaria, en representación de Estados Unidos. Julie era doctora, sin embargo, Denalio nunca la dejó ejercer correctamente.
Ella por su parte, se dirigiría a un evento de caridad, este sería en la casa para niños huérfanos de KidsNow, una de las más grandes organizaciones enfocadas en los niños desamparados. Parejas de todo el país irían a conocer a los niños para llevarse luego uno a casa, era emocionante.
Aquella sería su segunda gran aparición en público en mucho tiempo y estaba nerviosa por ello. Le habían informado que no habría reporteros en el lugar, al menos no tantos como para que pudiesen sofocarla.
Era sábado por la mañana y sentía sus parpados más pesados que nada, sin embargo, debía asistir al evento. En realidad no era obligatoria su asistencia, podía quedarse en casa, pero quería asistir, claramente por ayudar en el mismo y porque quería volver a sentir toda la emoción que eso llevaba, pero también por un motivo un poco egoísta.
Boneka quería tener cerca a Seth, y en vista de que este se encontraba obligado a acompañarla a todo lugar y quedarse cerca de ella siempre que estuviesen fuera de la Casa Blanca, decidió que indudablemente tenía que ir.
Le asustaba el hecho de cómo pudiesen mirarla, la noche anterior las miradas se habían tornado sofocantes, sin embargo, al pensar que Seth estaba cerca sentía que encontraba el oxigeno.
Esa mañana sentía más que nunca que cuando él no estaba a la cerca, ella no se sentía cómoda, sentía que algo le faltaba. Cuando Seth la guió por los pasillos y la hizo pasar de forma desapercibida, no hubo contacto entre ellos, ni muchas palabras tampoco. En cuanto llegaron al ala residencial, Boneka no pudo evitar correr directo a su habitación para ocultar la vergüenza que sentía por dejarse saturar por las personas. Estaba apenada con Seth, con ella misma y sus familiares que la vieron escapar del lugar. Pero de verdad, no podía soportar estar allí más tiempo.
A pesar de ello, no se había vuelto a sentir vacía, todas las heridas en su vida iban sanando poco a poco con las enseñanzas de Tessa. Boneka sabía que Dios la estaba reconstruyendo, estaba acabando con los espacios vacíos en su vida, estaba perfeccionando cada área y eso era lo mejor que le podría ocurrir.
Boneka se quedó de pie en la puerta del área oculta al observar a su guardaespaldas de pie al lado del auto.
Utilizaba un traje negro que encajaba a la perfección con sus hombros y resaltaban sus increíbles ojos verdes, enmarcando su rostro con el cabello ahora corto y muy bien peinado.
No lo había visto desde la noche anterior, al salir de su habitación minutos antes, quien estaba al lado de su puerta esperando había sido Josh, quiso preguntar con Seth pero se contuvo. No obstante, Josh la conocía bastante, así que le había dicho:
—Puedo leer la interrogante en tus ojos. Ventura está revisando los últimos detalles de tu salida de hoy.
—¿Es la primera vez que Seth me deja a tu cuidado mientras estoy durmiendo? — No pudo evitar sentir una angustia en su interior, la cual intentó disimular.
—No, esta es la tercera vez, pero no ha sido por largos periodos de tiempo — respondió Josh tranquilo.
—Define largos.
—No más de veinte minutos.
Boneka había pasado todo el recorrido intentando calmarse ante esa idea, estuvo cuarenta minutos fuera del rango próximo de Seth, era nada de tiempo comparado a todo aquel en el que sí estuvo, no era nada por qué alarmarse, además, Josh también estaba perfectamente calificado para protegerla, pero una parte de ella lo hacía, una parte de su mente estaba abrumada ante la noticia y espantada de alguna manera. En todos esos años Josh no identificó la mayor amenaza... no podía ir por ese camino.
He allí la razón de la profunda calma, tranquilidad e impacto de ver a su guardaespaldas. Apartó la vista cuando la de Seth la encontró.
—De nuevo con tu centinela, Boo.
Miró a Josh de forma significativa, quería golpearlo ahora. Este captó lo que ella quería expresar, pero solo se rió por ello y caminó hasta el auto.
—¿Te dio muchos problemas? — La voz de Seth fue neutra, no le dejó distinguir si era una broma o era en serio.
Boneka no pudo evitar mirarle, este fijó sus ojos en ella y aún así, no podía descifrarle.