Trunks del Futuro: La espada legendaria

Parte 2 Segundo Final Alternativo

— Hola — dijo en el tono más tranquilo que pudo el semi sayayin.

Tapion se levantó nervioso, y sacó su espada con la que apuntó a Trunks.

— ¿Quién eres?

— Trunks — miró las orejas terminadas en punta — no pareces de la Tierra.

— Así que ese es el nombre de este planeta, yo vengo de Conuts.

— ¿Cómo llegaste hasta aquí?

— No lo sé, estaba encerrado... — al ver que el otro no era agresivo decidió guardar su espada.

— ¿Cuándo llegaste?

— Hace como 10 días.

— ¿Tienes nombre?

— Tapión.

— ¿Dónde vives?

— Aquí, allá, donde hay un lugar para acomodarme a descansar.

— Ven conmigo, mi casa no queda lejos — no parecía agresivo, más meláncolico que otra cosa, por eso se lo ofreció.

— No.

"Si llegó a dormirme... no quiero poner en riesgo a nadie".

— No te preocupes, a mi mamá le encanta tener invitados — le sonrió para hacerlo entrar en confianza.

— DIJE QUE NO — le dio la espalda a Trunks y se sentó de nuevo frente al fuego.

— Está bien — decidió aprovechar para despejar la duda que tenía — te vi cuando esa cosa extraña desapareció, creo que eso ocurrió las dos últimas veces que el medio monstruo apareció.

— Eso es mi culpa — susurró con los ojos cerrados.

— ¿Tú eres el dueño de esa cosa? — preguntó molesto Trunks.

— Al contrario, soy su prisionero.

Ambos se miraron un rato, silenciosos, hasta que Tapión volvió la vista de nuevo a la hoguera.

Trunks no supo qué hacer, el hombre frente a él reconoció que era el culpable de la aparición de ese monstruoso ser.

— ¡¡Cómo puedes ser su prisionero!!

El otro no dijo nada, su mirada adusta desconcertó al semi sayayin, no parecía una persona mala.

— Debo irme — el hijo de Vegeta no quiso hacerle daño.

— ¿No me atacarás, o tratarás de matarme?

— Todavía no sé qué pensar de ti — dio media vuelta y se fue.

Al otro día Trunks fue a buscarlo, pero ya no estaba allí, la hoguera estaba fría, al menos a media noche se había ido.

"¿Para dónde fue? No parece malo, pero no puede dejar de pensar en eso que dijo que era un prisionero — su expresión lo tenía desconcertado".

Dos días después apareció la parte de abajo del monstruo insectoide, Trunks fue a tratar de detenerlo, pero antes que pudiera hacer nada, vio a Tapion a lo lejos, y a un ser bajo que sobre un edificio derrumbado, tocaba una ocarina como la del joven del mohicano, el ser gigante desapareció en el cuerpo del enano. El semi sayayin se escondió a ver qué pasaba.

— ¿Por qué sigues evitando lo inevitable? — Hoi rió de lado.

— No dejaré que el esfuerzo de mi hermano sea en vano.

— Ja ja ja luchó lo mejor que pudo, pero al final solo era un niño, debieron usar a un adulto para una misión tan delicada.

— La conexión que teníamos era la que le permitió absorber a ese ser... fue mi culpa 

— Ahora tengo la parte de abajo de Hildegard, dame la otra y así...

— Jamás... si hago eso este mundo sucumbirá ante tu poder.

— ¡Y qué te importa eso! Además todo está en ruinas por el ser oscuro que logró sacarte de la caja de música. Tarde o temprano te encontrará y yo perderé la posibilidad de que él vuelva a estar completo.

— No dejaré que vuelva a ser lo que fue, aunque deba sacrificar mi vida.

— Te vigilaré, en algún momento no podrás controlarte, esa será mi oportunidad.

Unos segundo después ambos hombres se fueron para direcciones opuestas.

Esa noche cuando comía en casa de su madre, Trunks le comentó lo que vio a ella y a Mai.

— ¿Qué piensan?

— No lo sé — por lo que había escuchado no era un mal tipo,  pero Mai temía que finalmente fuera un ser maligno — parece que son enemigos... lo único seguro es que ambos tienen algo que ver con el monstruo que aparece,  tendremos que averiguar más para no cometer errores.

— Mi niño, es una pena que tengas un peso tan fuerte en tus hombros. primero los androides, luego ese ser oscuro, y ahora este monstruo. Es una tragedia después de otra.

Al otro día Trunks los volvió a encontrar, el más grande estaba dormitando recostado en las ruinas de un muro, el ser pequeño se acercó lo más silencioso que pudo, cuando iba a tomar la ocarina del joven de mohicano, el medio sayayin gritó lo más fuerte que pudo.

— Tapión, cuidado.

Al sonido el muchacho del mohicano se levantó, y automáticamente amenazó a Hoi con su espada.

— VETE.

— Me la pagarán los dos — el brujo se fue saltando como canguro.

— ¿Estas bien? — Trunks vio al otro muy demacrado.

— Si, solo algo cansado.

— ¿Quieres ir a mi casa?

— Bueno — no iba a dormir, pero quería relajarse un poco.

Al llegar al búnker Bulma le sirvió comida, allí también estaba Mai, que analizó al recién llegado, cuando se relajaron todo fue muy ameno, pero cuando la científica le ofreció un cuarto para dormir el invitado, éste prefirió irse.

— Estás cansado, aquí nadie te molestará — la científica le sonrió, lo veía muy demacrado.

— No puedo — le sonrió triste — gracias por su amabilidad.

Se fue caminando lento, no quería irse, pero debía hacerlo.

— Pobre hombre — dijo Mai — no es malo, solo...

— Es un hombre atormentado por el pasado — como Vegeta recordó la madre de Trunks.

Esa noche de nuevo el monstruo atacó muy cerca del hogar de Bulma, por suerte nadie salió herido, al terminar el peligro, de nuevo apareció el hombre del mohicano en el búnker donde cenó el día anterior.

— Siento mucho lo que pasó, señora.

— No te preocupes, no es tu culpa.

— Yo... yo soy el responsable de lo que ocurrió.

Cuando el hombre se calmó, se sentó y cómo si se liberará de un peso terrible con cada palabra empezó a contar su verdad.

— En mi mundo quienes mantenían el bien y cuidaban de que las energías malvadas no destruyeran el planeta, eramos los sacerdotes, pero hace muchos milenios atrás, un grupo de magos negros lograron que toda la energía oscura que atacaba mi mundo se acumulará en la estatua de un dios pacífico, cuando cobró vida empezó a destruir las ciudades. En la comunidad de sacerdotes mi hermano y yo teníamos la habilidad de poder usar las ocarinas que lograron detener al monstruo para que el sacerdote mayor usará la espada que tengo en mi espalda para partirlo en dos, así Minoshia y yo absorbimos cada mitad del ser en nuestros cuerpos.



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En el texto hay: tristeza, sacrificio

Editado: 05.05.2023

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